Ya hemos hablado maravillas de las cafeteras Sage en varias ocasiones, y seguimos haciéndolo. El importantísimo acto táctil de presionar los granos molidos en el émbolo e iniciar tú mismo el proceso de preparación es una alegría que nunca se acaba, incluso después de cientos de tazas.
Pero el hecho es que no todos los hogares tienen tiempo o ganas de marcar cada taza de café preparada con tanto trabajo, por muy satisfactorio que sea ese trabajo. Y si buscas algo un poco más automatizado, pero sin renunciar a la calidad, la versatilidad o el diseño, es difícil imaginar una cafetera mejor que la Delonghi Rivelia.
Recibimos la versión verde para probarla, y aunque carece del acabado en aluminio cepillado de la Sage, tiene carácter y todo hace clic y gira con facilidad y gracia. Es una máquina elegante, no cabe duda, y su perfil ligeramente más delgado hace que ocupe mucho menos espacio que la cafetera media, muchas gracias.
La pequeña pantalla de la parte superior es fiable y también responde relativamente bien. Tienes la opción de crear perfiles de usuario individuales, y cada uno de ellos puede diseñar el carrusel de tipos de café disponibles, así como darles nombres y otras características distintivas. En general, Delonghi ha conseguido que la experiencia del usuario sea perfecta, y todo, desde el accesorio de la tolva de granos (tienes dos para intercambiar en caliente) hasta el desplazamiento para encontrar la taza que buscas, es suave y elegante.
Es a la vez extremadamente compacta y todo lo que necesita está a un clic. Esto último puede parecer una tontería, pero cuando estás acostumbrado a Sage y al mar de accesorios que tienen que vivir en pequeñas cestas para guardarse, hay algo refrescante en usar una cafetera que tiene todo lo que necesita conectado, encajado y listo para usar. Hablamos también del recipiente de leche extraíble de 200 mililitros, que puedes quitar fácilmente y guardar en el frigorífico cuando no lo uses. Preparar un capuchino es tan sencillo como sacarlo de la nevera y encajarlo en la parte delantera, y listo. No, la espuma no es tan abundante como si la hicieras tú mismo al vapor, pero casi.
Como ya se ha dicho, puedes cambiar en caliente entre los dos recipientes de granos, que pueden contener 250 gramos. La idea es que puedas tener dos tipos distintos de tus alubias favoritas y que sea tan fácil como encenderlas y apagarlas. Es un añadido bastante agradable y es difícil quejarse de opciones de personalización adicionales. En cualquier caso, hay dos tecnologías clave que se aseguran de que obtengas lo mejor de tus granos: Bead Adapt y LatteCrema. Básicamente, se trata de medidores y sensores que determinan cómo extraer el máximo sabor del grano elegido y cómo puede funcionar la máquina de la forma más eficaz con la leche elegida. Es un concepto sencillo, pero la idea es optimizar ese café concreto con los componentes que has reunido.
La limpieza también es relativamente sencilla. Sí, sigues teniendo que medir la dureza del agua con una pequeña y molesta tira de pH, tienes que cambiar el filtro de cal de vez en cuando, y también recibes una solución desincrustante para evitar la acumulación de cal, y sí, de vez en cuando vierte agua caliente en la bandeja de goteo. Es todo un poco molesto, sí, pero tengo la sensación de que estas molestias son necesarias ahora mismo, dada la forma en que están diseñadas este tipo de cafeteras. Algún día encontraremos la forma de construir una cafetera que prácticamente no necesite mantenimiento y, teniendo todo en cuenta, ya estamos bastante cerca.
El precio es elevado, puedes conseguir una Rivelia por unos 900 euros, pero dicho esto, no puedes conseguir una Sage Barista Touch por ese dinero, y podría decirse que es la competidora más cercana en este aspecto. Es todo un ahorro, y para muchos, el resultado será más automatizado e igual de nítido. Porque el café sabe bien, eso es lo más importante, y realmente lo hace. Tarda 30 segundos en calentarse, 35 segundos en prepararse y sabe bien. Aquí es donde todo se vuelve un poco anecdótico, porque no soy una experta en ese sentido, solo bebo mucho café y me preocupo mucho por los granos que compro, pero me gustaron mucho los resultados que obtuve con Rivelia.
Es difícil decir si es la cafetera perfecta para ti. Sin duda hay alternativas más baratas que sacrifican las funciones circundantes y el diseño, pero conservan el núcleo afilado por un precio menor, pero la Rivelia es bastante asombrosa y he disfrutado cada día con ella.