Mi relación con los móviles Pixel comenzó hace ya mucho tiempo. Tuve varios móviles y tablets de Nexus antes de hacerme con mi primer móvil Pixel. La sensación de un dispositivo puro de Android siempre ha resultado atractiva (uno de los mayores argumentos de su venta), y el hardware siempre le ha sacado provecho al dinero gastado.
Como resultado, el Pixel 7 Pro fue mi teléfono favorito durante un año, y es por eso que puedo ver claramente los cambios que se han hecho tanto en el software como en el hardware. Google estaba muy seguro de sí mismo antes del lanzamiento del Pixel 8 Pro y dijo que con este teléfono había dado un gran salto hacia delante, y curiosamente, lo puede demostrar. Sin embargo, no todo es mejor que en la anterior versión. La primera impresión que tuve del teléfono al desempaquetarlo fue un poco decepcionante. El nuevo móvil se siente un poco más torpe que su predecesor a pesar de ser un poco más pequeño (estamos hablando de menos de un milímetro), y la culpa de todo esto reside en el diseño de la cámara y en que la pantalla es completamente plana. No obstante, ambos inconvenientes presentan otras ventajas, entre ellos, menos toques por error por los bordes gracias a la pantalla plana.
Menos mal que mi opinión inicial, que era ligeramente negativa, enseguida se puso en contradicho. El diseño es más robusto que el del Pixel 7 Pro y se siente perfectamente compacto. La pantalla es más brillante que la de su predecesor y de notable mejor calidad, incluso el sonido es mejor, algo que le interesará a aquellos que quieran utilizar los altavoces propios del móvil (aunque obviamente no se pueden comparar a unos altavoces de verdad).
La mayor novedad del software en el Pixel 8 Pro es la IA y el aprendizaje automático que se encuentran por todos los rincones del dispositivo. Cuando lo enciendes, no se nota mucho, ya que nada indica realmente que el móvil ofrezca estas funciones que tan solo unos pocos competidores, si es que los hay, pueden igualar en esta área. Todo lo que sucede en el interior está impulsado por el procesador Google Tensor G3, que tiene muchísimo rendimiento y consigue que el teléfono esté preparado para el futuro incluso si Google añade más y más características a la línea
Entonces, ¿cuáles son las novedades? La mayoría de las personas utilizarán las herramientas sofisticadas de edición de fotos, que tienen implementadas la inteligencia artificial. Esta también te permitirá eliminar de un vídeo el ruido de los aviones, del viento u otros elementos del estilo, con tan solo pulsar un botón, para así conseguir que el sonido parezca grabado dentro de una habitación en silencio y bajo unas condiciones ideales. También te permite hacer fotos grupales y después utilizar la IA para seleccionar las caras de las fotos en las que cada persona sale mejor, y así conseguir que la cara de amargada de tu suegra se sustituya por una sonrisa, al igual que el bostezo de tu padre, por una boca cerrada. Asimismo, es muy sencillo mover objetos por las imágenes, si le haces una foto a tu pareja con una cascada de fondo, pero te das cuenta de que no está muy centrada, puedes editar y mover a la persona al lugar que quieras de la foto. Incluso, las imágenes borrosas pueden hacerse más nítidas y puedes eliminar con facilidad los elementos de las fotos que no encajan.
¿Es hacer trampa? Puede ser, pero al mismo tiempo es muy práctico y supongo que todas estas novedades atraerán a aquellos que quieran la foto perfecta para Instagram. Las herramientas funcionan muy bien, pero no siempre. Por ejemplo, si eliminas algo de un fondo muy cargado, la IA puede tener dificultades para encontrar una solución creíble para rellenar ese hueco. A pesar de todo esto, tenemos que mencionar que las funciones están innecesariamente escondidas (esto también suponía un problema con el Pixel 7 Pro, que tenía algunas de estas versiones de manera más simplificada) y no se explica muy bien el funcionamiento de las cosas. En este sentido, Google debería haberlo hecho mejor.
En general, la cámara es muy buena, de hecho, siempre lo ha sido en los móviles Pixel de Google. Además, siento que el Pixel 8 Pro con la ayuda de la IA es el actual campeón. Incluso a largas distancias (zoom óptico de 5x) y en habitaciones oscuras, los resultados son increíblemente buenos y los primeros planos fantásticos.
Cuando juego al Call of Duty, al Fornite, o incluso un juego exigente como el Black Desert Mobile, todo funciona correctamente, algo muy positivo para aquellos que quieran jugar mucho. La batería (5050 mAh) es más que suficiente y me ha durado más dos días con el modo ahorro de batería y usándolo con normalidad. Si estoy jugando, obviamente consume más. El rendimiento de la batería está bastante bien, aunque no sea tan bueno como el de los dispositivos de Asus y OnePlus.
Una novedad extraña es que tiene incluido un termómetro, un sensor de infrarrojos que se encuentra debajo del flash y que junto con una aplicación llamada Thermometer, puedes comprobar cómo de fría está la cerveza o cómo de caliente está la temperatura del agua del baño. Sin embargo, lo que no está aconsejado por el software es comprobar la fiebre, y esto seguramente se debe a que Google no quiere que se le acuse de diagnósticos erróneos. Para medir la temperatura, sujeta el teléfono a cinco centímetros de distancia, selecciona el material del que está hecho (hay un ajuste por defecto, pero el resultado será notablemente mejor si lo cambias) y después obtienes el resultado. En mi experiencia, varía alrededor de un grado de una medida a otra, así que parece bastante preciso. Si lo utilizo para la frente (aunque no debería de usarse con este propósito como hemos dicho antes), me da un resultado de entre 35 y 36 grados, bastante preciso incluso en este caso.
Por tanto, ¿Google demuestra que el Pixel 8 Pro es una revolución entre los móviles? Como he dicho en la introducción, es verdad hasta cierto punto. Es un móvil increíblemente bueno en cuanto a software y hardware y, sobre todo, destaca la cámara, que es extraordinaria. No obstante, no todas las ediciones de la IA están bien y de hecho, algunas son bastante malas. Además, y esto creo que se trata de un problema de Android en sí, las aplicaciones están optimizadas para el hardware y software de Samsung, y las aplicaciones más pequeñas y raras (en mi caso, una aplicación para la diabetes y el sistema de cerraduras de Yale que tenemos en casa) pueden tener errores con el sistema puro de Android de Google, pero no con los equivalentes de Samsung.
Dicho esto, es un muy buen teléfono móvil, que a pesar de ser más caro que su predecesor, ofrece una opción equivalente y en muchos casos mejor que otras alternativas mucho más caras. Por no mencionar que va muy bien para jugar. En definitiva, es fácil recomendar encarecidamente el Pixel 8 Pro, y aunque presiento que será el año que viene cuando realmente veamos la revolución de la IA en los móviles. Este encantador dispositivo es tan solo el principio.