Take-Two ha hecho oficial el cierre de las oficinas de Rockstar Vancouver, estudio encargado del millonario juego de acción Max Payne 3.
Pese a la gran acogida que ha encontrado Max Payne 3 desde su lanzamiento en mayo y sus grandes cifras de ventas, parece que será el último juego del equipo. Take-Two ha decidido absorber el grupo de Vancouver e integrarlo en su filial en Toronto, sin salir de Canadá.
El renovado equipo de Toronto también está creciendo: además de quedarse con el potente grupo de 35 talentos procedentes de Vacouver, 50 nuevos puestos se ofrecen en las instalaciones ampliadas de Oakville, Ontario.
Jennifer Kolbe, de Rockstar, asegura que este movimiento refuerza el compromiso y la capacidad creativa de la compañía. "Pensamos que un solo equipo canadiense será una poderosa fuerza creativa en proyectos futuros".