Hace poco más de un año, tuve la oportunidad de probar la Steam Deck y quedé muy impresionado por su hardware. Como es típico de Valve al diseñar dispositivos, encontré unas propuestas tecnológicas bastante sólidas e interesantes. No obstante, durante el tiempo que lo utilizaba, me encontré con algunos problemas de compatibilidad que, aunque no los mencioné con tanto entusiasmo en el artículo que seguía a la reseña principal, considero importante señalar.
La conclusión es bastante clara: al utilizar el sistema operativo Linux, la Steam Deck presenta unas limitaciones críticas que requieren mucha paciencia, ya que la plataforma busca optimizarse para cada uno de los juegos, y sin garantizar la funcionalidad total en todos.
Es evidente que Asus se ha tomado muy en cuenta este consenso crítico y se ha propuesto diseñar su propia PC portátil para juegos. Tras un lanzamiento un tanto confuso el 1 de abril, finalmente llegó al mercado la ROG Ally, cubriendo todas las limitaciones de la Steam Deck.
El primer aspecto que destaca el dispositivo es su atractivo diseño al que se añade un toque de estilo con el elegante color blanco. Además, cuenta con altavoces estéreo duales con el soporte de Dolby Atmos, conectividad WI-FI 6E, Bluetooth 5.1 y otra característica notable, la compatibilidad con la plataforma propia de Asus, llamada XG Mobile GPU (más detalles se presentan más adelante). El dispositivo ofrece una pantalla LCD de 1080p con una frecuencia de actualización de 120Hz y una iluminación RGB alrededor de los joysticks analógicos.
La Ally en comparación con la Deck parece mucho más lujosa, no da la sensación de ser fake, barata o de baja calidad. El diseño está cuidadosamente elaborado, y aunque no se pueda considerar muy sutil en términos de apariencia, su peso de 608 gramos está perfectamente equilibrado, proporcionando una experiencia fluida y sin inconvenientes.
La consola cuenta con un SoC especial, un chip que combina una CPU y una GPU desarrolladas en colaboración con AMD. Este SoC, llamado "Z1", utiliza la arquitectura de seis núcleos y 12 hilos, u ocho núcleos y 16 hilos, según el modelo elegido. Durante el periodo de pruebas, tuvimos la oportunidad de evaluar la variante Z1 Extreme, que es una versión más costosa de ocho núcleos, 16 hilos, 12 núcleos de GPU RDNA 3, 24 MB de caché y ofrece un rendimiento de poco más de 8.6 teraflops. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta cifra por sí sola no refleja completamente el rendimiento real del dispositivo. Para tener un punto de referencia válido, se puede comparar con una Switch, que según las estimaciones de AMD, tiene 0.4 teraflops, por lo que puede ayudar a hacerse una idea de lo que se puede esperar de la Ally, aunque al fin y al cabo, el rendimiento real depende de la optimización.
Existe una discrepancia entre el modelo que he probado, la Z1 Extreme, y el modelo estándar Z1. Según Asus, hay una diferencia significativa de 6.2 teraflops, lo que obliga a tomar una decisión bastante importante al hacer la compra. Es difícil determinar si es un resultado de un proceso de diseño defectuoso o si es beneficioso que ambas variantes ofrezcan dos experiencias de usuario tan distintas.
Cada Ally es compatible con el clásico sistema operativo Windows 11, y al contar con una pantalla táctil, permite que funcione como una mini tableta. Gracias al uso de componentes semi-tradicionales de PC y el sistema operativo más utilizado en el mundo, no habrá problemas de compatibilidad. En teoría, todos los juegos que se lanzan para Windows 11 podrían disfrutarse en la Ally. Sin embargo, es importante mencionar que se requiere el soporte de controladores, y me sorprendió bastante no encontrarlo en juegos como V Rising y Darkest Dungeon II, dos títulos exclusivos de la plataforma de PC.
La amplia compatibilidad es una gran ventaja de la Ally, y Asus también ha tenido en cuenta la experiencia del usuario al incluir cuatro botones adicionales en ambos lados de la pantalla. Dos son los botones estándares de inicio/selección en el diseño de Xbox, mientras que los otros dos son un menú superpuesto que proporciona acceso a diversas configuraciones clásicas de Armory Crate, como el límite de velocidad de fotogramas, los modos de rendimiento y otros detalles interesantes. El último botón te lleva de vuelta al menú principal especial de Armory Crate SE, donde la Ally recopila los juegos de diferentes lanzadores, lo que facilita iniciar los juegos sin complicarse la vida.
Es una idea que en general funciona bien, pero sería poco realista no reconocer que al ganar en compatibilidad con Windows 11, se pierde cierta coherencia en la interfaz. Es inevitable tener que alternar entre Windows 11, Steam en Big Picture Mode e incluso usar la pantalla táctil de vez en cuando para iniciar sesión en la Epic Games Store. Es posible que el teclado virtual no aparezca o que los juegos no se ejecuten a pantalla completa. En mi caso, probé Vampire Survivors, Outer Wilds y Darkest Dungeon II. El primer juego no se mostraba a pantalla completa, el segundo requería un teclado virtual que no aparecía y el tercero ni siquiera se lanzaba correctamente. Aunque Windows 11 ofrece acceso a una amplia variedad de títulos, la colección no está bien seleccionada, optimizada ni adaptada específicamente para tu plataforma. También, como en el caso de todos los PCs, necesitas experimentar para ajustar la Ally a tus necesidades.
Dicho eso, he de decir que la Armory Crate SE es un software sólido y tuve una buena experiencia con su menú principal central desde el cual lancé juegos de Xbox, Epic Games Store, GOG y Steam. Aunque en ocasiones me encontré con diferentes paradigmas de interfaz, Asus ha intentado integrarlos todos y funciona correctamente la mayor parte del tiempo.
La experiencia de juego, en su mayoría, es excelente. En primer lugar, la pantalla es impresionante y los 800p/60Hz de Steam Deck en comparación parecen simplemente obsoletos. El panel de Ally es mucho más brillante, fluido y preciso en cuanto a los colores. Aunque la mayoría de las pruebas se han realizado a una resolución de 1080p, la consola ofrece opciones para lograr una mayor frecuencia de cuadros. Además, su diseño es ergonómico y el peso está muy bien distribuido. Los botones y los joysticks analógicos son muy precisos y casi no hay errores relacionados con el hardware, al menos no he encontrado nada durante los aproximadamente 10 días que tenía para probarlo.
En Geekbench 5 he visto una puntuación de OpenCL de más de 35.000. Sin embargo, vamos a actualizar la reseña con benchmarks adecuados una vez que la Ally se lance y se instalen todos los controladores adecuados. Lo que sí que puedo decir es que en la mayoría de los juegos, desde Cyberpunk 2077 hasta Death Stranding, desde Outer Wilds hasta Darkest Dungeon II, en general es posible alcanzar los 60 FPS si ajustas la configuración, y eso sin tener que modificar la resolución de 1080p. No he encontrado nada que haga que ejecutar Windows 11 en segundo plano tenga un efecto negativo sobre la experiencia de juego, aunque es importante tener en cuenta que la consola no alcanza los 60 FPS en configuraciones altas o Ultra ni ofrece efectos visuales como Ray-Tracing. Sin embargo, al mantener expectativas realistas, la Z1 Extreme es un dispositivo especial y debería ser aproximadamente un 15% mejor que las PCs portátiles de la generación Ryzen 6800U, como las de los competidores OnePlayerX y Ayaneo.
Es cierto que en el caso de la Z1 Extreme hay un sacrificio bastante importante en forma de la duración de la batería. He tenido una Steam Deck desde su lanzamiento y también una Switch OLED, por lo que estoy acostumbrado a una duración de batería bastante escasa, pero en el caso de Ally, he notado que la duración de la batería es bastante limitada, llegando aproximadamente a una hora de uso, siendo generoso en mis estimaciones. Para intentar mitigar el problema con duración, recomendaría configurar el dispositivo en "Modo Silencioso", apagar la iluminación RGB alrededor de los joysticks analógicos y, al ser posible, activar una limitación en la frecuencia de cuadros. Por suerte, estas configuraciones se pueden ajustar fácilmente a través de los "Ajustes Rápidos". No obstante, la duración de la batería sigue siendo un punto débil para Asus sin duda ninguna.
En general, el ROG Ally ha demostrado ser un éxito al combinarlo con un XG Mobile (disponible en varias variantes y precios), lo cual ofrece la oportunidad de obtener la Z1 Extreme equipada con una RTX 3080 Ti e incluso una 4090. Esta combinación permite conectar accesorios clave como controladores, ratón/teclado o pantallas. La Ally tiene un potencial para convertirse en un PC de juegos en televisión y una consola portátil, ya que cuenta con la potencia necesaria para satisfacer ambas necesidades. Aunque es una pena que la duración de la batería sea limitada, Asus está muy cerca de garantizarse un asiento importante en este aspecto.
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