Los NTH-100 parecen unos clásicos auriculares circumaurales, pero en realidad son algo diferentes. No están hechos solamente para uso profesional, pero Røde crea muchos productos profesionales, así que este producto tiene una calidad más similar de lo que podría parecer a la de este tipo de artículos. Están pensados para creadores de contenido, editores de vídeo y música... En resumen, no es exactamente lo que un gamer buscaría, y esa es precisamente la razón por la que deberías plantearte comprarlos.
A los auriculares NTH-100 les falta un elemento muy básico presente en todos los cascos gaming: un micrófono. Sin embargo, se puede comprar de forma complementaria, porque Røde vende un micrófono acoplable precisamente para este modelo. Si tienes un micrófono independiente «real» o, como a mí, simplemente no te gusta hablar con otros seres humanos, no necesitas comprarlo. Si eres muy perezoso, Røde tiene otro código de referencia que lleva al modelo NTH-100M, donde el micrófono ya viene incluido.
Los NTH-100 tienen un diseño de estudio, pero aun así ofrecen algunas comodidades para jugadores de videojuegos como gel refrigerante en las almohadillas de las orejas recubiertas de Alcantara o el sistema de ajuste FitLok de la diadema, que hace que sea más fácil encontrar la medida perfecta para tu cabeza.
En general, Røde suele tener un estilo de marketing sobrio, especialmente en comparación con otras marcas de productos gaming (todavía no entiendo qué es una «construcción acústica»). Además, el gel refrigerante no es precisamente revolucionario, ya que ha estado presente en el mercado desde hace unos diez años. Sin embargo, la manera en la que Røde lo implementa funciona muy bien. Los imanes de neodimio están fabricados con un metal de tierras raras, pero esto no es algo fuera de lo común al nivel de producción de la mayoría del equipo de estudio de la última década (o más). También lo han utilizado durante años muchos auriculares gaming de gama media.
Estos cascos tienen múltiples elementos muy acertados. Están creados para un uso más profesional, así que la respuesta en frecuencia es más lineal y precisa. Las almohadillas son muy cómodas y tienen espuma viscoelástica y una muy buena cancelación pasiva de sonido. Además, los cables extraíbles con conectores TRRS se pueden enchufar en cualquiera de los dos lados, algo que no había visto hasta ahora y que aporta mucha flexibilidad (especialmente en conjunto con la longitud de 2,4 metros del cable). Por si fuera poco, también tiene una garantía de por vida, muy útil.
Los altavoces de 40 mm están «hechos a medida», lo que supongo que significa que están hechos a mano, y «confeccionados con precisión». Si de verdad están hechos a mano y no creados por una máquina, el precio es todavía más increíble.
Los altavoces tienen una bobina de aluminio personalizada y un diafragma Mylar sumado a un sistema de imanes de neodimio. También tiene anillos indicadores de distintos colores, un adaptador de 3,5 a 6,35 mm incluído y las almohadillas de las orejas y la diadema son reemplazables. Todos los elementos están bastante bien para unos cascos de unos 150 euros, casi la mitad que los auriculares gaming de mayor calidad.
Como tienen una intensidad de 110 dB y una resistencia de 32 Ohm, esperaba que fuesen sencillos de manejar, pero no es así. Recomiendo muy encarecidamente contar con amplificación extra, porque la verdad es que no están hechos para los puertos frontales de tu ordenador. Los 32 Ohm hacen posible que los amplificadores de los cascos funcionen en una placa base, pero necesitan un amplificador real para desempeñar correctamente su función. De esta manera también puedes conseguir un sonido envolvente ya que, al igual que la mayoría de auriculares del mercado, estos no lo ofrecen, pero reciben una señal de sonido descodificada desde un DAC que se encarga de todo el procesamiento. Así se elimina una de las desventajas de usar unos auriculares en estéreo específicos para videojuegos. En definitiva, cualquier cosa con amplificación activa funciona, pero es necesaria una fuente de energía estable y de alta calidad para un funcionamiento óptimo.
El sonido no es totalmente neutral, pero está dirigido a la reproducción lineal. Estos son unos de los cascos de mayor resolución que he usado en este rango de precios, tanto en cuanto a claridad en rangos medios y graves, como a un perfil de sonido coherente. Sin embargo, no son completamente neutrales. Los utilicé para escuchar mucha música y para el mayor número de videojuegos posible y vi que, por diseño, se centran bastante en los tonos más graves, así que no siempre es fácil detectar las tonalidades. Los tonos bajos están ligeramente elevados desde el rango medio, mientras que los tonos agudos y el rango medio-alto están mucho más elevados. No te darás cuenta de esto a menos que escuches música de piano y violín, pero de todos modos yo no los usaría para mezclar música clásica. Si estás sintonizado a la curva de Harman, esta frecuencia de respuesta es excelente, ya que esa curva es a donde se está apuntando cada vez más en la industria: su objetivo no es ser lineal, sino que el reconocimiento de voz se escuche de la forma más agradable posible. Tiene mucho sentido que sintonicen los cascos de esa forma.
Para su precio (la mitad que los cascos gaming especializados de más alta calidad), los NTH-100 incluyen muchas ventajas, hasta un micrófono si gastas un poco más. Aunque el sonido envolvente requiera de un sistema externo con una tarjeta de sonido, ocurre lo mismo con la mayoría de auriculares del mercado. En cuanto a la calidad del sonido, es mayor de lo que estamos acostumbrados los gamers. Además, lo cómodos que son para el uso diario es la guinda del pastel. Røde ha lanzado unos auriculares de buena calidad (muy convincentes, para ser su primer intento) sin que su precio resulte excesivamente elevado.