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The Legend of Zelda: Breath of the Wild

"Dos desarrolladores se han pasado cuatro años haciendo los caballos de Zelda: Breath of the Wild"

Es uno de los aspectos favoritos de Aonuma, pero también de los más complicados.

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El entorno de cielo abierto y la narrativa de mundo abierto son dos de los aspectos más innovadores de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, y no solo por sentirse orgullosos con el resultado, sino también por el esfuerzo que ha supuesto desarrollarlos para una serie acostumbrada a otro estilo, también son de las facetas favoritas del juego para Eiji Aonuma, su productor (que sobre esa historia dice que "te hará llorar" con la princesa Zelda más 'kawaii' de la serie), y Shigeru Miyamoto, su autor original. Pero el mundo abierto también invita a evolucionar una de las señas de identidad de la franquicia desde que diera el salto a las tres dimensiones y debutara Epona: los corceles como medio de transporte.

No fue casualidad que Aonuma presumiera delante de Miyamoto sobre cómo le estaban quedando los caballos en el nuevo Zelda allá por diciembre de 2014, cuando se mostró gameplay del título por vez primera (último vídeo bajo estas líneas). Resulta que conseguir un comportamiento natural y una agilidad suficiente para los jugadores ha costado al equipo de Nintendo EAD nada menos que cuatro años de trabajo de dos empleados:

"Para los caballos en Breath of the Wild hemos tenido un programador dedicado y un diseñador dedicado, y se han pasado cuatro años haciéndolos", explica Aonuma en el primer vídeo más abajo. "Bueno, tampoco han estado haciendo sólo los caballos; también se han encargado de crear el resto de los animales, y los han hecho para que todo resulte natural y fluido, y encaje cuando Link salta sobre su montura".

En un juego que se subtitula "el aliento de la vida salvaje" es natural que se hayan invertido tantos recursos en la recreación de los animales, sobre todo los que interactúan con el jugador directamente. Aún no se sabe a ciencia cierta si aparecerá en el juego la querida yegua Epona como tal, pero sí se ha visto cómo los corceles tienen mucho protagonismo.

Por un lado permiten a Link explorar el paisaje con mayor comodidad (gracias a un nuevo "piloto automático" que evita chocarse y ofrece libertad de cámara), e incluso saltar desde la grupa en cámara lenta o subirse a la montura desde casi cualquier ángulo.

Por otro lado (segundo vídeo bajo estas líneas), habrá establos improvisados como campamentos en diversos puntos del mapa, y los jugadores podrán domar caballos salvajes (cada uno con sus estadísticas de resistencia, velocidad y demás) para hacerlos suyos, ponerles nombre, ensillarlos, ganar afinidad y llamarlos de un silbido pulsando un botón. Evidentemente, la caballería es de los aspectos más elaborados de toda la obra.

¿Y tú, cómo llamarás a tu primer caballo en Zelda: Breath of the Wild a partir del 3 de marzo en Nintendo Switch o Wii U? Deja tu comentario bajo los vídeos:

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The Legend of Zelda: Breath of the Wild
♫Wild, wild horses...♪ Los Rolling Stones estarían encantados de que Nintendo usara su música.

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