Ace Combat: Assault Horizon

Assault Horizon es uno de los buques insignia de Namco Bandai para este año y, a la vez, otro de esos 'reboot' que tanto se llevan en estos tiempos. ¿No te sirve la fórmula de siempre? ¿Necesitas que tu serie no suene a cadena de refritos? ¿Quieres que tu marca reaparezca como algo totalmente nuevo? ¡Haz un reboot!. A veces sale bien, a veces los fans te quemarán porque no has sido fiel. Aunque el nuevo Ace Combat parece que va demasiado de tipo duro y que ha volado un poco por debajo del radar de la expectación, casi podemos prometer que volará más alto que nunca.

Masaro Owada nos lo enseñó de primera mano y hemos podido echar unas intensas y emocionantes partidas, algo que tú también puedes hacer con la beta, para aprender a volar antes del despegue el día 14 de octubre.

Lo primero que salta a la vista para los fans de la serie es el marcado cambio de tono. De guerras ficticias y escenas fantasiosas a conflictos con personas y localizaciones reales/creíbles y colores crudos. Al principio, y durante la demostración de la Gamescom, donde vimos varias secciones de diálogo entre los pilotos, nos pareció que corría el riesgo de quedar demasiado como una americanada bélica, o como otra escena sacada del Call of Duty de turno. Pero creo que nos equivocábamos: el realismo, el polvo y los americanos están ahí, pero de Hollywood se cogen apuntes sobre espectacularidad mientras que se mantiene el ágil sistema de juego arcade de los Project Aces. A lo mejor han dado con la tecla y parece un juego nuevo.

Porque una inyección de producción no le venía nada mal a un juego tan espectacular. Las escenas narrativas se generan con el motor del juego, consiguiendo unos personajes muy convincentes y unos planos muy curiosos. A lo mejor echas de menos el toque anime de antaño, pero, si lo piensas, está escondido debajo de las "comerciales" banderas de los Estados Unidos. Jim DeFella pone la historia de un conflicto dentro de unos años: en 2015, cuando tus pilotos tendrán que arriesgar sus vidas y las de los civiles, pues habrá muchos combates sobre poblaciones conocidas de América, África y Oriente Medio.

Hemos probado el caza y el helicóptero de combate en el modo de control más accesible, y pronto nos hemos visto sorprendidos por el espectáculo, la tensión y las ganas de buscar un objetivo tras otro. Como consiga enganchar así durante todas las horas de la campaña completa y funcione sin problemas en online (hasta 16 jugadores, personalización), lo tendrá todo para sorprender como auguramos.

En el avión, parece que el sistema de control y las indicaciones en pantalla funcionan mejor que nunca. Es realmente intuitivo y en cinco minutos manejas las funciones básicas, sintiéndote capaz de enfrentarte a quien sea (aunque aún no seas un as). La nueva función de persecución de tú a tú (Close Range Assault) multiplica la emoción poniendo tu morro a unos metros de la cola del rival. Todas las acciones con el avión son, obviamente, cuestión de 'timing': esperar al momento justo para poder hacer este asalto cercano, pulsar en el momento justo para esquivar al que te siga y ponerte tras él, esperar a que el radar de los misiles esté listo para disparar rápidamente, colocar la mirilla y apretar el gatillo de la ametralladora cuando corresponda...

Las marcas de la pantalla son estupendas, casi podrías jugar al juego sin "ver" aviones y escenario, sólo pensando en las indicaciones. Pero no pasará, porque lo que se ve es realmente asombroso. La cámara está inquieta, cambia el plano del avión, abusa del 'camera shake', se tuerce, hace zoom. Derriba a un caza y dejará tu espalda para mostrarte la explosión de cerca. Pulsa un botón y correrá a enseñarte un suceso en otro lado del escenario. No llega a marear y el frenesí está garantizado: baja a ras de la ciudad en asalto cercano y se recreará entre los edificios, mientras todo salta por los aires.

Esto de los edificios es un tema que siempre ha quedado regular con los aviones, pues están pensados para combates a más altura y velocidad. Quizás por eso han incluido los geniales helicópteros de combate. El estilo de juego cambia completamente, pero también tiene ADN Ace Combat. Es más lento, el control es diferente (controlas altura con botones, dirección e inclinación con los sticks) y sabe jugar mucho más con el escenario de tierra y sus objetivos. Ocúltate tras un edificio, vuela bajo, esquiva un RPG con una chulesca voltereta, atina en blancos humanos como hormiguitas.

Jugando con el helicóptero se consigue una bienvenida variedad que probablemente invite a ver la siguiente misión en el juego final. Permite contemplar escenarios terrestres mucho más detallados que desde el avión, y disfrutar destrozándolos con misiles. Y no temas si al principio no ves "ni de cantar" con el helicóptero en medio de la pantalla, porque dispones de dos vistas adicionales para tenerlo todo a tiro.

Este juego es marchita pura. Si no te convence ni este último avance ni la demo, sólo te queda la fe: Ace Combat: Assault Horizon será uno de los juegos más destacados de octubre y una de las sorpresas del año. Ahí queda eso.