El pasado mes de junio varios redactores de Gamereactor coincidíamos en conceder la máxima valoración a los JBL Live Beam 3. Su relación calidad/precio era asombrosa, su sonido de lo mejorcito hasta la fecha y su estuche de carga inteligente con pantalla táctil ya no nos parecía un cachivache para cobrarte más. Antes de terminar ese verano, sin embargo, JBL desveló los Tour Pro 3 en plena Gamescom, en una presentación por sorpresa a la que asistimos en persona. Sus dos grandes ases en la manga eran incluir dos transductores por auricular para mejorar la calidad de sonido y convertir la smart charging case en todo un emisor/receptor analógico y digital. Desde entonces llevo usándolos.
Lo primero que he de decir es que parece que JBL ha encontrado el modo de gestionar mejor el consumo de batería de los propios earbuds. Tuve algunos problemas con los Reflect Flow Pro para deporte o con los Quantum TWS para gaming y uso cotidiano, viendo que la unidad L o R empezaba a drenarse demasiado rápido tras meses de uso. Lo bueno de que esta reseña llegue tan tarde es que puedo corroborar que las unidades de JBL Tour Pro 3 son mucho más eficientes tras más de cuatro meses de uso diario. Eso hablando de los pequeños earbuds, ahora después iré al estuche.
Siguiendo por la calidad de sonido, he podido comparar los JBL Tour Pro 3 con los otros modelos arriba mencionados y con otros cuatro modelos de gama similar de JBL y de otras marcas. Para mí, al igual que para mi hermano, que trabaja de productor, compositor y músico, los Tour Pro 3 dan un pequeño salto de calidad respecto a los Live Beam 3. La comparación con los Quantum TWS es más sesgada porque esos vienen más coloreados para los efectos explosivos de los videojuegos, pero la diferencia respecto a los Beam la marca precisamente la separación del dual drive.
Hay quien te dirá que pierden la personalidad típica de JBL, ya que los Beam se quedan a caballo de los Quantum TWS y estos Tour Pro 3 en aquello de marcar una "V" en la curva por defecto, pero lo cierto es que los Tour Pro 3 son, valga la redundancia, más profesionales. En otras palabras, son más planos o de estudio, con voces más claras y sin perder una representación de los subgraves verdaderamente profunda y sorprendente. Y si no te resultan lo bastante "excitantes", prueba con otra ecualización. Pero, de nuevo, estos earbuds están entre lo mejorcito en calidad en la gama sobre los 300 euros.
¿300 euros? Sí, y esta no es de esas reseñas que hago a veces cuando es la oportunidad de hacerse con un producto de electrónica de consumo porque acaba de bajar de precio. Harman mantiene este modelo en ese PVPr y siempre alegarán, con razón, que incluye mucha tecnología.
Porque, para terminar con los auriculares en sí, su cancelación de ruido ANC adaptativa también implica un salto importante respecto a la gama Live y respecto a otras marcas. Es totalmente perceptible cómo va adaptando la eliminación por onda inversa e IA cuando cambias de ambiente, sobre todo en medios de transporte. Dicho esto, sigue sufriendo algo con viento fuerte (y de eso sabemos en Ciudad Real), principalmente en la calidad de las llamadas. Asimismo, a la tecnología Smart Talk, por la cual el earbud se silencia automáticamente cuando hablas, todavía le falta madurez. Aun así, también me encanta la función "llamada privada" (Private Call Mode), por la cual puedes quitarte un auricular y pegártelo a la boca para hablar bajito de forma discreta o en entornos más ruidosos.
De verdad, estos pequeñines son capaces de cosas increíbles para ese tamaño y me han dejado una claridad y unos detalles en distintos géneros que no me proporcionan cascos de diadema como los antaño reputadísimos Sony 1000XM3. Tal y como lo oís.
Y luego está el estuche. La smart charging case de los JBL Tour Pro 3 es todo un invento, porque coge lo que ya empezaba a convencernos de la gama Live y lo lleva a otro nivel. Han ampliado las cosas que puedes hacer desde la pantallita táctil porque ahora conecta como dispositivo aparte a tu smartphone o fuente de audio. Todavía echo en falta no poder darle a "me gusta" a un temazo de Spotify desde la cajita, pero espero que esto y la ausencia de info de algunas canciones y llamadas lo actualicen con un parche.
Pero el gran avance no viene con la pantalla y la doble conexión, sino con las posibilidades de fuente de audio. Ya no solo es posible conectarse en dual por 2,4 GHz con lag mínimo y Bluetooth, sino que la smart charging case viene, de serie, como receptor de fuentes tanto USB-C como minijack estéreo, lo segundo con un cablecito incluido. Esto amplía literalmente la compatibilidad de los auriculares a cualquier instrumento u origen imaginable, desde reproductores antiguos hasta consolas, aparatos analógicos, amplificadores o lo que se te ocurra, que luego llegan de forma inalámbrica a tus oídos. Y a la inversa, porque si los auriculares se pueden conectar a cualquier fuente del nuevo formato Auracast, la cajita también puede emitir cualquier cosa "que le metas", digital o analógica, por el mismo protocolo.
Si me pongo tiquismiquis no es tan cómodo como jugar en Nintendo Switch con los Quantum TWS, que traen un pequeño USB dongle para conectar al puerto inferior de la máquina. Aquí, si quieres cable para evitar el lag tendrás el estuche colgando del conector estéreo o del USB-C, pero estoy hablando de un uso muy concreto, porque evidentemente lo que viene con los JBL Tour Pro 3 es una brillante innovación multiusos.
Naturalmente, lo otro que se le puede achacar al estuche aparte del consumo adicional de batería es el peso y el tamaño del conjunto, bastante por encima de las gamas sin pantalla ni circuitería adicional. Pero es lo que hay, hoy por hoy, y la verdad es que esa cajita ofrece prestaciones premium, algo que no se queda en el aspecto lujoso o los detalles para fardar, sino que trasciende a lo que importa: las posibilidades de disfrute sonoro.
Es cierto que la relación calidad/precio de los JBL Live Beam 3 me sigue pareciendo mejor (los he visto por debajo de 180 euros) y que la respuesta de algunas funciones de la carcasa debe mejorar, pero si te puedes o quieres permitir un modelo superior, te atrae la conectividad múltiple y buscas un pelín más de calidad, los JBL Tour Pro 3 son el regalo que se te olvidó pedir a los Reyes.