Análisis del micrófono NZXT Capsule Elite

Ya lo he escrito muchas otras veces, pero merece la pena repetirlo una y otra vez. La mayoría de las categorías de hardware, y los accesorios basados en USB en particular, han alcanzado desde hace varios años un pico en términos de diseño y funcionalidad, en el que es mucho más difícil que los consumidores se equivoquen, pero en el que también es difícil que los medios de comunicación nos sorprendamos por algo.

Pero eso no quiere decir que un poco de mejora en las especificaciones, y también un poco de delicadeza en el diseño, no impresionen también, porque lo hacen, y un ejemplo excelente de ello es el Capsule Elite de NZXT, un micrófono USB que avanza donde importa sin dejar de ser más específico de una plantilla ya bien establecida.

En primer lugar, es importante darse cuenta de que, aunque el Capsule Elite no reinventa exactamente la rueda aquí, está extremadamente bien diseñado. Esto se debe principalmente al uso de materiales. En lugar del molesto plástico, del que ya hay mucho, NZXT ha ido aquí un poco más refinado. El soporte en sí es cuadrado y está hecho de metal bastante pesado. El micrófono en sí tiene un aspecto industrial bastante chulo, y está acentuado con ruedas de clic de aluminio y una rejilla de acero. Teniendo en cuenta que cuesta unos 85 euros, parece mucho, mucho más caro.

En su interior encontramos una cápsula de condensador de 25 milímetros con una capa de filtro antipop integrada entre la propia unidad y la mencionada rejilla, y graba en un patrón cardioide bastante cerrado. Esto significa que el micrófono está diseñado principalmente para la comunicación unidireccional, pero también puede eliminar el ruido de fondo. Antes de pasar al resto de la experiencia de grabación, permíteme decir que el Capsule Elite es absolutamente brillante haciendo precisamente eso. La calidad del audio grabado es una cosa, pero otra muy distinta es lo nítida que suena la grabación, incluso en circunstancias en las que cabría esperar que se colara ruido. Excelente.

La grabación en sí es de 24 bits con una frecuencia de muestreo de 192 kHz. Graba en la gama de frecuencias de 50-20.000 Hz, todo ello con un simple cable USB-C a USB-A. No hace falta instalar el software CAM porque el micrófono es plug-and-play desde el principio, e incluso si no quieres hacer preajustes ni nada por el estilo, la calidad de grabación es excelente desde el principio: es realmente impresionante.

Ya sea para una simple transmisión, para reuniones o incluso para podcasts en línea, es mucho mejor que un micrófono USB normal. Es difícil señalar una sola especificación porque probablemente sea la calidad del dispositivo, la mayor frecuencia de muestreo y los 24 bits, pero en conjunto es realmente bueno.

Hay algunas cosillas molestas, eso está claro. Hay una tira RGB en la parte trasera que no encaja en absoluto con el diseño industrial del micrófono, y los botones de la parte delantera no son tan satisfactorios y táctiles como otras partes del dispositivo, pero la calidad de construcción, la selección de materiales, los indicadores LED, la calidad de grabación y todo lo demás juegan así, por lo que tenemos que recomendarlo de todo corazón.