Análisis de Monster Jam Showdown

Los juegos de carreras que tienen lugar en mundo abierto me han hecho sentir algo nuevo y especial. Desde luego, aún puedo apreciar los que se ciñen únicamente a los circuitos y despojan de gran parte de la experiencia que ofrece la serie Forza Horizon en particular, pero me parece que necesito un pequeño ajuste mental cuando me doy cuenta de que la libertad es limitada y me meten en una carrera tras otra, y cuando desconectas de todas esas horas de ir zumbando por las carreteras hacia el siguiente destino.

El desarrollador italiano Milestone tiene un sólido currículum de títulos de carreras a sus espaldas, con las series Hot Wheels y MotoGP como los dos mayores ejemplos. Estos veteranos llevan desarrollando este tipo de juegos desde mediados de los 90 y ahora son los grandes monster trucks los que están en el menú. Lo primero que me impresiona es el nivel de detalle de estos vehículos gigantes, en los que Unreal Engine hace un muy buen trabajo al pintar los efectos visuales en una especie de mezcla entre realista y un poco caricaturesco. Es muy bonito en su conjunto, aunque con un aspecto ligeramente 'plasticoso', pero sin duda estoy impresionado con los efectos visuales. También fluye bien a medida que estos camiones se abren camino por los entornos. Para los que sepan de camiones monstruo, hay un montón de modelos famosos aquí y es una gozada verlos recreados con tanta autenticidad.

Se nos ofrecen hasta diez tipos diferentes de modos de juego, y aunque la variedad de estas competiciones es buena, se trata sobre todo de simples carreras en pistas diferentes. El mapa del juego en el que participas en las distintas carreras está dividido en diferentes estados y ofrece una gran variedad de entornos, desde paisajes nevados con terribles tormentas de nieve hasta hermosos bosques, pasando por montañas rocosas y desiertos. Sin embargo, todo resulta demasiado familiar, ya que aunque los cambios de diseño y los efectos meteorológicos aportan su granito de arena para crear una experiencia nueva, no es suficiente para asombrar. Tampoco hay simulación directa al conducir, porque aunque se nota el peso y el bonito detalle de que a las ruedas de los camiones les gusta actuar independientemente unas de otras, lo que se aplica aquí son puras carreras arcade. No es muy realista con vehículos bastante boyantes, a pesar de su tamaño, algo que se hace aún más evidente cuando corres las carreras en las que tienes que hacer piruetas. El objetivo es saltar, girar, derrapar y aterrizar en un tiempo determinado para sumar puntos, y los camiones pueden comportarse de forma bastante extraña. Hay un claro alejamiento del realismo para ofrecer en su lugar un entretenimiento desenfadado.

Está realmente bien que puedas elegir libremente por dónde ir en el mapa (aunque algunas carreras obviamente hay que desbloquearlas) para que puedas participar en las carreras que te apetezcan. La variedad es sencillamente mejor cuando puedes alternar entre carreras puras o una forma de competición en la que tienes que ser el primero durante un cierto periodo de tiempo. La oferta de contenidos no es enorme, pero es suficiente, y durante el tiempo que llevo con esto he apreciado que puedo variar la experiencia tanto con los entornos como con las carreras.

En la pista, la sensación de conducción es lo más importante y lo que más destaca es el hecho de que controlas las ruedas delanteras y traseras con joysticks separados. Presenta un bonito efecto de deslizamiento en las curvas y, cuando lo dominas, puedes desplazarte con mucha suavidad. Puedes acelerar con un impulso clásico que se gana chocando contra cosas como varias señales que hay en la pista y bueno, eso es realmente todo lo que hay cuando se trata de conducir. Es muy fácil y puedes ajustar tanto la dificultad de tus oponentes controlados por ordenador como obtener ayuda con la dirección para aquellos que deseen algo de asistencia. Sin embargo, enseguida me di cuenta de que la dirección asistida podía ser más un estorbo que una ayuda, así que, por supuesto, la desactivé rápidamente. Sin embargo, el juego no siempre parecía querer guardar estos ajustes, así que tenía que comprobar antes de cada carrera que realmente estaba desactivada... De lo contrario, podía encontrarme en mitad de una carrera en la que la asistencia pensaba que debía girar más a la izquierda mientras yo giraba a la derecha.

El juego también ofrece la posibilidad de jugar la mayoría de los modos de juego en línea y con pantalla dividida, y aunque estos modos de juego, junto con un montón de desafíos, son buenos, el juego también se siente un poco limitado en otras áreas. Por ejemplo, no hay ninguna posibilidad de ver tu garaje en particular. Puedes elegir qué tres vehículos mostrar del total de cuarenta camiones que puedes coleccionar, y puedes ajustar en qué pose deben estar, pero eso es todo. No hay posibilidad de verlos más de cerca, ni información relacionada con los distintos modelos o su diseño. Puedes activar el modo foto del juego si quieres admirar los detalles un poco más, pero lo que duele es la sensación de que la presentación y los menús están un poco descuidados. Todo parece muy despojado y simple en torno a las propias competiciones, lo que es una pena. Es agradable tener un juego de carreras que no te lanza demasiados tipos de cosas diferentes para coleccionar, pero también hace que el juego parezca un poco demasiado básico. Los propios desarrolladores han prometido un modo completo con mucho contenido extra, pero sí, da la sensación de que le falta ese pequeño extra en el lanzamiento.

Si te gusta o no, depende más de cuánto aprecies estos vehículos concretos. Creo absolutamente que la sensación de conducción es un punto fuerte y es realmente divertido ir a toda velocidad por muchas de las diferentes pistas. Pero a pesar de los múltiples modos de juego y los distintos entornos, todo consiste en elegir a qué jugar a continuación y se vuelve muy plano sin ninguna presentación directa en profundidad. No había necesidad de una historia directa, pero algún tipo de contexto en algún modo de carrera habría hecho mucho por la motivación para continuar. Es demasiado simplista, sobre todo porque los retos que intentas superar solo se mencionan en un menú y los vas tachando uno a uno. Incluso la elección del piloto no es más que una silueta anónima, femenina o masculina, y es una de las muchas pequeñas cosas que hacen que parezca que falta algo en términos de presentación más allá de las carreras.

Si te mueres por los monster trucks y por hacer piruetas y correr con ellos, Monster Jam Showdown satisface bastante bien esa necesidad sin ser directamente emocionante ni revolucionario en modo alguno. Es bastante divertido y sobre todo tiene estilo y, en definitiva, es un juego de carreras perfectamente bueno con vehículos chulos.