Análisis de LG C4 42"

La serie C de LG sigue siendo la más popular entre los lectores de Gamereactor y seguramente también lo sea en otras partes de Occidente, donde la gente se preocupa un mínimo por qué TV poner en su salón. La apuesta que hizo hace años LG por la tecnología OLED fue un éxito total. La empresa tomó el control del mercado con mucha fuerza, convirtiéndose en líder a nivel internacional.

Sin embargo, en los últimos años, LG ha estado centrando sus verdaderas innovaciones técnicas en la serie G, que se vende a precios mucho más altos. De esta manera, la serie C ha pasado al segundo plano, sin importar lo popular que es o lo mucho que gusta.

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Hay que decir que no vemos una gran diferencia entre el modelo C4 y el C3. Se trata de un 10% más de brillo medido en HDR NITS según la escena, la nueva versión IA del procesador Alpha a9, la actualización WebOS 24 y una pequeña mejora en la calidad de los colores en general, tanto en el Modo de juego, como en contenido en SDR y 4K HDR.

Aun así, el C4 sigue siendo una TV genial si la miramos por el lado de las especificaciones técnicas. La TV es increíblemente fina y sigue incluyendo los mismos 4 puertos HDMI 2.1, además de que nos ofrece 4K/120Hz para nuestras consolas, aunque para ordenadores con VRR y ALLM ofrece 4K/144Hz. El borde de la pantalla también es fino como el papel, la TV no pesa tanto como antes por su poco grosor y, a pesar de que los altavoces integrados siguen siendo poco recomendables, son algo más decentes que los de las versiones anteriores.

A la serie C de LG le sigue faltando el HDR10+, lo que es una pena. Pero, aparte de eso, cuenta con toda la tecnología indispensable que esperaríamos de una serie tan emblemática. Incluye prácticamente todo: HDR10, Dolby Vision HDR, HLG, Dolby Atmos, etc. Estas tecnologías van de la mano de la gran calidad que tienen los paneles EVO, ya infalibles para LG, y crean imágenes que nos dejan, cuando menos, con la boca abierta. Aquí también es donde entra en juego el aumento del brillo, ya que según LG, el C4 se diferencia del C3 por un 25% más de brillo. Como siempre, depende de la imagen en concreto, pero la idea de que LG sacrifica el brillo para obtener un contraste más profundo con los LED iluminados individualmente es cosa del pasado.

Sin duda alguna, con el paso del tiempo LG ha mejorado muchísimo en el control de estos paneles LED específicamente, además de en la entrega de imágenes sin rastro alguno de blooming alrededor de los colores brillantes, como cuando aparecen subtítulos sobre un fondo oscuro. Si vemos una película como Blade Runner 2049 o Dune: Parte Dos (o cualquiera de las películas de Denis Villeneuve) por ejemplo, notaríamos el aumento del contraste en todo su esplendor. También hay realmente una gran diferencia entre la profundidad de un panel LED y la de un QLED, por ejemplo. Simplemente se nota.

LG también ha hecho muchos avances con WebOS 24, que aunque ha tenido sus idas y venidas, ahora parece un sistema operativo mucho más robusto que antes. Han conseguido darnos acceso directo a muchas aplicaciones útiles y bajar la sensibilidad del asistente de IA, que era algo insistente, de modo que podemos desactivarlo (aunque no sé cómo se las apaña para volver a activarse siempre). Aparte de esto, el puntero del mando sigue siendo igual de útil. En cuanto al Magic Remote, estoy seguro de que no todo el mundo me dará la razón. Así que simplemente diré que quiero con todas mis fuerzas que LG diseñe una versión más fina y simple para este aparatejo de plástico. Eso sí, funcional es, no se puede negar.

Teniendo esto último en cuenta, LG realmente ha sabido resolver todos los retos que se presentaban en sus anteriores modelos. El C4 cuenta con un sistema operativo sólido, un mando funcional, un diseño fino, además de unas imágenes impresionantes. De verdad que me encanta esta tele y, cuando se le aplica alguna oferta especial (como suele hacer el fabricante), es una mejora increíble para los usuarios con un modelo C1 u otros más antiguos.