Recuerdo (no fue hace tanto, después de todo) cuando no había volantes de tracción directa en el mercado, salvo posiblemente la carísima pieza industrial de Leo Bodnar que nunca se vendió fuera de EE.UU.. Todo el mundo del simracing pilotaba con volantes accionados por cadena o correa y la idea de un volante de transmisión directa en casa no era más que un sueño tan húmedo como recurrente. Entonces, hace unos cuatro años, todo se puso patas arriba. Fanatec lanzó DD1 y DD2, Simucube sacó sus Pro, Sport y Ultimate y el resto, como todos sabemos, es historia. Hoy en día es posible comprar volantes de tracción directa de toda una gama de fabricantes diferentes y no es ningún problema encontrar una base realmente buena que contenga un motor de muy alta calidad por unos 350 euros.
Investigación, desarrollo... es maravilloso.
Sin embargo, no está exento de alguna cagada que se cuela por las rendijas. Por mi parte, nunca me impresionó el Moza Racing R16 (gen 1), que en mi opinión ofrecía un diseño pobre, un force feedback deficiente, problemas brutales de oscilación y un software realmente malo. El Thrustmaster T818 tampoco me impresionó, ya que me pareció difícil de montar, bastante feo, con un acople Quick Release deficiente, un FFB mediocre y que era simplemente redundante dada la dura competencia. El gigante de los auriculares Turtle Beach es ahora la siguiente compañía en lanzarse de cabeza a la escena del direct drive y, al igual que el intento de Thrustmaster y el Moza R16, no es algo que debas molestarte en comprar o siquiera contemplar. De hecho, deberías mantenerte lo más alejado posible del Velocity One Race.
El Turtle Beach Velocity One Race es una base DD con un motor que, según las especificaciones del propio fabricante, empuja 7,2 newton metro de par máximo y es compatible con Xbox One, Xbox Series X/S y PC/Windows. Viene con un volante con levas de cambio magnéticas, pedales basados en células de carga y una pantalla integrada "Race Management" de 6,8 pulgadas, acompañada de una pequeña minibotonera lateral para controlar funciones como el equilibrado de los frenos y el control de tracción.
Y sí, todo eso suena muy bien. Sobre el papel, el Turtle Beach Velocity One Race parece un flamante competidor, pero una vez encendido y configurado, los problemas empiezan a aflorar, rápidamente. Este paquete de 650-700 euros no es ni un poco mejor que las viejas bases de volante accionadas por correa por la mitad de precio, por lo que en mi opinión se convierte en un caro pisapapeles de inmediateo. En primer lugar tenemos el problema de la forma y el tamaño, que es innecesariamente grande y exageradamente ancho, como eran las cosas en el simracing de antaño, pero ya no más. La carcasa de plástico del propio motor DD está sobredimensionada y cede un poco, lo que, por supuesto, resulta bastante extraño, ya que Turtle Beach, al igual que Fanatec, Simagic o Simucube, podría haber lanzado fácilmente el motor DD en su carcasa de aluminio, tal cual, sin el chasis de plástico. El conector rápido también es defectuoso y alberga más holgura que cualquier otro de Fanatec, Moza, Logitech, Simagic y Simucube. El volante que viene con él tiene un tacto plasticoso y resulta demasiado pequeño, y el accesorio de la botonera está, sinceramente, entre los peores que he probado.
Sin embargo, no hay nada malo con la pantalla incorporada y el propio software de Turtle Beach funciona sin problemas. Si el Force Feedback y la sensación de conducir realmente un coche hubieran sido medio buenos aquí, podría haber pasado por alto fácilmente los puntos negativos relativos al chasis de plástico y al volante deficiente, pero desgraciadamente el FFB es lo peor de todo este paquete. 7,2 Nm parecen más bien 3,2 en este caso y nunca tengo la sensación de estar conduciendo un coche de carreras, más bien de estar jugando a videojuegos, con la misma premisa que los volantes más baratos accionados por correa de hace diez años. No hay detalles y matices perceptibles, no hay potencia y el Velocity One Race oscila demasiado para ser tan débil.
Por desgracia, los pedales no son mucho mejores. Turtle Beach ha puesto una célula de carga en el freno, lo que siempre es preferible, pero el freno es demasiado flojo, ofrece muy poca resistencia y el acelerador parece muerto como una piedra y se desplaza demasiado lejos para parecer realista. A esto hay que añadir que las levas de cambio magnéticas de la parte trasera del volante son endebles y están hechas de un material que también se dobla. No me cabe la menor duda de que este paquete es uno de los peores que se pueden comprar en el ámbito de la tracción directa, y que en algunos sitios lo hayan calificado de asequible (de nuevo, cuesta alrededor de 700 €) me parece absurdo. Por el mismo dinero, puedes comprar el paquete Ready 2 Race "McLaren Elite" de Fanatec que contiene volante CSL DD y pedales CSL Elite V2 más el fenomenal volante McLaren GT3 V2 y todo eso es 2000% mejor, sin ningún atisbo de duda.