Los frenos de mano de simracing son quizá el accesorio menos complicado de todo nuestro ya gigantesco, sobrecomplicado y carísimo equipo de carreras. Al fin y al cabo, se trata básicamente de una empuñadura que conduce a un sencillo mecanismo en el que un pistón empuja hacia abajo una junta de goma que es leída por un sensor de célula de carga que mide la fuerza que aplicas cuando tiras de la empuñadura del freno de mano. Aquí, en Gamereactor, hemos probado más de diez modelos diferentes en los últimos cuatro años, y nuestro favorito sigue siendo el freno de mano Heusinkveld. Es fantástico. El siguiente mejor es la variante de Simlab, que cuesta exactamente lo mismo que la esperada secuela de Fanatec de su denostado freno de mano original.
El llamado Fanatec Clubsport Handbrake V2 es un modelo completamente nuevo. Tiene un nuevo diseño, una nueva mecánica, un nuevo factor de forma y una mejor funcionalidad. Cuesta 200 euros más gastos de envío y contiene un sensor de célula de carga, a diferencia de su predecesor. Todo el freno de mano está fabricado en acero y aluminio fresados mediante CNC y tiene un par de opciones de ajuste que nunca antes había visto en un freno de mano de este tipo. La propia palanca no se monta en la caja en la que viene, sino que la atornillas tú mismo, y tiene tres posiciones diferentes en la parte inferior, lo que significa que puedes elegir fácilmente la dirección de la propia palanca del freno de mano en unos segundos.
Otro detalle menos logrado en cuanto a ajustabilidad es la rueda metálica del interior del freno que te permite ajustar la cantidad de presión sobre las pastillas de goma que desees. El problema aquí es que Fanatec ha optado por esconder este anillo dentro del freno, bajo la carcasa metálica que, por tanto, hay que desenroscar con Allen M4 cada vez que quieras ajustar la resistencia. Puede que esto no sea un desastre, pero está muy mal concebido y crea un dolor de cabeza que no quiero. Por ejemplo, cuando cambio entre Dirt Rally 2.0 y Automobilista 2, cambiando un WRC R5 por un prototipo de Rallycross en dos juegos diferentes, quiero diferentes cantidades de resistencia en mi freno de mano para imitar la realidad. Esto me obliga a desatornillar el freno de mano y dejarlo abierto con la mecánica expuesta, o a atornillar y desatornillar los tornillos cuatro veces para hacer los cambios. Fanatec, al igual que Heusinkveld y Simlab, debería haber puesto la rueda que ajusta la resistencia fuera de la propia carcasa metálica.
Otra parte de este freno que no me gusta mucho es que es demasiado grande, ocupa demasiado espacio. Fanatec lo ha pensado para montarlo en el lateral de su propia caja de cambios, pero esa caja la ha sustituido hace tiempo porque me parece un poco floja y demasiado blanda (aunque siempre ha sido asequible). Como resultado, he atornillado la Fanatec Clubsport Handbrake V2 a una placa doblada que he fijado junto a mi caja secuencial Moza Racing en el lado izquierdo del equipo y allí ocupa aproximadamente un 40% más de espacio que la variante de Heusinkveld, o la de Simlab. Fanatec debería haber reducido la mecánica y poner el dial de sintonización fuera de la propia caja.
Pero sin estos defectos, es un freno de mano perfectamente correcto. La empuñadura es larga y buena, el agarre tiene un diseño sensato, aunque yo quité enseguida la goma gruesa. Me gusta su tacto, es posible personalizar el recorrido y la resistencia de forma claramente capaz y pellizca más que adecuadamente una vez calibrado. Sin embargo, por mi parte, no se puede obviar que tanto la alternativa de Heunsinkveld como la de Simlab son frenos de mano con un diseño más inteligente y más asequibles, que además no necesitan un adaptador especial para conectarse directamente a tu ordenador. Fanatec quiere que conectes tu Fanatec Clubsport Handbrake V2 a la base de tu volante Fanatec. Si no tienes uno, tendrás que comprar su adaptador USB por 20 euros.