Análisis de Security: The Horrible Nights

Si crees que la mala praxis o el maltrato son las peores cosas que pueden ocurrir en un hospital, piénsalo otra vez. En Security: The Horrible Nights, todo lo que puede ir mal, va mal, y con los costes de personal del hospital recortados, depende de ti, un solo individuo, arreglarlo todo, desde retretes que se estropean y papeleras volcadas hasta infecciones de zombis, monstruos y alienígenas invasores.

Security: The Horrible Nights es el tercer lanzamiento comercial del pequeño estudio indie Professional Villains y, al igual que en sus predecesores, es un terror que no teme jugar con las convenciones del género. A primera vista, todo es bastante sencillo. Eres un guardia de seguridad recién contratado en un gran hospital y te han asignado un turno de noche aparentemente tranquilo. Muy pronto, sin embargo, detectarás problemas en tu monitor y será el momento de mover el culo y actuar como extintor, en algunos casos literalmente. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, ya que nuestro querido guardia de seguridad se ha comido unos cuantos donuts de más, por lo que el movimiento no es el más rápido. Tampoco tiene muchas herramientas, aparte de su fiel linterna. La utiliza para detectar problemas y luego puede gritar "¡HEY!", lo que puede o no arreglar la situación.

Donde se vuelve un poco más complejo es en la estructura general. El juego consiste en una serie de pequeños episodios del Monstruo de la Semana, cada uno de los cuales dura entre 15 y 20 minutos. Casi todos empiezan igual -estás dormitando delante del monitor-, pero en cuanto llega un monstruo, la trama toma todo tipo de direcciones. La inspiración en antologías de terror como Cuentos de la cripta es claramente evidente, mientras que el marco narrativo general que lo une todo recuerda más a El reino de Lars von Trier.

No quiero desvelar demasiado aquí, pero la calidad de los episodios individuales es en general alta y las historias son intrigantes, aunque el juego minimalista solo contenga diálogo en la primera escena en la que aprendes los controles. Entre las muchas catástrofes que encontrarás hay un terremoto, en el que estarás a cargo de la evacuación, y un monstruo de agua desbocado al que tienes que combatir con tu linterna. Sí, el trabajo de un guardia de seguridad debería incluir más ventajas que los donuts gratis.

Security: The Horrible Nights es un juego brutal y macabro en ocasiones, pero hay muchas cosas que mantienen el horror a una distancia prudencial. Esto incluye el tono a menudo humorístico -encarnado en el guardia de seguridad- y los encantadores gráficos de 8 bits que suavizan las escenas más brutales en píxeles más apetecibles. También puedes mirar las pantallas de vigilancia con tranquilidad mientras intentas detectar el siguiente problema, porque no hay sustos como en Five Nights at Freddy's.

Dice mucho de la calidad del juego que aún así consiga crear una atmósfera intensa. La primera razón es que hay mucho en juego. Si mueres, el episodio termina bruscamente y no tienes la oportunidad de devolver el favor hasta que hayas pasado por todos los demás episodios. La segunda razón es tu falta de fuerza. En algunos episodios, puedes llevar la lucha hasta el monstruo utilizando tu linterna u otras herramientas que recojas. Pero la mayoría de las veces estás indefenso y puedes simplemente huir. No todos los incidentes son igual de peligrosos. Pero cuando tienes que evitar a un monstruo que te persigue mientras los oscuros pasillos del hospital únicamente están iluminados tenuemente por tu linterna, tu ritmo cardíaco aumenta drásticamente.

Sin embargo, la vida como guardia de seguridad no siempre es intensa. Gran parte de las 4-5 horas del juego se pasan mirando la pantalla crepitante o recorriendo los mismos pasillos, por lo que acabas conociendo todos los rincones del hospital. El flujo de trabajo ligeramente monótono es, por supuesto, lo que hace que los momentos intensos destaquen aún más, y probablemente sea muy realista. Pero a veces simplemente se vuelve monótono y la curva de tensión del juego está a punto de aplanarse antes de que un nuevo monstruo proporcione una descarga eléctrica muy necesaria.

Mientras que el último juego del desarrollador, Anglerfish, aportaba constantemente nuevas sorpresas y giros que rompían la repetición, Security: The Horrible Nights es algo más comedido. En particular, echo de menos un poco más de interactividad. Claro que hay muchos detalles agradables, como cuando los pacientes de la sala esconden la cabeza bajo el edredón cuando les iluminas con una luz, o los fuertes gritos que acompañan a una visita no anunciada a los vestuarios femeninos. Pero demasiados objetos son solamente decorativos, lo que da al hospital un aire ligeramente teatral.

Tampoco todos los episodios tienen la misma fuerza. Algunos son un poco demasiado difíciles de entender; otros empiezan tan lentamente o introducen al monstruo tan tarde que te quedas con una sensación sin resolver. Por otro lado, la banda sonora del juego es excelente en todo momento y abarca un abanico muy amplio. Los numerosos gritos y gruñidos repugnantes son tan exagerados como deben ser, y la música atmosférica de la compositora Astrid Fabrin perdura como una melodía inquietante mucho después de apagar los altavoces.

En competencia directa con el último juego de Professional Villians, Security: The Horrible Night palidece en comparación. Aun así, es una experiencia de juego única que no deben perderse los aficionados al terror, y a un módico precio de solo 5 euros en Steam, es prácticamente una ganga. El juego incluso se ampliará con dos paquetes de DLC gratuitos, el primero de los cuales ya ha salido. Esto no es un análisis de la expansión, pero los tres episodios creados en colaboración con YouTubers especializados en terror están entre los mejores del juego. Si el segundo DLC ofrece el mismo nivel de emoción experimental, probablemente puedas añadir un solo punto a la puntuación de abajo.