A principios de año, tuve la oportunidad de probar mi primer ordenador portátil con GPU de la serie CPU-RTX 40 de 13ª generación de Intel y me fascinó. Gracias a su conjunto de hardware y soporte de DLSS 3 en algunos títulos, ahora es posible jugar a los videojuegos más recientes con FPS elevados sin tener que sacrificar la alta calidad de los gráficos o necesitar un ordenador de sobremesa. Aún así, eso ya lo tenía el ASUS ROG Zephyrus M16 de 2023, así que, ¿a qué nivel está el ASUS ROG Strix Scar de 2023 en comparación?
La respuesta corta es... a un nivel muy bueno. Este último avance en cuanto a hardware de portátil no es moco de pavo y ha reducido considerablemente la distancia entre portátiles y ordenadores de sobremesa. Explicaré dentro de un momento algunos datos que lo demuestran, pero antes de eso hablaré un poco sobre el diseño y la forma del último Strix Scar, que sin duda está pensado principalmente para los gamers.
Este portátil no tiene un diseño de carcasa que llame inmediatamente la atención, pero sus grandes tomas de aire, elementos RGB y tamaño muestran claramente que se trata de un aparato creado para los gamers más apasionados. Es bastante pesado e incluso tiene un material translúcido que te permite echar un vistazo a algunos de los componentes en el interior. Sin embargo, sus proporciones no resultan gigantes y no tiene ningún tipo de detalles o añadidos que intenten darle un toque más futurista, como ha sido el caso en muchos otros portátiles gaming. Este tiene una clara apariencia gaming también, pero solo porque cuenta con elementos que son necesarios para que alcance su máximo rendimiento, por ejemplo las numerosas tomas de aire.
El Strix Scar ahorra mucho espacio gracias a su fina pantalla, que ocupa alrededor de un cuarto de la anchura completa de la carcasa. Con una resolución QHD (1440p), máximo de 240 Hz, compatibilidad con HDR, tiempo de respuesta de 3ms y cobertura DCI-P3 (todo ello en 16 pulgadas), esta pantalla puede competir contra las mejores del mercado. Resulta perfecta para este aparato, ya que el DLSS 3 te permite llevar todos sus componentes al límite. Gracias a su borde ultra fino, tan fino que incluso la webcam está situada en un hueco que sobresale, sientes que estás dando uso a cada parte del monitor.
En fin , volvamos al tema del rendimiento. Con una CPU i9-13980HX de 13ª generación de Intel, una GPU RTX 4080 y 32 GB de RAM DDR5, probablemente hayas imaginado que los FPS que el Strix Scar logra alcanzar son impresionantes. Y en ese caso, has acertado.
En general, la bajada de FPS que tiene lugar cuando cambias de la mínima calidad gráfica a la ultra es aproximadamente del 40 %, porcentaje que se reduce a un 10 % cuando habilitas el DLSS 3. Precisamente por eso, tener un monitor que pueda operar hasta 240 Hz teniendo el QHD habilitado es casi esencial para los productos DLSS 3, porque así puedes disfrutar de lo mejor de ambos mundos, algo que ha sido un sueño durante mucho tiempo.
La cosa con los portátiles (y los ordenadores en general) es que cuando intentas llevarlos al límite, aumenta mucho el ruido de los ventiladores al intentar disipar el calor generado por estos voluminosos componentes. Aunque el Strix Scar peca del mismo defecto, el ruido no es peor que el de la mayoría de portátiles que he probado, y eso es una gran ventaja (teniendo en cuenta su rendimiento). Este nivel de éxito se puede atribuir al triple ventilador y las soluciones de refrigeración con metal líquido integradas, que funcionan muy bien a la hora de mantener los disipadores de calor a un nivel de temperatura razonable. Si tu intención es jugar sin utilizar cascos, necesitarás usar el sistema de altavoces de Dolby-Atmos, porque aunque el ruido no es desmesurado según el estándar habitual en portátil, es cierto que aún así puede ser ensordecedor.
El software Armory Crate de Asus resulta muy útil para los que quieran trastear con los ajustes y comprobar cómo funciona cada componente cuando está en uso, y además es el modo principal de cambiar los efectos RGB visibles en el logo de la tapa del portátil, el teclado y la barra brillante que atraviesa su base. Tiene bastantes opciones de conectividad (ocho puertos, incluyendo el de la batería: cuatro puertos USB-A y USB-C, uno HDMI, uno de ethernet y uno para conectores de audio de 3.5 mm) y una batería de 90 Wh que te durará todo el día, siempre y cuando no estés jugando constantemente. El resultado es un portátil que puede hacer todo lo que necesites.
Este nivel de utilidad implica que el ROG Strix Scar 16 (2023) de Asus cuesta un ojo de la cara, unos 3.700 euros, pero cuando piensas en cuánto costaría un ordenador de sobremesa con componentes comparables, el precio deja de ser un problema tan grave. Si quieres tener lo mejor que existe para jugar allá donde vayas y no te preocupan los precios, no te equivocarás si compras el modelo Strix Scar más reciente.