A Working Man es la segunda colaboración entre Jason Statham y David Ayer en un año. El director de las infames "Escuadrón Suicida" y "Bright", así como de películas genuinamente buenas como "Sin tregua" o "Corazones de acero", se ha acomodado en películas de acción de serie B con guiones reciclados llenos de clichés, pocas pretensiones, poco presupuesto, pocas expectativas y, bueno, poco de todo. A Working Man es el tipo de película que puedes ponerte cuando quieres desconectar durante dos horas, con muchos golpes, disparos y muertes garantizadas que no te hará pensar demasiado. Un "placer culpable" siempre es bienvenido, pero esta está incluso por debajo de la media y tendrás que rebajar mucho las expectativas para sacar algo bueno de ella.
Estaba más que dispuesto a aceptar y disfrutar el tipo de película que he descrito, pero si bien A Working Man cumple todos esos requisitos, incluyendo un protagonista como Jason Statham que siempre cumple con su parte del trato, la calidad del resto de la película es inferior a la media. Nadie esperaría que una película como esta derrochara mucha imaginación, pero A Working Man no se esfuerza absolutamente nada intentando añadir algo remotamente fresco u original a la fórmula. Ojalá hubiera al menos un giro argumental en medio para animar un poco las cosas, algo que pudieran reivindicar como idea propia para que alguien dentro de cinco años recuerde que esta película existió. Pero no, no hay nada.
Ya se ha todo esto antes y mejor: un exmilitar con TEPT que, a regañadientes, dice cosas como "ya no soy esa persona" antes de volver a la acción de inmediato para rescatar a una adolescente secuestrada, matando sin esfuerzo a todos los malos sin esfuerzo (malos que, por supuesto, murmuran el clásico "¿qué eres?", una pregunta que probablemente nadie ha dicho nunca en voz alta).
Los malos son un clan de la mafia rusa (¡qué sorpresa!), lo que ya significa que esta película es menos original que la anterior película de Ayer y Statham, The Beekeeper, que tenía como malos a un grupo de estafadores online (o phising). Aquí, parece haber una interminable sucesión de mafiosos rusos que aparecen justo cuando Statham mata al anterior. Más carne para la picadora, supongo, pero ninguna escena de acción resulta emocionante. Como suele ocurrir con este tipo de héroes de acción profesionales que hacen todo bien y son inigualables, no hay tensión, y el entretenimiento reside en ver cuán creativas pueden ser las muertes. En el clímax final, la cosa se pone más salvaje, pero puede que ya estés demasiado cansado para disfrutar mucho. Y es una gran decepción que David Harbour esté en la película para no hacer absolutamente nada.
Ojalá hubiera podido disfrutar de A Working Man como el entretenimiento tonto y sin sentido para amantes de la acción, pero todo aquí es sencillamente demasiado mediocre, demasiado poco original, sin inspiración y carente de diversión o humor. Se toma a sí misma completamente en serio, como quizás debería al tratar el tema de la trata de personas, pero no le importa lanzar luego un sinfín de clichés, mezclados con escenas de acción aburridas, que hacen que todo caiga en saco roto.