DJI ha conseguido bajar sus precios constantemente en varias ocasiones ya, haciendo más fácil para aficionados con un gran entusiasmo y profesionales con presupuestos ajustados (además de otros usuarios entre estos dos extremos) el tomar mejores fotografías y de manera más versátil. Eso es justo lo que llamaríamos un "momento decisivo" para el fabricante.
El DJI Neo cuesta unos 200 euros y por ese precio recibimos el ecosistema completo de DJI con sus aplicaciones, sus montones de accesorios y sus muchos, pero muchos años de experiencia. Pero, además de todo esto, obtenemos un dron robusto y bien diseñado que está pensado para soportar lo que se le venga encima y que nos proporciona fotografías y vídeos en 4K, junto con un tiempo máximo de vuelo de 18 minutos.
Aunque es más simple que otros modelos, porque está hecho para ser así, DJI nuevamente cuenta con la experiencia necesaria para no recortar en elementos esenciales que aseguran unas imágenes estables y un vuelo muy entretenido. El Neo está equipado con un sistema de posicionamiento visual monocular por infrarrojos, un estabilizador mecánico (aunque este solamente se mueve en un eje único) y un sensor de imagen con la tecnología integrada de RockSteady y HorizonBalacing, que normalmente están presentes en drones de DJI mucho más caros.
Hay que mencionar que podemos comprar el clásico pack Vuela Más, pero este solo incluye el control remoto RC-N3, con el que necesitamos usar nuestros propios móviles y tener la aplicación instalada. Sin embargo, también podemos comprar un RC2 con una pantalla integrada. De cualquier forma, el DJI Neo garantiza una experiencia de vuelo ultraestabilizada que se ha perfeccionado a lo largo de muchos años de experiencia, asegurando a su vez que a pesar del "peso pluma" de 135 gramos que caracteriza a este dispositivo, prácticamente baila por los aires.
La configuración con la aplicación Fly sigue siendo tan sencilla como siempre, incluso a 5 o 6 kilómetros de distancia como máximo (aunque según las instrucciones son 7km), la señal sigue siendo estable sin importar que usemos un control para móvil o un control remoto convencional. La mayoría de las funciones de DJI Neo son versiones que ya conocíamos de los productos de otras marcas, pero a un precio de salida claramente más competitivo y estos drones al alcance de todos gustan mucho.
Por supuesto, también cuenta con varias novedades. El DJI Neo pesa tan poco que, técnicamente hablando, puede despegar desde la palma de nuestra mano e incluso aterrizar en ella si lo necesitamos. Los nuevos preajustes están bastante bien, pero la joya de la corona de este dispositivo es el sensor de imagen mencionado anteriormente, que genera grabaciones y fotografías en 4K sorprendentemente definidas. Pero, lo que hace que Neo avance a pasos de gigante es que ofrece lo esencial de un dron de manera muy convincente y por solo una parte del precio estándar.
Sin embargo, ¿qué pegas se le puede poner a este dispositivo? Resulta difícil quejarse de que "solo" puede volar durante 15 minutos (o incluso 10) con una única carga, pero, si no necesitáramos comprar el pack Vuela Más directamente, esto sería sin duda un gran punto a su favor. Aún así, por algo menos de 200€ nos podemos llevar un artículo genial con muchísimos accesorios, por lo que es fácil imaginar a más de uno con un Neo como regalo de navidad, adentrándose por primera vez en el mundo del vuelo de drones. Ya de por sí, es una locura que DJI haya pasado de crear equipos bastante serios y profesionales a esto, pero, como dice la famosa frase de la obra de arte Mad Max: Furia en la carretera: "¡Oh qué día!¡Qué hermoso día!".