Aviso: Este análisis se basa en la versión pre-acceso anticipado que Stoic ha enviado a los medios. Haremos un seguimiento regular y publicaremos un análisis final cuando el juego esté terminado y en versión 1.0.
El desarrollador Stoic está formado por antiguos desarrolladores de BioWare y se han hecho un nombre principalmente con la serie The Banner Saga durante los últimos 10 años. Esta serie ha sido su centro de atención y realmente no han desarrollado mucho más durante este tiempo. Pero ahora han vuelto con Towerborne, un juego que marca una nueva dirección para el estudio. Aunque nunca he probado The Banner Saga, siempre me ha tentado. Hay algo en el diseño y el estilo visual del juego que parece deliberado y encantador. Así que será emocionante ver lo que Stoic ha conseguido con su último proyecto.
La historia de Towerborne se centra en un mundo que ha llegado a su fin. La humanidad ha sobrevivido reuniéndose en una enorme torre que se erige como su último bastión contra los numerosos enemigos y monstruos que amenazan el entorno. Aquí es donde los jugadores se meten en el papel de uno de los llamados "Ases", héroes responsables de defender la torre y a sus habitantes. Dentro de la propia torre, hay una serie de personajes PNJ con los que puedes interactuar para conseguir nuevas misiones y mejoras para tu personaje. Por desgracia, la historia no tiene mucho protagonismo al principio del juego. Se dedica mucho tiempo a conocer las distintas mecánicas del juego, y creo que esta elección hace que el comienzo sea un poco aburrido. Da la sensación de que pierdes el impulso porque la historia principal no se introduce adecuadamente al principio del juego. El conflicto, que debería ser la fuerza motriz del jugador, permanece en un segundo plano mientras luchas con pequeñas tareas e historias secundarias.
Echo de menos un mayor impulso narrativo al principio del juego. Aunque hay muchos PNJ interesantes con los que hablar, da la sensación de que les falta una historia coherente que los una. Por ejemplo, habría sido estupendo que el conflicto en torno a la supervivencia de la torre y los constantes ataques de los enemigos hubiera estado más centrado. Habría añadido una sensación de urgencia y necesidad a las acciones de los jugadores, lo que podría haber hecho la experiencia más atractiva desde el principio.
Otro aspecto negativo es la ausencia de doblaje. Aunque los personajes son coloridos y están diseñados con atención al detalle, se vuelven rígidos y poco interesantes cuando solo hablan a través de cuadros de texto. Parece una solución anticuada, sobre todo en un juego moderno. Stoic ha prescindido en el pasado de la actuación de voz en la serie The Banner Saga, pero en un juego como Towerborne habría marcado realmente la diferencia y habría dado más vida a los personajes. Es una pena, porque hay mucho potencial aquí que no se está aprovechando.
La jugabilidad en Towerborne es una mezcla de muchos géneros. El mundo que exploras está dividido en pequeños cuadrados hexagonales, y cada sección ofrece una misión. Cuando entras en una misión, el juego cambia a una perspectiva de desplazamiento lateral en la que se convierte en una experiencia beat 'em up clásica. Controlas a tu personaje a través de las batallas y golpeas a los enemigos en las distintas zonas. Las misiones son bastante cortas, suelen durar unos cinco minutos, pero hay muchas. Por desgracia, enseguida se hacen monótonas, ya que muchas misiones se repiten tanto en estructura como en diseño. Hay muchas veces en las que acabas recorriendo los mismos entornos y luchando contra los mismos enemigos, lo que puede hacer que la experiencia resulte un poco aburrida a la larga.
Afortunadamente, Towerborne está diseñado como un juego multijugador y aquí es donde realmente brilla. Puedes jugar con hasta cuatro jugadores juntos, lo que hace que las batallas sean mucho más divertidas y frenéticas. Poder coordinar los ataques y colaborar con los amigos aporta una nueva dimensión al juego que lamentablemente se echa en falta cuando se juega solo. Al principio me costó encontrar gente con la que jugar, pero cuando por fin lo conseguí, mejoró definitivamente la experiencia. El elemento social añade el condimento que también echo de menos en la historia del juego y en el desarrollo de los personajes. Así que si vas a probar Towerborne, sin duda te recomiendo que lo hagas con amigos.
Sin embargo, como experiencia para un solo jugador, Towerborne es un poco genérica. Puede parecer rápidamente una repetición de las mismas tareas, y sin alguien con quien compartirlo, es difícil mantener el interés. La mayoría de los niveles consisten en simples secuencias de beat 'em up, pero también hay algunas misiones en las que tienes que proteger a refugiados o resolver pequeños rompecabezas. Por desgracia, estas variaciones son escasas y Stoic podría haber hecho más para romper la monotonía.
En cuanto al desarrollo del personaje, hay cuatro clases diferentes entre las que elegir. Cada clase tiene sus propias fortalezas, debilidades y opciones de equipamiento. El juego te obliga a probar todas las clases al principio como parte de una misión, lo que parece un poco forzado. Hubiera preferido que el juego introdujera estas mecánicas de forma más orgánica en lugar de imponerlas al jugador.
Towerborne Sin embargo, tiene su encanto, sobre todo en los gráficos, que tienen un aspecto único y estilizado, y la música también es bastante pegadiza. Sin embargo, el juego aún está en Early Access y experimenté varios problemas técnicos, incluidos algunos molestos cuelgues que me devolvieron al escritorio. Stoic aún tiene trabajo por hacer para pulir el juego antes de su lanzamiento oficial en 2025.
En general, Towerborne tiene potencial, pero aún no parece acabado del todo. El juego realmente destaca en el modo multijugador, pero como juego para un solo jugador es un poco aburrido y monótono. Si Stoic consigue construir sobre la base que ha creado y añadir más variedad, podría acabar siendo un juego realmente divertido. Hasta entonces, solo volveré al juego si tengo amigos con los que jugar.