Se le conocía, por rumores, como Project Omen. Lo nuevo de Austin Texas cerraba la conferencia de Xbox y Bethesda ayer mostrando a sus vampiros y su toque cooperativo bajo el nombre de Redfall. Nombre que puede resultar familiar para quienes hayan tratado de seguir cualquier rumor, por pequeño que sea, sobre The Elder Scrolls VI.
Allá por 2018, surgían problemas en Bethesda por un pequeño conflicto al registrar la marca "Redfall". La compañía lo presentaba en septiembre de ese año y, para muchos fans de TES, esto era indicativo del nombre del nuevo juego, ya que la palabra hacía acto de presencia en Elder Scrolls: Redguard (1998).
Movimiento extraño, ya que nunca se ha visto referencia alguna a Redfall en el mapa de ningún The Elder Scrolls, y sus juegos suelen mirar precisamente a localizaciones dentro de su universo a la hora de coger nombre. Todo era una pista malinterpretada, porque lo que estábamos viendo era el nombre del juego de mundo abierto de Arkane Austin.
¿Y qué pasa con The Elder Scrolls VI? Fue mencionado brevemente en el Xbox & Bethesda Games Showcase, pero solo para pedir calma.