Bajo los abovedados techos de los salones ministeriales de la Unión Europea en Bruselas, Alemania anunció el lunes un paquete de ayuda de 300 millones de euros para Siria, canalizado a través de agencias de Naciones Unidas y ONG para eludir al gobierno de transición de Damasco.
Los fondos, desvelados por la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, antes de una conferencia de donantes de la Unión Europea, pretenden hacer frente a la grave escasez de alimentos, asistencia sanitaria y alojamiento en Siria, al tiempo que apoyan a los países que acogen a refugiados, como Jordania, Líbano, Irak y Turquía.
El compromiso coincide con informes de más de 1.000 muertos en los recientes enfrentamientos costeros entre leales a Assad y facciones islamistas, violencia que Baerbock instó a Damasco a investigar, reiterando la exigencia de un proceso político inclusivo para poner fin a 14 años de crisis.