Análisis del monitor BenQ PD3205UA

Admito que tengo una debilidad por los monitores con "brazos" integrados. Sí, los más cínicos siempre se apresurarán a señalar que básicamente puedes comprar el monitor que quieras y montarlo en un brazo de un tercero; no es como si la compatibilidad con VESA fuese tan raro, ¿verdad?

Es ingenioso, eso seguro, y ahorrarse la molestia de tener que comprobar la compatibilidad y decidirse por dos productos en lugar de uno solo es algo que sin duda prefiero. Además, a menudo significa que los propios monitores están diseñados no solo para ahorrar espacio, sino que también se han centrado en la creatividad, y eso es algo que también me convence.

Usemos de ejemplo al "PD3205UA" de BenQ. Sí, el nombre es uno de los más confusos y demuestra qué tan bajo hemos caído, pero más allá de esta pifiada por parte de la marca verás un monitor realmente redondo que ofrece características excelentes para almas creativas (con escritorios pequeños).

Antes que nada, estamos hablando de un panel IPS 16:9 de 32,5 pulgadas con resolución 4K que promete cobertura del 99% de sRGB, un 99% de Rec709 y con variaciones Delta-E entre 2 y 3, lo que lo convierte en un candidato para la gradación de color profesional. Hay compatibilidad HDR, y a veces el monitor puede superar los 500 NITS. Empeora un poco con el brillo, pero como Linus Sebastian, entre otros, ha afirmado muchas veces, pocos monitores profesionales tienen un flujo de trabajo de gran prioridad para HDR, por lo que el brillo alto es algo importante en cuanto al entretenimiento y no tanto para el trabajo donde el color es crucial. Además, realmente no se le presta mucha atención a eso de cerca.

Todo esto se puede controlar a través del llamado "Hotkey Puck" de BenQ, que es una forma elegante de describir un mando a distancia circular que se monta con un cable y proporciona acceso rápido a los ajustes de brillo a través de una rueda, o a accesos directos a perfiles de color distintos.

El conmutador KVM es USB-C PD de 90 W, por lo que puede mantener un portátil completamente cargado, combinado con una cantidad bastante buena de puertos, como HDMI, DisplayPort, USB-C y, ojo, tres puertos USB-A. Incluso lleva dos altavoces de 2,5 W funcionales, pero eso es lo mejor que puedo decir sobre ellos.

La pantalla también es bonita en cuanto a la estética. Sí, el marco en sí es más bien de plástico, pero el brazo en el que está montado es bastante aparente y funciona muy bien. Tiene una inclinación de -5 a 30 grados, un giro de hasta 275 grados y una altura ajustable de 150 milímetros. Está claro que BenQ ha invertido en este aspecto y se nota.

La única queja es que, por un poco menos de 700 €, se echan en falta algunas características más. Una webcam integrada, mejores altavoces, una base dock para iPhone para usarlo como webcam, no sé. El brazo es resultón, la pantalla también, pero el precio es alto y puedes conseguir un monitor Samsung Viewfinity S6, por ejemplo, o un monitor Dell similar por considerablemente menos.

Sin embargo, hay pequeñas distinciones, como el Hotkey Puck y la superior química del color de BenQ que hace que recomendarlo sea muy sencillo, sobre todo si quieres hacerte con un monitor con brazo.