Análisis de Akimbot: Esto NO es Ratchet & Clank

Desde que los videojuegos irrumpieron en la cultura popular, han existido títulos que no sólo definen una generación, sino que también establecen estándares que otros juegos inevitablemente seguirán. Ratchet & Clank, lanzado por primera vez en 2002 por Insomniac Games, es uno de esos títulos que redefinió el género de plataformas y acción en 3D. Con una mezcla perfecta de humor, una dinámica de juego innovadora y una historia atractiva, se convirtió en un referente para futuros desarrolladores.

Ahora, más de dos décadas después del lanzamiento de títulos que marcaron a toda una generación, el estudio independiente francés Evil Raptor, que ganó notoriedad con su aclamado juego Pumpkin Jack (2020), ha decidido recoger el legado de los clásicos y llevarlo a nuevas alturas con este nuevo proyecto: Akimbot.

Este juego, que tiene previsto su lanzamiento el 29 de agosto de 2024, es una clara carta de amor a la época dorada de los juegos de plataformas en 3D, pero también es un intento deliberado de actualizar esos conceptos para una audiencia moderna. Así que después de jugar a Akimbot durante estos días, a continuación presentamos un análisis detallado de este nuevo título, explorando su dinámica de juego, narrativa, diseño, mecánicas, y su inevitable comparación con los gigantes del género.

Antes de sumergirnos en el análisis detallado de Akimbot (también hicimos un avance hace unos meses, durante el Summer Game Fest) es esencial entender el contexto en el que este juego emerge. Los juegos de plataformas en 3D, popularizados a finales de los 90 y principios de los 2000, fueron una parte integral del crecimiento de consolas como la PlayStation 2. Títulos como Crash Bandicoot, Jak & Daxter, y por supuesto, Ratchet & Clank, no solo fueron éxitos comerciales, sino que también sentaron las bases de lo que se espera de un buen juego de acción y plataformas.

Sin embargo, con el tiempo, la industria de los videojuegos comenzó a gravitar hacia géneros más orientados a la acción en primera persona, los juegos de rol masivos y las experiencias multijugador en línea, dejando atrás en gran medida los juegos de plataformas. Este cambio, aunque natural en una industria tan dinámica, dejó a muchos jugadores con una nostalgia por esos títulos que combinaban la exploración con la acción y el humor.

Aquí es donde Akimbot entra en escena. Evil Raptor, al ser un estudio independiente, no está limitado por las mismas expectativas comerciales que los grandes estudios, lo que les permite experimentar y revitalizar géneros que de otro modo podrían haber quedado en el olvido. Pumpkin Jack fue un claro ejemplo de esto, un juego que logró capturar la esencia de los juegos de plataformas de antaño, pero con un toque moderno. Después de jugar a Akimbot podemos decir que sigue ese mismo camino, pero con ambiciones aún mayores.

Akimbot sigue las aventuras de Exe, un robot forajido con habilidades de combate excepcionales, y su compañero, Shipset, un dron con una inclinación por meterse en problemas y un descarado sentido del humor. A primera vista, la dinámica entre estos dos personajes recuerda mucho a la relación entre Ratchet y Clank, una pareja que combina el coraje con el ingenio, creando un dúo inseparable.

Y es que los paralelismos son claros: un héroe principal acompañado de un compañero robótico, un vasto arsenal de armas, y un enfoque en la acción rápida mezclada con plataformas. Sin embargo, reducir Akimbot a un simple clon sería injusto. Aunque Evil Raptor no oculta sus influencias, se esfuerzan por crear una identidad propia.

El tono del juego es un poco más oscuro y maduro en comparación con Ratchet & Clank, con diálogos que, aunque humorísticos, están dirigidos a una audiencia que ha crecido desde los primeros días de PlayStation 2. Esta elección refleja una comprensión profunda del público objetivo: jugadores que buscan revivir la nostalgia de los juegos de su infancia en PS2, pero que también desean experiencias que reflejan su madurez actual.

Uno de los aspectos que más me han impresionado de Akimbot es su mundo. La atención al detalle es evidente, con un diseño de niveles que combina la exploración con el combate de manera fluida. Las islas están interconectadas por una intrincada red de tuberías, que no solo sirven como elementos visuales, sino que también cumplen un papel en la experiencia de juego, permitiendo a los jugadores moverse rápidamente entre diferentes áreas.

El diseño del mundo de Akimbot parece estar inspirado tanto en los clásicos de plataformas como en títulos más modernos que han perfeccionado la creación de entornos inmersivos. La exploración es clave, y el juego recompensa a aquellos que se toman el tiempo para investigar cada rincón y descubrir secretos ocultos. Esto no solo añade rejugabilidad, sino que también hace que cada nivel se sienta vivo y lleno de posibilidades.

Y es que el corazón de cualquier juego de plataformas y acción reside en sus mecánicas de juego (y Akimbot no defrauda en este aspecto). El juego combina a la perfección elementos de combate con plataformas, creando una experiencia que es tanto desafiante como gratificante.

Exe, el protagonista, está equipado con una amplia gama de armas y herramientas que los jugadores pueden personalizar y mejorar a lo largo del juego. Al igual que en Ratchet & Clank, las armas juegan un papel crucial, pero Akimbot introduce su propio toque personal.

Cada arma tiene munición infinita, pero puede sobrecalentarse, lo que obliga a los jugadores a cambiar de armas constantemente y adaptarse a las diferentes situaciones de combate. Esta mecánica de sobrecalentamiento añade un nivel de estrategia al juego, ya que los jugadores deben gestionar cuidadosamente su arsenal durante las intensas batallas.

Además de las armas de fuego, Exe tiene acceso a habilidades de combate cuerpo a cuerpo y movimientos avanzados como el ametrallamiento y las carreras. Estas habilidades no solo son útiles en el combate, sino que también juegan un papel importante en la navegación por los niveles. El combate es dinámico y requiere un enfoque activo por parte del jugador, lo que garantiza encuentros emocionantes y llenos de acción.

Aunque Akimbot se apoya en gran medida en la dinámica de juego, también cuenta con una narrativa que, aunque sencilla, sirve para mantener al jugador comprometido. La historia sigue a Exe y Shipset mientras intentan salvar su mundo de una amenaza misteriosa, un científico loco que busca controlar el universo. Aunque este arco narrativo puede parecer genérico a primera vista, el juego se redime a través de su humor y la química entre los personajes.

Exe, el protagonista, es un héroe de pocas palabras, pero su determinación y habilidades de combate lo convierten en un personaje convincente. Shipset, por otro lado, es el contrapunto perfecto: un dron descarado con un sentido del humor agudo y una inclinación por meterse en problemas. La relación entre estos dos personajes es central en la narrativa y proporciona muchos de los momentos cómicos del juego.

Sin embargo, debo decir que, en mi opinión, uno de los puntos débiles de Akimbot es la calidad de sus diálogos. Aunque hay momentos de brillantez, en general, los diálogos me han parecido bastante forzados. Esto puede hacer que los personajes sean más irritantes que entrañables, lo que es una pena, dado el potencial que tienen.

La mecánica de plataformas en Akimbot es uno de sus puntos más fuertes. Los jugadores deben realizar saltos precisos, utilizar habilidades especiales y resolver puzzles para avanzar. Y Akimbot no se conforma con simplemente replicar lo que otros juegos han hecho antes; en cambio, introduce nuevas ideas que hacen que la experiencia se sienta fresca.

Un ejemplo de esto es la inclusión de minijuegos de hackeo, que ofrecen un descanso del combate y la acción frenética. Estos minijuegos requieren que los jugadores utilicen su ingenio para resolver puzzles, lo que añade una capa de profundidad al juego. Además, hay secciones de conducción, donde los jugadores deben maniobrar vehículos a través de terrenos hostiles, lo que añade variedad y dinamismo.

Y visualmente, Akimbot es un homenaje claro a los juegos de plataformas de la era de PlayStation 2. El estilo artístico es colorido y caricaturesco, con personajes y entornos que parecen sacados directamente de esa época. Sin embargo, Evil Raptor ha aprovechado las tecnologías modernas para mejorar la presentación general del juego. La iluminación, los efectos de partículas y el postprocesado añaden un nivel de pulido que los jugadores de hoy en día esperan.

El diseño de personajes en Akimbot es encantador, aunque no necesariamente revolucionario. Exe tiene un aspecto robusto y funcional, con un diseño que refleja su naturaleza de robot forajido. Shipset, por otro lado, es pequeño y ágil, con una apariencia que contrasta con la de Exe, lo que refuerza su papel como compañero cómico. Los enemigos y jefes también están bien diseñados, con una variedad que mantiene el juego visualmente interesante a lo largo de sus diferentes niveles.

El villano principal de Akimbot es un científico loco cuyo objetivo es tomar el control del universo mediante la creación de un ejército de robots. Aunque este arquetipo de villano es común en los videojuegos, Akimbot lo presenta de una manera que es a la vez familiar y refrescante. El villano no solo es una amenaza en términos de poder, sino que también representa un desafío intelectual, obligando a los jugadores a pensar y adaptarse a medida que avanza la historia.

Y si te gusta enfrentarte a enemigos duros de roer, otra cosa a destacar de Akimbot es que los distintos jefes no siguen los mismos patrones; cada uno tiene patrones de ataque únicos y debilidades que los jugadores deben explotar. Esto añade un nivel de desafío que será bienvenido por aquellos que buscan una experiencia más profunda y gratificante.

Aunque Akimbot no compite con los juegos AAA en gráficos, destaca por su estilo artístico único y atención al detalle. Su rendimiento es fluido y con pocos problemas técnicos, lo cual es crucial para un juego que depende de la precisión en plataformas y combate.

Y si bien el juego se compara inevitablemente con Ratchet & Clank debido a sus similitudes en dinámica de personajes, combinación de combate y plataformas, y un tono humorístico, Akimbot busca establecer su propia identidad al ofrecer un tono más maduro y un enfoque en la personalización del combate, a diferencia de Ratchet & Clank, que se centra más en la historia y el desarrollo de personajes.

Otra diferencia significativa entre ambos juegos es su estructura; mientras Ratchet & Clank sigue una narrativa más lineal, Akimbot ofrece más oportunidades para la exploración y la experimentación. Esto permite a los jugadores abordar los niveles y desafíos de manera más libre, haciendo que Akimbot sea una opción atractiva para quienes prefieren una experiencia de juego más centrada en la acción y la exploración no lineal.

Y eso es todo por hoy: A pesar de sus fortalezas, Akimbot tiene áreas de mejora. Como diálogos a menudo forzados y una narrativa superficial sin desarrollo profundo de personajes. La dinámica de juego, aunque sólida, puede volverse monótona por la repetición de desafíos y enemigos, y la variedad de enemigos es limitada. Y a pesar de sus deficiencias, Akimbot tiene un gran potencial. El juego ya ha capturado la atención de la comunidad de jugadores, especialmente aquellos que tienen un cariño especial por los juegos de plataformas de la era de PS2.

​​Así, con su lanzamiento programado para el 29 de agosto de 2024, Akimbot promete ser una adición significativa al catálogo de juegos de acción y plataformas, una que no solo honra el legado de los grandes títulos del pasado, sino también un título que nos recuerde por qué nos enamoramos de esos juegos en primer lugar, mientras podemos volver a disfrutar de ellos en el presente. Yo he disfrutado rememorando la nostalgia de mis queridos Ratchet & Clank, Jak & Daxter y Crash Bandicoot, pero con un toque moderno (y que sería injusto reducir a un simple clon). ¿Y tú? ¿Te ha gustado este nuevo juego de Evil Raptor? ¿Lo meterías en el mismo saco?