El DJI Flip es otro de esos productos que pueden parecer difíciles de entender de primeras, hasta que analizas detenidamente la gama de productos del fabricante y te das cuenta de que encaja perfectamente entre otros dos modelos. Este es más barato que un Mini 4 Pro, pero el doble de caro que el Neo, por lo que es evidente que su funcionalidad también está pensada para no ofrecer ni mucho ni poco.
Así pues, a grandes rasgos, esto es lo que sería el Flip. Por supuesto, presenta algunas particularidades que, con suerte, abrirán la puerta a nuevas decisiones de diseño que influirán en el resto de la gama del fabricante. Sin embargo, en esencia, este es el dron ideal si crees que el Mini 4 Pro se sale de tu presupuesto y el Neo te parece demasiado barato.
Asimismo, todo lo mejor que DJI puede ofrecer, queda recogido en este producto. Cuenta con un chasis ligero de plástico que tan solo pesa 249 gramos, cifra clave para las licencias de vuelo. No obstante, se siente muy robusto en la mano. Una de las principales novedades del Flip es que incorpora protectores circulares para las hélices, los cuales pueden "voltearse" para quedar, por así decirlo, debajo del cuerpo del dron. Gracias a este diseño, el Flip es increíblemente compacto y, debido a que las hélices están integradas en las turbinas, son bastante más estables que las que puedes encontrar en los drones mucho más caros.
Como el dron cuenta con protectores, es más difícil que se rompa en un accidente, lo que también es necesario dada la falta de sensores multidireccionales que detecten si estás a punto de chocar con algo, tanto por arriba como por el lateral. Solamente tiene un sensor en la parte de abajo, pero bueno, al igual que el Neo, está hecho para soportar algunos cuantos golpes de vez en cuando. Por otro lado, también cuenta con un sensor infrarrojo en la parte delantera que previene de manera automática colisiones frontales, además de que la función de frenado en seco es bastante eficaz.
Dado que las hélices no están diseñadas para volar libremente, el Flip es mucho más rígido que el Mini 4 Pro. Esto quiere decir, que si bien puede llegar a ser extremadamente estable cuando hace buen tiempo, también pierde el equilibrio más rápido cuando el viento se levanta. De todas formas, no es un inconveniente demasiado significativo y, en general, es lo suficientemente estable como para que no notáramos problemas importantes durante las pruebas.
El sensor de la cámara es un CMOS Quad Bayer de 49 megapíxeles con un tamaño de 1/1,3 pulgadas y permite grabar en 4K a 60 fps, o en 4K a 100 fps en cámara lenta. Al igual que en otros drones de la marca, la cámara se sitúa sobre un gimbal sensible y, como es de esperar, puede capturar imágenes en formato RAW con una resolución de hasta 48 megapíxeles. Y, en caso de que prefieras grabar vídeos, incluye HDR, D-Log M y HLG, entre otros perfiles de color. De hecho, es exactamente la misma cámara del Mini 4 Pro, y eso es casi lo mejor del Flip.
Puede volar por 31 minutos seguidos con una batería recargable y, gracias a la protección adicional que trae consigo y al hecho de que puede despegar desde tu mano sin problema como el Neo, el Flip se posiciona como el dron más versátil de toda la gama de DJI. Es cierto que su diseño está centrado, quizás demasiado, en encajar en una línea de productos tan competida, pero aun así, probablemente este sea el dron más recomendable para un consumidor promedio de la marca. Tiene de todo: protección, una batería duradera, cámara, y ofrece una experiencia de usuario excelente. Así pues, si no te importa dejar de lado los sensores adicionales, te darás cuenta de que sigue siendo un producto más que "aceptable".