Análisis del micrófono JBL Quantum Stream

JBL es conocido comúnmente por sus productos de alta fidelidad y por sus auriculares y altavoces inalámbricos, pero ya llevan un tiempo entrando en el mercado de los videojuegos con su línea Quantum. Y si bien hasta ahora la habían centrado en el arte de emitir sonido, ahora también lo hacen a la inversa, lanzando su primer micrófono gaming, el JBL Quantum Stream. Se trata de un micro bastante pequeño (y simple) con algunas características bastante interesantes. Es una clara mejora a los micrófonos que suelen incluir muchos headsets, pero nada mucho más allá.

Sin sus luces RGB, el micrófono es discreto y poco llamativo. Se coloca sobre un pedestal bastante ligero que suele mantenerlo en el sitio, que puedes girar para ajustarlo a tus necesidades y que también puedes desmontar en caso de que prefieras usar un soporte distinto o un brazo para tu micro. Además de un puerto USB y otro puerto para conectar unos auriculares, tan solo nos encontramos con un controlador del volumen que nos permite silenciar fácilmente el micrófono con un simple toque. En la parte trasera del micrófono tenemos una tira de luces que cambia de color en función del modo en el que se encuentre. En otras palabras, el color de la luz indica claramente si tu micrófono se encuentra silenciado, por ejemplo. Puedes ajustar estas luces y los detalles del sonido con un software propio de JBL.

Solo cuenta con dos modos de sonido: cardioide y omnidereccional. Cardioide es probablemente la opción más habitual para la mayoría de usuarios ya que recoge el sonido que recibe directamente por la parte frontal. Se echa en falta alguna otra forma de recoger el sonido que permita eliminar el ruido de fondo de un teclado, por ejemplo. La cancelación de ruido automática de JBL tampoco es demasiado buena, permitiendo que el micrófono deje que se cuele algún ruido de fondo un tanto alto.

El sonido del micro es limpio, tal vez un poco plano, pero equilibrado. Usando la configuración básica no encontramos demasiados graves ni contrapuntos. Cuesta un poco acostumbrarse a escuchar tu propia voz mientras juegas, pero pasa lo mismo con cualquier otro micrófono. El JBL Quantum Stream está muy bien para comunicarte con tus compañeros de equipo durante una partida, pero si lo que buscas es crear contenido con audio de buena calidad deberías considerar otras opciones distintas de gama más alta.

El JBL Quantum Stream tiene un precio alrededor de los 100 euros y ofrece una calidad de sonido buena y equilibrada, aunque no sorprendente. Es una buena opción para aquellos que quieran un sonido mejor que el que pueden conseguir con el micrófono de unos auriculares pero que tampoco quieran pagar demasiado. Se trata de un micrófono bastante pequeño y fácil de colocar sobre el escritorio. Y lo mejor de todo es que no necesitarás muchos ajustes para poder empezar a usarlo.