Los modelos Xperia de Sony siempre han sido destacables por su calidad general, por buenas pantallas y por una cámara tan buena que casi todos sus competidores usan el hardware de Sony. Sony, claro está, se guarda lo mejor para sus propios juegos, como su sensor Exmor T combinado con distancias focales de 16, 24 y 48 mm. Está incrustado en una parte trasera recubierta de cristal porque, como siempre, Sony mantiene su estilo de móviles lisos hechos de cristal y aluminio. El resultado es un teléfono discreto que resultará poco atractivo para mucha gente que quiere que todos puedan ver con claridad que pueden permitirse un móvil caro.
La autonomía de batería dada es de dos días, que está bastante bien para un uso normal. Ahora, si te gustan los juegos de móvil y le puedes echar 5 o 6 horas al día, entonces (te vas a reír) la respuesta a la pregunta de cuánto dura la batería es más bien distinta. Se trata de una batería de 5000 mAh estándar con carga inalámbrica (también puedes usar tu Xperia para cargar otros dispositivos) y un procesador Snapdragon 8 Gen 3, así que si quieres puedes forzarla. La batería debería estar bien protegida y tener una duración de al menos cuatro años, aunque con una carga de solo 30 vatios (¡bajísima!) no hay peligro de un uso excesivo.
El Xperia 1 VI representa la continuidad como nada, porque es el mismo cuento que ya contábamos aquí, con unos pocos cambios. En esta última edición tenemos una lente de 85-170 mm que nos permite un Zoom óptico de 7.1x y el otro peso pesado en el departamento cámaras es la lente telemacro. Y, como siempre, hay un botón específico para la cámara en el lateral, algo igual de molón que las otras veces.
La pantalla proviene de la serie Bravia de Sony, una OLED HDR de 1080x2340 que cuenta con un «ajuste único de IA para imágenes». No termino de entender que tiene que ver la IA con los controles automáticos de brillo, pero si buceas en las descripciones descubrirás que el sistema mejora el contraste y el color. No está mal, aunque quizás resulte un tanto excesivo para el uso diario. Tiene un ratio de refresco variable de hasta 120 Hz y una relación de aspecto de 19.5:9. No hay información concreta acerca del brillo en nits más allá de que tiene un valor que resulta el 1.5x de la generación anterior, pero con un poco de ayuda del Amigo Google logré encontrar un valor aproximado de 1300 nits. Hace unos años, ese valor habría resultado impresionante, pero hoy en día ya no tanto.
Eso sí, hay algunas características extra especialmente pensadas para jugar, como un ajustador de niveles de negro que hace más fácil ver zonas en negro y oscuras de la pantalla cuando estamos jugando. Del mismo modo, también puedes ajustar el balance de blancos, todo ello junto a las características gaming más habituales.
El móvil está también perfectamente integrado en el ecosistema Sony, ya sea cumpliendo la función de un mando de PlayStation o pudiendo hacer uso de los excelentes cascos con los que cuenta Sony. Por algún motivo el LDAC cuenta con soporte, pero la información de marketing menciona 320 kbps como algo a destacar, lo que resulta extraño si piensas en que este es un producto que es capaz de soportar tres veces eso. Puede que la idea sea hacer quedar a la IA en mejor lugar porque, en apariencia, puede «extender el rango dinámico» hasta llegar a los 24 bits. Tengo que reconocer que estas cosas me superan: ¡no puedes extender el rango dinámico más allá del que viene con el aparato! Puedes hacer parecer que, o simular que, lo hace, pero un archivo de 16 bits con un rango dinámico de 96 dB no puede adquirir un rango dinámico de 144 dB por mucha IA que le metas. Es un límite que forma parte de la grabación original y no puedes modificarlo digitalmente. El rango dinámico puede ser limitado, pero no aumentado. Sony también cuenta con un sistema 360 Reality Audio, al que no di uso alguno porque odio el surround virtual y considero una desgracia que no haya ninguna ley de la UE que lo prohíba.
Además, hay una función de EQ bastante amplia que te permite optimizar el sonido de tus juegos igual que si estuvieras en tu ordenador. Quizás resulta un tanto excesivo, pero el detalle está bastante bien. En cuanto al sonido, está bastante bien, pero, mucho más importante: ¡conectores de 3.5 mm! También ofrece unos completos altavoces con «mejoras en el bajo» y «sonido inmersivo». Aunque he de admitir que el efecto estéreo es bueno, decir que es inmersivo me parece que es ir demasiado lejos.
La última cosa que me gustaría destacar es que la bandeja de la tarjeta SIM se puede abrir sin necesidad de herramientas específicas. ¿Por qué nadie había pensado en eso antes? Han mantenido el escáner de huellas digitales en el lateral. Nunca me ha gustado la idea y probablemente nunca lo haga, porque es un rollo de usar y encima no para de quejarse.
El precio de venta recomendado es de 1.500 euros para el modelo de 256 GB. Me parece un precio excesivo. No cabe duda de que la cámara es genial, con un zum óptico de 71x y una grabación en 4K con 120 Hz, pero no hay ni 8K ni características IA tan locas que resultan casi magia como sí las hay en sus competidores. El Sony Xperia 1 VI es un móvil realmente bueno con una pantalla decente y una cámara a destacar. Pero, en 2024, no basta con eso. Se ha quedado atrás y puedes comprarte móviles igual de buenos o mejores por, en principio, menos dinero que lo que gastarías aquí.