En lo que se refiere a ofrecer ratones de alto rendimiento, Razer siempre ha sido sorprendentemente consistente, aunque puede ser tanto para bien como para mal. De forma crítica, han introducido demasiados modelos que se disputan entre sí en lugar de competir con otros productos del mercado, pero también hay que reconocer que todos los modelos de Razer funcionan.
La última adición a la línea de deportes electrónicos es el Viper V3 Pro, una continuación bastante directa de los modelos anteriores en esa serie concreta, lo cual significa que van a compartir tanto elogios como críticas.
Por un lado, es impresionante que Razer haya reducido el peso total a solo 54 g, seis gramos menos que el Logitech Pro X Superlight 2, y todo esto sin recurrir al diseño de "panal de abeja" (una estructura con un patrón de agujeros hexagonales). También es completamente impresionante que Razer pueda ofrecer hasta 95 horas de vida útil de la batería de forma inalámbrica sin afectar el peso.
Bajo esa carcasa tan extremadamente fina, podemos encontrar algunas especificaciones magníficas. Anteriormente, Razer ofrecía una frecuencia de sondeo de hasta 8000 Hz como un extra que podíamos escoger de forma opcional, lo que ahora viene incluido a través del receptor inalámbrico (del cual hablaremos en un momento) y su propio sensor Focus Gen 2 de 35 000 DPI también es excelente. Por otro lado, también está la versión Gen 3 de sus interruptores ópticos, que son extremadamente táctiles y rápidos, estando todo el conjunto compuesto de hasta un 85% de plástico reciclado (PCR).
Si estás dispuesto a gastarte 179,99 €, te llevarás un ratón que cumple bien su papel en ese nivel de esports tan minucioso donde cada milisegundo cuenta. Sin embargo, si también quieres un ratón que ofrezca una experiencia de usuario ágil y versátil, pues me temo que Razer se ha pasado un poco en cuanto a minimizar el peso.
El receptor que mencioné previamente no es un receptor USB-A tradicional. Es un dispositivo pequeño con una entrada hembra USB-C. Por supuesto, te dan un cable USB-C a USB-A (no entiendo por qué no es C a C), y de esta manera puedes usar dicho cable para manejar el ratón de forma inalámbrica. También te puede resultar útil si conectas el receptor con el cable al ordenador y te olvidas de él, y si es el caso, entonces el rediseño no cambia mucho. Pero en todos los demás aspectos, es de todo menos intuitivo.
Cada vez que quieras llevar el ratón a algún sitio, necesitarás tanto este como el receptor y un cable que antes no hacía falta llevar. Como ahora el receptor necesita un accesorio adicional para que funcione, que es más grande y pesado que antes, Razer no ha diseñado ningún compartimento para guardarlo dentro del propio ratón, lo cual significa que tienes que llevarlo por separado. Además, no funciona por Bluetooth.
Imagino que, de todas formas, la mayoría de los consumidores que quieran un Viper V3 Pro buscarán que cumpla más de un propósito, y el hecho de tener que llevar el ratón y el receptor a algún sitio, ya sea la escuela, una LAN o algún evento, ahora se complica aún más.
Es muy probable que el mencionado Pro X Superlight 2 sea ligeramente más barato, y pesa 60 gramos, aunque tiene una cubierta magnética para un receptor USB-A tradicional, que por cierto permite una frecuencia de sondeo de 4000 Hz. Es menos de lo que ofrece Razer en este caso, pero es un ratón más funcional.