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Análisis de Steam Deck

Le hemos sacado todo el jugo al sistema portátil de Valve, y queremos compartir con vosotros un montón de opiniones sobre nuestra experiencia.

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Pese a que Nintendo Switch se ha acercado, y a que una alternativa en constante evolución sea jugar en streaming directamente desde servicios como Xbox Game Pass, GeForce Now y Stadia a través de pantallas de primera categoría, como un iPad Pro equipado con Retina; el sueño de llevarte tu experiencia con un juego triple A en el tren, pudiendo guardar de forma sincronizada para continuar desde la comodidad de tu propia casa, sigue... bueno, sin cumplirse del todo.

Tal y como se deduce de los ejemplos mencionados anteriormente, nos hemos aproximado, y cada vez queda menos para que la tecnología nos permita disfrutar en cualquier lugar de una experiencia de juego puntera en miniatura, pero creemos que Steam Deck es lo más cerca que hemos estado nunca de la materialización auténtica de la experiencia de los AAA transportables, y gracias a la destreza de Valve para diseñar hardware, esta vez podría acabar convirtiéndose en toda una revolución; incluso si, una vez más, siguen dependiendo considerablemente del soporte de los estudios para transformar verdaderamente el panorama.

Aunque estudiaremos varias experiencias de juego con Steam Deck entrando más en detalle en un artículo aparte, esta primera reseña trata del hardware. La consola en sí está fabricada con el mismo material de plástico negro mate y suave al tacto que Valve ya había usado antes. Como no se notan mucho las manchas, y el polvo casi no se percibe en la superficie, se trata de una gran elección para un objeto que puede estar en el sofá, o que toquemos con las manos y los dedos llenos de grasa.

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Las specs de Steam Deck y los 3 modelos a la venta

No obstante, antes de seguir hablando de la sensación que da al tacto, de los parámetros de rendimiento y del análisis general de este impresionante dispositivo, vamos a darle un repaso rápido a las especificaciones de Steam Deck. Cuenta con tres presentaciones básicas a la venta: Un modelo está equipado con una eMMC de 64 GB a un precio de 399 dólares, una versión de 256 GB que se puede actualizar a un almacenamiento NVMe por 529 dólares, así como otra de 512 GB por 649 dólares, que también viene con un recubrimiento de cristal antirreflectante. Cambiar entre los estándares de memoria e incluir un la cobertura antirreflejo como un incentivo de mejora quizás sea un poco manipulador, dado que están creando distintas métricas de rendimiento y experiencias de los paneles en lo que debería ser un hardware idéntico en rendimiento. Por lo menos no han aumentado ni reducido el almacenamiento de la RAM, pero recomendamos encarecidamente que no os lancéis a la versión eMMC, que es de un solo carril y ofrece tamaños mucho más pequeños de almacenamiento de datos.

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Por otra parte, todas las versiones vienen con una CPU basada en Zen2 de 4 núcleos/8 hilos, 2.4 GHz-3.5 GHz, junto a/así como una GPU basada en RDNA2 de 8 unidades de cálculo 1.0-1.6 GHz, así como una RAM LPDD35 de 16 GB. En general, cuenta con unas especificaciones asombrosas para el tamaño de la estructura, y habla muy bien de cómo la miniaturización de la tecnología ha conseguido que se puedan alcanzar dispositivos con un buen rendimiento, como este, a niveles de calor y consumo decentes.

Es la misma pantalla táctil IPS de 7 pulgadas, y todas las versiones ofrecen la misma conectividad básica, por lo que cuentan con un cargador USB-C, Wi-Fi 5 (no 6), Bluetooth 5.0 (no 5.2), una ranura de expansión MicroSD y una clavija para los auriculares de 3,5 mm. Además, la batería de 40 Wh debería durar de unas 4 a 6 horas de juego, pero hemos estimado que varía considerablemente en función del juego. La pantalla es de una resolución de 1280 x 800 píxeles con una frecuencia de actualización de 60 Hz, y su objetivo es que se ejecute cerca de los 60 fps o a 30 fps en función de la calidad de los gráficos que se haya seleccionado.

¿Todo bajo control en tus manos?

Así, Steam Deck tiene la potencia interna para producir una calidad gráfica bastante aceptable, cuando no excelente, en títulos como Death Stranding, Cyberpunk 2077 y Devil May Cry 5, es decir, títulos modernos que exigen un nivel de fluidez que antes era impensable para una consola portátil. Pero, antes de adentrarnos más, revisemos rápidamente otro aspecto innovador de Deck, que es su accesibilidad y controles. Porque, debido a la inmensidad de la biblioteca basada en Steam con la que Deck ha intentado ser compatible, Valve ha tenido que ofrecer básicamente todos los tipos de funcionalidades de entrada. Principalmente, hay un Steam Controller integrado que está equipado con una cruceta, sticks analógicos bien calibrados, trackpads con retroalimentación háptica (que, por desgracia, no cuentan con la retroalimentación detallada y con el diseño bien pensado del mando mencionado), funcionalidad de la pantalla táctil y un combo entre sensor giroscopio y acelerómetro. TTambién cuenta con botones de función variable, cuatro para ser exactos, en la parte trasera, de modo que hay muchas formas, para todo tipo de consumidores, de disfrutar de un montón de títulos y géneros casi sin que los desarrolladores los tengan que ajustar. Y recuerda, tú mismo puedes trastear con la sensibilidad, los métodos de entrada y la configuración de los botones, y prácticamente decidir por ti mismo cómo se debería jugar a un título en concreto.

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Está fenomenal para los jugadores a los que les gusta trastear, pero puede acabar siendo un poco frustrante si eres el tipo de usuario al que le gusta tener esa funcionalidad que le permita directamente encenderla y ponerse a jugar. Hasta el propio Half-Life 2 de Valve viene, de serie, con un tipo de método de control combinado que usa el pad háptico para controlarlo de forma parecida a la del ratón, pero usa los botones principales para los comandos, e incluso el gatillo del R2 como seleccionador de los menús. Intercambiarlos y modificarlos resultó ser facilísimo, pero se necesita una adaptación. Por supuesto, la gran mayoría de los juegos tendrán configuración del mando tradicional, por lo que serán prácticamente idénticos.

Steam Deck

Calor y tamaño, cuestiones de peso

En general, Valve ya ha demostrado antes que, llegados a este punto, son unos expertos en hardware, y Deck es otro ejemplo de ello. A pesar de que la máquina es más bien grande, ya que pesa 500 g, casi el doble de Switch, está muy bien ensamblada, mientras que la única verdadera queja es que su tamaño implica que, en algunas situaciones, vas a tener que cambiar la posición de las manos para llegar de forma cómoda a los botones de disparo y de la parte superior. Eso conforme vayas cambiando de juego en juego, claro, pero se nota. Por otro lado, los altavoces estéreo con DSP integrado hacen maravillas, con la gestión del calor nunca hubo temperaturas incómodas, incluso jugando a una hora de Cyberpunk 2077 y 30 minutos de Baldur's Gate III. Evidentemente, se oye la salida del ventilador central, pero no llega a distraer. A lo largo de unas pruebas superficiales pudimos ver picos sobre los 39 decibelios que, de nuevo, uno los nota, pero no son molestos.

Por supuesto, todo esto se puede controlar en los menús dentro del juego, pero también mediante ajustes de TDP en la BIOS, como si fuera un PC. Todas nuestras impresiones, así como los datos que obtuvimos, se consiguieron al mantener el SoC en modo automático, lo que le permite al propio Deck monitorearse y optimizarse. Aunque Valve no nos envió una "lista de aprobados", como hacen algunos de los otros puntos de venta, sí que intentamos centrarnos en probar algunos de los títulos en los que los estudios habían pensado más en la funcionalidad. Es decir, principalmente jugamos a Control, Devil May Cry 5 y Portal 2, que os podrá recordar a algunas de las otras pruebas que encontraréis aquí. También hemos incluido títulos de los que no esperábamos un buen resultado, como Hardspace: Shipbreaker, un juego doble A que no está casi optimizado, así como Baldur's Gate, que ya mencionamos anteriormente. Sin embargo, recordad que dejaremos lo de meternos de lleno con los juegos para un artículo aparte.

Steam DeckSteam Deck

Pudimos llegar al cómodo umbral de 60 fps en Baja y, aunque eso en un principio puede parecer decepcionante, puede que ni los aficionados de las consolas ni los de PC sepan cómo se verían los juegos como Control en una pantalla de 7 pulgadas. A este nivel de compresión en cuanto al tamaño, Baja es mejor que la experiencia que brinda una consola promedio, y seguimos viendo un montón de detalles para nuestro disfrute, además de que funciona de forma fluida durante las horas de juego. Ejecutamos Devil May Cry 5 a la misma predeterminación de Baja en la que vimos fotogramas por segundo que superaban el pico de 92 fps, y nunca bajaba de los 80 fps. Baldur's Gate III también se ejecutó de manera fluida y constante a Baja o incluso Media, y utilizar los pads hápticos es un método de entrada exigente, pero, en definitiva, impresionante para títulos de estrategia con una perspectiva isométrica. No obstante, son un poquito pequeños, por lo que a menos que la sensibilidad esté alta, vas a tener que volver a colocar el pulgar varias veces para cruzar un mapa. Por otro lado, al usar el giroscopio haciendo clic en el stick analógico derecho, necesitaba ajustarlo mucho de manera exacta antes de que funcionase de forma consistente. Una solución completamente parecida a la de Steam Controller habría funcionado mejor aquí.

Un pingüino en tu consola

Además, debo decir que, aunque Valve promete un soporte específico para cualquier estudio que quiera optimizar para Linux, Proton y Steam Deck, sigue siendo muy fácil encontrarse con potenciales problemas. Ahora mismo, Steam Deck se descargaría, por ejemplo, la versión descatalogada de Linux de Rocket League automáticamente, Dead Cells no se ejecutaría tras una actualización de una revisión intermedia del estudio, Hardspace: Shipbreaker no provocaría que saltara el teclado de SteamOS, por lo que tendríamos que ir a por él a la propia interfaz de usuario, y hay muchos juegos que necesitarían soluciones alternativas muy liosas para ejecutarse en el esquema de control que prefiramos. ¿Seguirá en las mismas condiciones para cuando estés leyendo esto? Puede que no, pero sigue diciendo mucho de una plataforma que, de alguna forma, es joven y, aunque Proton y SteamOS sigan yendo como la seda durante la mayor parte del tiempo, no tienen una tasa de acierto del 100 %.

En general, la consistencia operativa de Steam Deck es una maravilla de la tecnología en algunos casos, incluso si es difícil para el usuario ocasional simplemente cogerla y jugar a un ritmo constante sin querer, o sin la necesidad de ajustarla a cada juego para adaptarlo a unos gráficos que te gusten. Aun así, sirve de ayuda que el sistema operativo diseñado para Deck, una versión del Modo Big Picture de Valve, se ejecuta de forma fluida, consistente y con una capacidad de respuesta francamente asombrosa. Tiene la madurez, el conjunto de características, y las funciones sociales que no llegan a alcanzar las consolas, en algunos casos, en ocasiones eclipsando sus interfaces, demostrando por ejemplo lo lejos que debe llegar Nintendo antes de siquiera acercarse.

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Mucha tela en todos los sentidos

Así pues, si solamente nos fijamos en el hardware, Deck es un dispositivo increíblemente complejo que ofrece la libertad de reemplazar el sistema operativo, cargar plataformas de contenido secundarias, crear métodos de entrada multifacéticos para casos de usos específicos y seleccionar entre una variedad de configuraciones desde el principio. Además, seguro que la comunidad puede aportar soluciones alternativas estupendas para casi cualquier problema que pueda presentar el hardware en los próximos años, por lo que comprarlo ahora puede ser incluso más tentador. Si eres exclusivamente un jugador de consola, que desdeña la mera noción de cambiar la configuración de los gráficos, puede que no sea para ti, pero sí que es ideal para cualquier otra persona que esté buscando un dispositivo portátil para jugar a títulos de triple A.

No cabe duda de que esta es la portátil más potente y versátil que hemos tenido nunca en las manos. No hemos tratado mucho el tema del sistema operativo basado en Linux. Ya lo vimos antes con Steam Machines, que vendían hardware de este tipo y tenían dificultades para ofrecer un acceso completo a la biblioteca de juegos de Steam. E incluso si Proton funciona en ocasiones con algún tipo de magia negra, no es infalible. Dejarle un aspecto tan importante en manos del destino, a pesar de las declaraciones de Valve sobre su compromiso con el soporte, a fin de cuentas es un riesgo. Sobre todo, porque vivimos en un mundo con múltiples escaparates de PC y bibliotecas de juegos extendidos por varios vendedores. ¿Podrás jugar a todos y cada uno de los juegos de PC que quieras en Steam Deck? El tiempo dirá, pero por ahora podemos decir que no es una realidad total, aunque debería haber más que suficiente para que estéis satisfechos. Sin embargo, tal y como pasa con todos los productos Valve, todo depende ahora del apoyo de los desarrolladores.

Steam Deck
Steam DeckSteam DeckSteam Deck
09 Gamereactor España
9 / 10
+
El acabado es genial. El rendimiento sorprende mucho. En conjunto, las características y la fiabilidad la convierten en una alternativa portátil a Switch genial, o quizás mejor.
-
El sistema operativo basado en Linux puede causar algunos problemas cuando intentas tener acceso a determinados juegos. Como dispositivo de juego es bastante complejo.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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