Análisis de Dredge: The Iron Rig

Dredge de Black Salt Games es uno de los mayores éxitos indie de los últimos años. Fue el primer juego del equipo, pero gracias a una premisa única enmarcada en una mecánica sencilla, pero sólida, el juego ganó suficiente expectación online como para tener un efecto de autoperpetuación. Desde entonces, el estudio ha insistido en ampliar el juego con más contenido, culminando con Iron Rig, la mayor y posiblemente última expansión del juego hasta la fecha.

En principio, Iron Rig puede completarse más o menos al mismo tiempo que el juego base, y los rincones relativamente divididos del mundo, donde se te envía a recoger los artefactos cruciales utilizados para hacer avanzar la narrativa del juego, se convierten rápidamente en una simbiosis perfecta con la historia.

Esa historia, por cierto, es relativamente sencilla: una gigantesca plataforma de perforación petrolífera está ultimando los últimos taladros preliminares antes de bajar la gigantesca perforadora a las misteriosas profundidades. Apareces y te ofreces a ayudar a la feroz Corporación Ironhaven a poner en marcha los diversos departamentos de la plataforma. Lo haces principalmente encontrando restos de Ironhaven por el mundo del juego, y finalmente estas perforaciones petrolíferas introducen vertidos por todo el mundo que atraen a especies de peces desconocidas desde las profundidades.

Narrativamente, no hay mucho nuevo bajo el sol aquí, y aunque el tono, el lore y el enfoque son muy similares a las estructuras preexistentes que conocemos del juego principal, es un poco escaso. Entregas materiales, atrapas nuevas especies de peces, entregas más materiales, mejoras la plataforma de perforación y, por último, tomas una decisión un tanto arbitraria sobre el futuro de la plataforma y ya está.

No es decepcionante como tal, pero dado que Black Salt empujó a Iron Rig desde un lanzamiento durante el cuarto trimestre del año pasado hasta ahora, no está asumiendo ningún riesgo narrativo significativo, ni la expansión añade nada a tu personaje o al marco narrativo del juego base. Esto es "sólo" un DLC, para bien o para mal.

No hay nuevas mecánicas como tales. Sí, pescas nuevos peces y entregas nuevos materiales para iniciar el desarrollo de nuevos departamentos en la plataforma petrolífera. Es la misma metáfora de mejora que ya dominaba el juego base, solo que aquí hay más, y estas mejoras en realidad se traducen en beneficios que hacen que el propio juego base sea mucho más fácil. Entonces, ¿qué pensamos al respecto? Vaya, no estoy seguro.

Además, Iron Rig pone un obstáculo muy, muy molesto en tu progreso, especialmente si juegas en una partida guardada que ya has completado. Para poder pescar en el petróleo, tienes que mejorar tus cañas de pescar, lo que significa básicamente que tienes que dedicar tiempo, de nuevo, a reorganizar el equipo que ya te ha costado construir. Es una pena que a Black Salt no se le ocurrieran formas más creativas de poner obstáculos al jugador que pedirle que haga exactamente lo mismo otra vez. En lugar de asegurarte de que puedes pescar en todas partes con el equipo que llevas a bordo, ahora tienes que asegurarte de que todas tus cañas de pescar también pueden pescar en aceite. Genial.

Dredge es un buen juego, de hecho es un juego realmente bueno. Además, es un juego que merece tu tiempo si no lo has jugado antes, y esta edición más completa que combina la expansión Iron Rig y The Pale Reach solo hace que este paquete sea más robusto. Pero como expansión independiente, no hay suficiente ingenio como para requerir una reinstalación sólo con esta excusa.