Análisis del HP OMEN Obelisk 2019

La demanda de equipos preconfigurados de las principales marcas no ha mermado, ni tiene pinta de hacerlo con la llegada de las tarjetas gráficas RTX y los nuevos procesadores. El nuevo ordenador listo para usar de HP, que lleva por nombre Omen Obelisk, es increíblemente compacto, y se sirve de una placa micro-ATX para reducir su tamaño. Aunque no hay diferencias estéticas, existen varios modelos, y nosotros hemos probado el de mejores prestaciones.

El chasis es negro, con la ventilación en la parte delantera, un espacio dedicado a dos puertos USB, entrada para auriculares con tecnología DTS:X, botones de reinicio y encendido, un panel lateral transparente y, en la parte trasera, un protector IO del mismo tono negro que el resto del chasis. El logo, ubicado delante, cuenta con iluminación RGB y, en concreto, unos 18-20 colores compatibles con el software. Detrás encontramos, sobre la gráfica, un USB 3.0 Type-C y otro 3.1 Tipo C (ambos sin conectividad Thunderbolt), cinco entradas USB 2.0, un puerto Ethernet, entrada HDMI 2.0 y nada más y nada menos que tres puertos DisplayPort. No obstante, al igual que sucede con el resto de tarjetas RTX 2080, tan solo encontramos una salida DVI. El equipo también cuenta con Bluetooth 4.0 y WiFi integrados.

Podemos desacoplar el panel lateral fácilmente. Una vez dentro, la distribución de los componentes es acertada, aunque un único ventilador en toda la caja podría no ser suficiente. Algo parecido sucede con los puertos en la parte trasera, ya que, si bien no parece que vayamos a echar en falta alguno más, tampoco habría estado mal que sobraran. Dentro del chasis, el cableado está bien cuidado, aunque quizás podría encontrarse menos a la vista.

Aunque son muchas las mejoras posibles, lo cierto es que la potencia de 500 W de la fuente de alimentación puede suponer una limitación. El interior del Omen Obelisk cuenta con iluminación regulable, aunque el logo sobre la tarjeta gráfica siempre se ilumina de rojo. Al igual que la placa base, esta gráfica corre por cuenta de la propia HP, aunque suponemos que no habrá sorpresas con su configuración por lo indicado en las especificaciones. Es curioso ver cómo en HP no se andan con rodeos y hasta la carcasa de la gráfica luce su logo.

La versión que hemos puesto a prueba es la 875-0098no, algo por encima de la OMEN Obelisk 875-0912ns que se puede comprar en España. Dentro del chasis, nos encontramos un procesador i7 8700 montado sobre una H370, 32 GB de memoria DDR4 Hyper X, y un disco NVMe de 512 GB más otros 2 TB de capacidad SATA para tus juegos. El Omen Obelisk también tiene a su disposición 16 GB de RAM, una versión con disco duro de 256 GB y otra con un Ryzen 7 2700.

Cabe destacar que el i7 8700 no hace justicia al precio de la máquina, y nos habría gustado ver un i7 9700K o incluso un i9 9900K, al tratarse de un PC con un precio tan elevado. Se nos hace raro no toparnos con un procesador de la familia K en un equipo de gama alta y ya montado, y lo cierto es que el procesador del Omen Obelisk parece ser su principal lastre. La explicación, sin embargo, parece estar en el sistema de refrigeración elegido por HP, que, aunque funcional, no da para mucho y habría resultado incompatible con un procesador de la serie K.

Entrando en materia de refrigeración, la CPU alcanza los 91 grados al ejecutar juegos 4K (algunos incluso superando los 60 fps gracias a la tarjeta RTX 2080), y 83 grados por parte de la GPU, tratándose en ambos casos de temperaturas muy elevadas, incluso para un sobremesa. Al navegar por Internet las temperaturas mejoran algo: 35 grados en la CPU y 24 en la GPU. De este modo, la mejor opción pasa por dar más potencia al ventilador, lo que no obstante hace que el nivel de ruido del Obelisk se sitúe entre los 36 y los 44 dB. Una de los principales motivos parece ser la propia tarjeta RTX 2280, que por lo visto tiene un único ventilador.

Incorporar las mejoras es fácil. Hay dos unidades M.2 y dos conexiones SATA, una de ellas ya ocupada. En el modelo que usamos para este análisis, sin embargo, la segunda M.2 estaba asociada a la WiFi, lo que no parece lo más sensato. Los dos dispositivos SATA se encuentran delante y son de fácil acceso. Por su parte, el Omen Command Center es sencillo y funcional, aunque, en lo relativo al diseño, HP podría hacerlo aún mejor. Así y todo, se trata de una herramienta plenamente útil que proporciona toda la información necesaria. Las actualizaciones llevaron bastante tiempo, pero tanto los drivers gráficos como Windows se actualizaron en una media hora.

La calidad del apartado técnico es alta, las posibilidades de instalar mejoras son decentes (vistas las limitaciones de la micro-ATX) y la refrigeración funciona bien cuando le damos caña y apenas se deja oír durante un uso habitual (al fin y al cabo, es lo que cabría esperar de un sobremesa súper compacto). El que hayan optado por esa CPU teniendo en cuenta el precio sigue sin cuadrarnos, pero en líneas generales, el HP Omen Obelisk es, sin lugar a dudas, uno de los mejores equipos ya montados que hemos tenido en nuestras manos desde hace tiempo.

Pasemos a la mejor parte: las pruebas de rendimiento. Todos los estándares que siguen se comprobaron a 1080p y 144Hz en un monitor 4K.

3D Benchmark

Time Spy: 9886
Time Spy Extreme: 4433
Port Royal: 5744
Fire Strike Ultra: 6002
Fire Strike Extreme: 11416
Fire Strike: 20749

Total War: Warhammer II

Ultra: 101,6
Alta: 131,3
Media: 170,7

La Tierra-Media: Sombras de Mordor

Ultra: 123
Alta: 128
Media: 176

The Division

Ultra: 126,1
Alta: 143.5
Media: 145

The Division 2

Ultra: 106
Alta: 122
Media: 133

Metro Exodus

Extrema: 55,51
Alta: 87,87
Normal: 114,65

Con RTX y DLSS al máximo

Extrema: 43,27
Alta: 60,69
Normal: 68,50

Assassin's Creed Odyssey

Ultra: 70
Alta: 94
Media: 106

El HP Omen Obelisk es un equipo premontado sobresaliente, y se nota por qué es crucial para la compañía, aunque se diría que la versión más económica sale más a cuenta que la opción más cara. A la hora de jugar, hemos podido comprobar que la diferencia entre 16 y 32 GB de RAM es mínima.

Habría estado bien contar con una refrigeración mejor planteada para evitar problemas con la tarjeta gráfica, y una CPU más potente (o un precio final más ajustado) dentro del chasis del Obelisk. Sea como sea, cambiar la ventilación no supone un gran esfuerzo, y es que, para tratarse de una máquina lista para usar, el HP Omen Obelisk resulta en general tan convincente y práctico como esperábamos.