A principios de verano Square Enix me llevó a una sesión secreta de preview donde nos dejaron probar, antes incluso de su anuncio oficial, Dragon Quest III HD-2D Remake. Una prueba que era más un breve escaparate técnico que una prueba profunda del concepto y la razón de existir de esta reimaginación del clásico de 1988. Entonces pude atisbar algunas de las novedades (casi todas evidentes) del juego, pero sabía que si la editora quería escribir un nuevo capítulo de Dragon Quest en una nueva generación de jugadores, iba a necesitar algo más que un buen lavado de cara a la historia. Y tras haberme sumergido en su mundo de fantasía durante muchas horas en los últimos días, creo que puedo abrazar la decisión con alegría y cierta satisfacción, sin perder de vista que este es uno de los juegos fundacionales de lo que hoy todos conocemos como JRPG.
Dragon Quest es, dentro del catálogo de juegos de rol japonés, lo inalterable. Su iconografía, temas, monstruos y estética ha variado muy poco en sus 38 años de historia. En la actual Square Enix, las innovaciones y experimentos progresistas se los puede llevar gustoso Final Fantasy (una franquicia que nació, precisamente, como una aproximación a Dragon Quest), porque sería impensable (al menos, en las once entregas titulares hasta la fecha) tocar esta serie que es ya una parte intrínseca de la cultura popular japonesa sin provocar un terremoto social en el país. Pero, al mismo tiempo, el público más joven lo tiene más y más difícil para conectar con ella después de tanto tiempo y, por supuesto, está el asunto de la proyección internacional. ¿Cómo renovar la serie y contentar a los fans de toda la vida? Afortunadamente, el estudio y editora encontró hace unos años la solución perfecta: HD-2D. Una tecnología propietaria con la que reconstruir esos escenarios bidimensionales de los JRPG más antiguos y reconstruirlos ofreciendo gráficos actuales, animaciones y escenas cinemáticas más cuidadas, una visión tridimensional y una mayor profundidad.
Lo de la proyección internacional no era una mera floritura de redactor. Dragon Quest III HD-2D Remake es, por encima de todo si vives en Europa, una deuda saldada de casi 40 años. Salvo por una casi desapercibida versión para móviles en 2014, Square Enix nunca publicó en nuestra región las primeras entregas de Dragon Quest, aunque sí lo hicieran en Norteamérica. De modo que, al igual que tú, si decides emprender este viaje y no has echado mano de copias NTSC, este ha sido mi primer viaje por Reino de Aliana y el mundo más allá de sus fronteras. Y vaya viaje.
Nuestra aventura comienza el día que cumplimos 16 años, nuestro héroe (o heroína, ya que podemos elegir entre chico o chica) es el hijo de un valiente guerrero desaparecido en combate llamado Ortega. El rey de Aliana nos encarga continuar con la misión de nuestro padre y derrotar al mal que amenaza al mundo en forma del archienemigo Baremos. De modo que, con la bendición del rey y un grupo de variopintos luchadores reclutados en la taberna local, partimos en busca de nuestro destino. La historia en Dragon Quest III HD-2D Remake se mantiene prácticamente inalterada respecto al original, aunque las distancias tanto espaciales como narrativas entre los distintos hitos ha variado un poco.
Para empezar, el prólogo donde el héroe se encuentra en sueños con la diosa ha cambiado su desarrollo, aunque el juicio y sus palabras son similares. También se ha añadido más trasfondo sobre Ortega, y ahora los diálogos de las escenas tienen actuación de voz, con doblaje en japonés o en inglés. Este es solo uno de los pequeños añadidos a la calidad de vida del título, pero no el único. También tenemos la bendita opción de acelerar los combates hasta en dos niveles extra de velocidad, lo que hará tus sesiones de farmeo de nivel algo más amenas.
También el mapa, aunque con disposición similar, se ha estirado, de forma que lo que en 1988 (o 1991 en Super Famicom) eran un par de minutos, aquí se convierten en el doble o más. Con diferencia, este es el mejor añadido en Dragon Quest III HD-2D Remake. La profundidad del estilo artístico es, como ya comenté en mis primeras impresiones, un regalo para los sentidos. Todas las localizaciones se sienten tan llenas de vida y detalle por el uso de las fuentes de luz, los reflejos en el agua, las sombras... Habrá ocasiones en que dejes a un lado tu real cometido y te dediques a explorar, buscando punto de interés o tesoros escondidos simplemente por el placer de ver como el ciclo de día y noche va alargando las sombras sobre tus personajes, o ver el sol del atardecer caer poco a poco sobre las aguas tranquilas de un río. Si agradeciste el salto técnico entre el primer Octopath Traveler y su secuela, aquí vas a notar un nuevo salto adelante en lo que HD-2D puede ofrecer al videojuego. Pero no hay que olvidar que este Dragon Quest III HD-2D Remake es un JRPG clásico, así que entre una misión y otra de la historia vamos a pasar mucho, pero que mucho, tiempo luchando.
En el combate tenemos otra de las principales novedades de este Dragon Quest III HD-2D Remake. Más allá de que las batallas se sucedan con mayor o menor rapidez, todos los enemigos cuentan ahora con animaciones en pantalla, atacando o cayendo al ser derrotados. Todos los ataques y magia también tienen su propia identidad visual con colores, lo que da más dinamismo e inmersión. También se ha rehecho la interfaz dentro y fuera del combate, para que navegar por los menús de objetos y equipo sea más intuitivo, y se ha añadido algo que llaman evocar recuerdos, para poder hacer un seguimiento de la historia y lo que has logrado hasta el momento en la pestaña del menú. En definitiva, son pequeñas mejoras aquí y allá que se apilan una sobre otra para elevar el conjunto.
Y vas a agradecer toda la ayuda que puedas, porque Dragon Quest III HD-2D Remake es un juego duro y exigente. Enseguida aprenderás a no desperdiciar ni un solo objeto de curación, y querrás arriesgarte por llegar hasta ese cofre lejano en busca de u arma o armadura mejor, con suerte. Cada paso lejos de la seguridad de una aldea es un desafío por la dureza de las batallas y el ahorro de los puntos de magia (PM), que se convierten en el tesoro más preciado. Un consejo obvio es tratar de conseguir armas o conjuros de daño a grupos de enemigos para evitar darles más turnos en batalla. Incluso con todas las precauciones posibles, el grupo puede acabar derrotado, y te tocará gastar tu preciado oro en acudir a una iglesia de la Diosa a resucitar a tus compañeros, o a reclutar y subir de nivel a otros nuevos. Pero si ves que este pico de dificultad es demasiado, ahora tienes una opción para poner el juego en fácil, y el principal cambio es que no importe lo mucho que te golpeen, tus personajes siempre se quedarán con un punto de vida. Y si estás tan loco como para querer sudar sangre, también tiene un modo difícil para volver a este Dragon Quest III HD-2D Remake, en opinión de un servidor, imposible.
Casi nada de esto pillará de sorpresa a los veteranos de la franquicia Dragon Quest. Entonces, ¿qué hay en este HD-2D Remake para ellos? Si eres completista, seguro que querrás conseguir a todos los monstruos para la Arena de Romaria, y todas las minimedallas. Pero lo que más vas a disfrutar es con la música. La banda sonora reorquestada de Koichi Sugiyama, una obra maestra atemporal en la historia de los videojuegos, llega aquí a su máxima expresión con un arreglo orquestal bellísimamente interpretado. Su traslación de los desde 1988 lo convierten en una de las mejores bandas sonoras en videojuegos que escucharás este año, y quizá que hayas escuchado en los anteriores.
No tengo mucho de lo que quejarme sobre este Dragon Quest III HD-2D Remake. He completado el juego en la versión 1.0.0 en Nintendo Switch y no he tenido ningún tipo de lag ni tampoco he sufrido ningún bug. La única pega que le puedes encontrar es que es Dragon Quest III. Si no estás acostumbrado a este tipo de juegos, donde necesitas invertir buena parte del tiempo luchando para subir de nivel en un bucle de horas cada vez mayor, quizá esto no sea para ti. Pero si quieres conocer el mito y dejarte llevar por una historia clásica con un apartado gráfico sin igual, entonces Dragon Quest III HD-2D Remake es tu puerta de entrada a la serie. Bienvenido a la aventura.