El grupo finlandés se está fortaleciendo considerablemente desde que le compró parte de Nokia a Microsoft y, para mí, persona cuyos tres primeros teléfonos móviles (hace ya casi 30 años) fueron de Nokia, tener la oportunidad de analizar un dispositivo como este me resulta incluso divertido. Los recientemente lanzados G11 y G21 son teléfonos económicos y modestos, y el último de ellos, el G21, es el que hemos podido probar en Gamereactor durante unas tres semanas. ¿Nos ha impresionado? ¡Por completo!
Lo primero que llama la atención del Nokia G21 es la batería. Con cada carga, me ha dado hasta 3 días completos de uso, mejor que mi iPhone 13 Pro Max, que viene con la mejor batería de Apple hasta la fecha. Tres días sin tener que cargar el teléfono resultan hasta extraños, y esa extrañeza es algo que se extiende a la pantalla, inesperadamente buena para el espantosamente bajo precio que tiene el terminal. El G21 tiene una pantalla IPS a 90 Hz y resolución de 1600 x 720 píxeles, con 270 PPI. Es brillante. Su detección táctil es magnífica, el contraste también, y lo mismo puedo decir del brillo y la neutralidad del color. ¿Habría estado bien tener un panel 1080p? Sí. ¿Es necesario en un teléfono de 6,5 pulgadas que vale 199 euros? Para nada.
El procesador que lleva es un Unisoc T606 y, aunque no es el mejor de la industria, hace que el teléfono resulte ágil, fresco y rápido en todo momento, sin importar lo que estés haciendo con él. Por supuesto, las apps no se ejecutan tan rápido como en mi iPhone, que es casi diez veces más caro, pero no hay nada en el chip del procesador del G21 que no parezca nuevo o más que suficientemente rápido. El terminal viene con Android 11, y sin esa tonelada de bloatware que suele venir en modelos de otras marcas como Samsung. Viene limpio y libre de mucho de lo que no me gusta de Android como SO, cosa que también aplaudo de Nokia.
El diseño del G21 es otro aspecto a destacar. Se ve bien, pero en la mano es aún mejor. ninguna parte, ni la básica forma, ni la elección de materiales, ni la parte trasera estriada, da la sensación de pertenecer a un teléfono "barato" (este teléfono lo es), sino más bien parece algo que podría costar tres veces más de lo que se paga por él. Me gusta ese tono gris azulado, y también el otro modelo en gris y marrón. El sistema de sonido también cumple con su cometido, aunque el hecho de que sea Mono le resta encanto. Preferiría haber visto (¿o escuchado?) un sonido en Estéreo gracias a unos altavoces de mayor calidad, pero tengo que insistir, este teléfono cuesta menos de 200 euros.
La cámara es, probablemente, lo que mejor funciona en este smartphone junto con la batería. Tiene un sensor de 50 Megapíxeles bastante impresionante. Todo, desde el modo retrato hasta el zoom suave, funciona con elegancia y hace que las fotos tengan resultados francamente buenos. Puede competir fácilmente con otros modelos el triple de caros. También me parece digna de alabanza la velocidad del obturador y la capacidad para sacar tomas incluso en entornos oscuros.
En cuanto a lo poco negativo que puedo decir de él, está sobre todo que me habría gustado que viniera con una pantalla de 1080p y una batería de la que no puedo criticar la capacidad, sino el tiempo de carga. Si se cargara más rápido, sería casi perfecto. Por lo demás, no tengo nada más que decir sobre este teléfono móvil, aparte de que Nokia ha lanzado el smartphone asequible más estable y más competitivo que pueda haber en el mercado. Algo así, por ese precio, parece imposible.