Violencia, videojuegos, clasificaciones por edades, censura, veto. El sistema de calificación y distribución de videojuegos alemán es bien conocido por su discordancia respecto a las decisiones europeas con los juegos de contenido violento. La guerra, la sangre, la destrucción: si el '+18' aparece en países como España por esas razones, en Alemania puede significar la prohibición total. Los contenidos sexuales o los diálogos fuertes no son tan perseguidos.
Gears of War 3, entrega final de una de las series más exitosas de la generación, conseguirá por fin saltar el muro de la censura y será el primer juego que se venderá en Alemania. Los fans lo han celebrado en la Gamescom mientras que Epic Games y Microsoft hacen lo propio, sumando un territorio de mucha importancia a las ventas.
Chris Kimmell charla con Gillen McAllister ante las cámaras de GRTV, tratando el asunto del primer Gears alemán o la historia del cierre de la trilogía. "No es como en El Imperio Contraataca", asegura respecto a la relación de Marcus con su padre.
¿Y cuál es el legado que deja la serie en Xbox? Para Kimmell, "hemos tenido mucha suerte de que los tres Gears vayan a ser tales éxitos, pertenecemos a una élite. Ese es el legado para nosotros".