Análisis del sistema Sony HT-A9

Aunque una barra de sonido puede ser el mejor punto de partida para pasar de los insatisfactorios altavoces integrados en el televisor a una solución más dedicada, no todas las configuraciones lo permiten.

Y luego está todo el tema del sonido envolvente, porque aunque los fabricantes han creado con gracia un efecto Atmos que envuelve al oyente al tener transductores que disparan hacia arriba en lugar de directamente hacia el receptor, eso no es lo mismo que unidades dedicadas colocadas alrededor de donde estás sentado.

Como solución a ese problema, Sony ha creado el A9, o HT-A9, un sistema de sonido que puede comprarse sin la barra, y también sin subwoofer, y que consiste simplemente en cuatro altavoces inalámbricos que se colocan sin tener que anclarlos alrededor del usuario y del televisor, creando así verdadera sensación de profundidad y sonido envolvente.

Las cuatro unidades utilizan la tecnología 360 Spatial Sound Mapping propia de Sony, que es una combinación de diferentes tecnologías: Sound Field Optimisation y Monopole Synthesis. Se trata de un lenguaje de alta fidelidad suave y vago para explicar que, al equipar cada unidad con dos micrófonos, pueden hacerse una idea instantánea de dónde están, cómo es la habitación, dónde están los demás y dónde está el televisor. Al hacerlo, crean una red envolvente en torno a su posición, asegurando un cierto tipo de simetría en el sonido.

Funciona de forma decididamente brillante, y el paisaje sonoro que se "tejió" para mí durante el periodo de prueba fue algo cercano a lo mágico, sobre todo después de haberme encontrado varias veces con el horror exactamente opuesto con otros equipos de prueba en los que la simetría o el equilibrio eran mucho más difíciles de conseguir.

La idea es que los cuatro controladores de cada unidad, un tweeter de 19 milímetros, un controlador X de rango completo y un controlador inspirado en Sonos Arc que dispara hacia arriba, den la sensación de que hay varias fuentes de sonido alrededor del espectador. Esta versatilidad también significa que a los A9 no les importa cómo se coloquen. Utilizan 360 Spatial Sound Mapping y sus transductores para crear una configuración personalizada dondequiera que estén, y eso vale tanto para la altura como para la distancia entre ellos.

Eso está muy bien, porque cada unidad A9 es bastante alta, unos 30 centímetros, por lo que hacen acto de presencia en el hogar, y el color "Light Pearl" ligeramente mate en el que vienen no va precisamente con la decoración moderna. Por otro lado, la instalación es totalmente sencilla, ya que se trata de una pequeña caja HDMI que se conecta al puerto eARC del televisor como lo haría una barra de sonido, y ya está todo listo.

También pagarás una buena suma por ello, el conjunto A9 te costará unos 1.800 euros, suficiente para comprar un Sonos Beam, un Sub Mini y dos Ones, y aún te sobrarán unos 350 euros en el bolsillo. ¿Es el A9 realmente mejor que una configuración ligeramente más barata con un subwoofer y una barra de sonido? Sí, en algunos aspectos el efecto envolvente es mucho, mucho más preciso, y la "burbuja" que surge a tu alrededor mientras todo suena es, como mínimo, mágica.

Para concluir, hay que decir que existe un pequeño problema con los diálogos, ya que no hay un canal central como tal que ancle los diálogos frente al televisor. Por lo tanto, los diálogos voluminosos pueden perderse un poco, perdiendo parte de su gravedad, pero esto es sólo en algunos momentos, por ejemplo, cuando Immortan Joe da su discurso de apertura en Mad Max: Fury Road, hay más música y sonido real que irrumpe a través de su voz de barítono.

Pero aparte de eso, el A9 es un gran conjunto de altavoces que realmente proporcionan una experiencia diferente a las alternativas tradicionales, y si de alguna manera desea evitar el habitual combo de subwoofer y barra de sonido, este es el camino a seguir.