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All Walls Must Fall

Análisis de All Walls Must Fall

Si al menos pudieras rebobinar el tiempo...

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Primero fue un Kickstarter de éxito, después pasó por Steam Early Access y, desde hace unos días, All Walls Must Fall es un juego completo. La versión de acceso anticipado de la que os hablamos en las impresiones nos dejó con muchas ganas de más, así que hemos vuelto a Berlín Oriental en busca de otra dosis de noches más allá del muro en plena Guerra Fría futura en busca de una valoración.

Es el año 2089, lo que significa que han pasado más de 150 años desde que cayó el telón de acero. Los gobiernos de Berlín Occidental y Berlín Oriental utilizan tecnología del futuro capaz de alterar el tiempo para espiarse mutuamente, así que si está a punto de estallar un conflicto nuclear, mandan a sus mejores agentes al pasado para detener a los culpables, escondiendo sus miserias en la oscuridad del túnel del tiempo. Kai es uno de ellos. A este miembro de la Stasi le encargaron vigilar la vida nocturna de la capital alemana, sobre todo en el ambiente gay. Habla con los DJ, pregunta a sus contactos e interroga a desconocido en busca de terroristas en potencia. Lo que no te queda tan claro es por qué hay que ir de club en club, pero lo bueno es que eso nos permite disfrutar de una banda sonora espectacular y de una pista de baile muy animada.

Decían sus creadores que All Walls Must Fall es una mezcla entre Xcom y Braid, y en cierto modo es una presentación adecuada. Tiene un aparte de combate táctico basada en las coberturas que recuerda rápidamente a Xcom: Enemy Unknown, pero esa forma de manipular el tiempo y el espacio se parece mucho a lo que produjo Jonathan Blow. Kai utiliza tres habilidad distintas para cambiar el flujo del tiempo a su alrededor, rebobinando los hechos propios o los del mundo a su alrededor. Solo dispone de armas convencionales como pistolas y escopetas para meterse en refriegas contra guardias de seguridad y drones. Porque cuando entras en combate el elemento al que más atención hay que prestar es al de unidades de tiempo disponibles, ya que cada acción consume recursos muy valiosos. Cada victoria en una batalla o caba nueva zona descubierta aportan un extra de energía temporal a usar, así que al final se convierte en un ejercicio de equilibrio.

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En All Walls Must Fall el tiempo también es dinero, como recuerda el dicho. Los segundos que quedan al acabar la misión se convierten en créditos que después podemos gastar en desbloquear y mejorar armas, habilidades y aumentos para el policía de la Stasi. Es recomendable, por ejemplo, aplicar un poco de armadura para que aguante más balas. O inyectar feromonas para que la seguridad caiga de rodillas ante él. ¿O cómo creéis que se consigue información en el Berghain hoy en día?

All Walls Must Fall

El sistema de diálogos es un minijuego sencillo, pero bien encajado entre la acción y la exploración para que se note el cambio de ritmo y de tono. Si un vigilante se da cuenta de que estás haciendo algo sospechoso tienes tres opciones para evitar el combate: intimidar, fraternizar o ganar su respeto. Las respuestas erróneas y la chulería llevan de nuevo al enfrentamiento, pero gracias a la capacidad de volver atrás en el tiempo tienes la opción de revertir los errores, como en Life is Strange. Sin olvidar que consume recursos, así que hay que esforzarse por acertar.

El primer contacto con la mecánica de retroceso en el tiempo fue un poco turbio y acabamos fallando y gastando toda la energía restante, abocados al combate. Cuenta tiempo cogerle el truco, pero en cuanto se lo pillas y empiezas a sacarle provecho All Walls Must Fall se convierte en un juego soberbio, te engancha y logra que te gustes.

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Una cantidad de opciones de personalización bastante amplia y un sistema de generación aleatorio de clubes hace que las partidas sean bastante distintas entre sí. Pero si eso no es suficiente, también puedes jugártela a activar la muerte permanente y tratar de acabarlo con una sola vida. Y si hay alguien que quiere un reto aún mayor, puede poner en marcha la cuenta atrás, que va restando un segundo de tiempo de energía por cada segundo real de partida en el que no estés haciendo algo, es decir, que no hay tiempo para reflexionar.

All Walls Must Fall

Sacar partido a sus mecánicas es lo más divertido que puedes hacer en este juego de inbetweengames, sobre todo aprovechando esa variación constante de los escenarios para animar los combates y la de los diálogos para hacer lo propio con las conversaciones. Porque la trama que hay detrás es bastante floja, incapaz de convertirse en el motor del título.

Una pena, porque la versión futurista de Berlín Oriental que se ha inventado el estudio sí mola. Además, han dicho que pronto veremos Berlín Occidental, y hay ganas. Estéticamente está bien, y aparte de un par de fallos que no molestan demasiado, el mayor inconveniente es que visualmente no hay grandes diferencias entre clubes por mucho que se generen de forma aleatoria.

Es el ritmo y la variedad de situaciones jugables lo que nos han hecho disfrutar de All Wall Must Fall. Súmale retos diarios, muerte permanente y la locura de la cuenta atrás y tienes un producto ideal para los amantes de los juegos de estrategia.

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All Walls Must Fall
07 Gamereactor España
7 / 10
+
Muy rejugable. Una gran BSO de ciencia ficción. La mecánica de manipulación del tiempo. Los giros que da el minijuego de conversar a veces...
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... Aunque muchas veces es muy obvio. El diseño de los clubes no cambia mucho. La trama queda en segundo plano.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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