Corre el año 2053 y Alex McCoin es nuestro protagonista: un policía duro como el acero que en su momento llegó a ser el mejor de todo Viridis, pero que ahora se ha convertido en una simple sombra de lo que solía ser. Sus implantes están destrozados por las drogas, sus migrañas no le dan un respiro y los cuerpos de policía que antes lo admiraban, ahora solo lo ven como la escoria que es. Pero cuando una serie de asesinatos dentro de la empresa de cibertecnología NilCorp ponen todo patas arriba, Alex se ve envuelto en una cadena de sucesos que cambiará su futuro, pero también el del resto de los ciudadanos. Nos encontraremos con todo tipo de personajes, desde superhackers y ciberpolicías hasta mutantes y hombres-rata, todo esto dentro de una historia influenciada por obras como Blade Runner o Cyberpunk 2077, pero que parece avanzar con pies de plomo y sin tener un objetivo claro.
Al ver el tráiler de Neon Blood, me llamó la atención al instante. Parecía atractivo, dinámico y emocionante. Creo que todos esperábamos obtener un juego de acción con ciertos rasgos detectivescos y que estuviera ambientado en un futuro distópico tipo cyberpunk. Pero lo que recibimos fue algo totalmente diferente, con solo la mitad de lo que imaginábamos. Es un título de acción que incluye algunos momentos impecables, pero no es tan dinámico ni emocionante como muchos creíamos. Sin embargo, sí que está ambientado en un futuro distópico con elementos que recuerdan al día a día de un detective. En el tráiler vimos combates frenéticos con efectos geniales, que en realidad son combates por turnos con momentos de pulsación rápida. Aun así, no es para nada como podíamos esperar, sino que es bastante plano y simple. Entonces la pregunta es: ¿lo que nos ha llegado es bueno?
En realidad, es una especie de popurrí. Algunas veces podemos disfrutar mucho con este título, principalmente cuando corremos por las calles de Viridis o cuando nos paramos a admirar lo impresionante que es el mundo lleno de luces de neón, hundido en mugre y decadencia que Chaotic Brain ha creado. Su estilo es único, ya que ha sabido combinar personajes en 2D pixelados con un mundo en 3D como fondo. En ocasiones, especialmente al ponernos en movimiento, vemos que los gráficos están muy cuidados y la iluminación saca su máximo potencial. Creo que a muchos nos habría gustado que se explotara más ese ambiente, en lugar de que la mayor parte de la trama se desarrollara en callejones sin mucho misterio, bares de mala muerte, cloacas y lugares desérticos. Está lejos de ser visualmente atractivo la mayoría del tiempo y es una auténtica pena. Además, si hacemos demasiado zoom a los personajes, prácticamente no podemos distinguir qué representan, porque quedan reducidos a unos cuantos píxeles poco definidos. En algunos instantes de la partida, se nos muestran animaciones increíblemente bien dibujadas, pero son demasiado cortas y se acaban antes de que siquiera nos demos cuenta.
Al principio, se nos puede escapar una que otra risa al ver las proporciones de nuestro protagonista. Sus brazos son muy cortos y da la sensación de que se parece más a un T-Rex que a un policía curtido en mil batallas. Es cosa de ir acostumbrándonos a lo largo del juego, aunque los desarrolladores también podrían haberse dado cuenta y solucionarlo. Como este fallo hay muchos otros, aunque lo más seguro es que Chaotic Brain tenía grandes planes para este título, solo que al ser un estudio pequeño, no pudo llevarlos a cabo. Como ya se ha mencionado antes, se nos asignan misiones en las que debemos usar nuestras aptitudes policiales para dar con ciertas pistas. Podemos hacer esto escaneando el entorno con nuestros implantes oculares cibernéticos, de manera que los elementos que nos interesan destaquen con un resplandor azul brillante. Sin embargo, perdí la cuenta de las veces que tuve que resolver exactamente el mismo puzle. De principio a fin, prácticamente lo único que hacemos como policías es escanear nuestro entorno, seguir esos detalles color azul brillante y pulsar unos cuantos botones para seguir adelante. No es demasiado complicado, no tiene mucho truco y tampoco requiere que nos rebanemos los sesos jugando. A veces, se vuelve un poco enrevesado y confuso, pero sin darle una mayor intriga a los puzles y esto puede convertirse en algo que nos saque de nuestras casillas. Y ya no solo eso, hay un puzle que debemos resolver exactamente de la misma manera dos veces, lo que nos lleva a pensar que no se ha invertido el tiempo necesario en el desarrollo del proyecto.
Además, los combates por turnos están muy presentes en las tres o cuatro horas que nos pasamos jugando a Neon Blood. Muchos de nosotros no somos grandes fans de ese tipo de combates y seguramente esta obra no cambie nuestro punto de vista. El sistema es bastante sencillo, ya que el daño infligido depende de una tirada de dados y podemos elegir entre atacar o curarnos. Al poco tiempo de empezar nuestra partida, nos ganamos la habilidad "headshot", que es todo lo que necesitamos para pasarnos el juego entero. Los combates se hacen algo monótonos, les falta emoción y cualquier tipo de dificultad. Las estadísticas del protagonista mejoran constantemente, por lo que ninguno de sus adversarios suponen realmente un problema, ni siquiera el boss final. La partida se acaba en un abrir y cerrar de ojos y podemos pasarnos el juego sin morir ni una sola vez. Al quitar una parte tan esencial de un juego de acción como es el combate dinámico, necesita ofrecer mucha más profundidad y este título no lo ha conseguido.
Por otro lado, está la historia en sí, que no ha estado a la altura de nuestras expectativas. Puede dar la sensación de que no sigue un rumbo o estilo fijo. De un momento a otro pasa de ser una historia cruda, sombría y mugrienta a una llena de payasadas. Y no solo eso, la música de 8-bits que añade un toque de ciencia ficción bastante bueno pasa a ser un tema que encontraríamos en una clásica serie de ciencia ficción de Disney Channel. Por supuesto, ambos elementos podrían encajar bien en la historia, pero no están lo suficientemente bien conseguidos. La historia va demasiado deprisa y el tiempo de juego es muy limitado, lo que hace que lleguemos al final antes de siquiera poder disfrutarlo o sentir la emoción de haber llegado a la cima. No ir más allá es lo que define tanto a la técnica narrativa empleada como a la historia en sí. Aparte de esto, está llena de clichés, personajes que hemos visto cientos de veces y sucesos que se han repetido en incontables obras, especialmente en Cyberpunk 2077.
Aun teniendo todo esto en cuenta, no podemos decir que este título sea malo como tal. Puede que sea algo superficial y flojo, pero su mundo es tan excepcional y cuenta con tantos 'easter eggs' y homenajes a otros clásicos tipo cyberpunk, que sigue dándonos una experiencia con la que divertirnos. La breve duración de Neon Blood juega a su favor en cierta manera, porque las horas de entretenimiento que nos da abarcan todo el contenido y las ideas que se querían transmitir. Aun así, yo creo que a todos nos habría gustado que Chaotic Brain hubiera optado por dar más fuerza y un tono más sombrío a la historia. No han logrado ganarnos por completo y parece que no han sabido del todo cómo querían guiar esta aventura.