El mundo de Warhammer 40,000 ha dado lugar a un buen número de videojuegos de calidad variable, además de sus miniaturas de mesa. Aunque la mayoría suelen ser mediocres, el Space Marine II del año pasado resultó ser una de las agradables sorpresas del año.
Por eso es muy positivo que la primera entrega de la serie, de 2011, reciba una remasterización y un pequeño lavado de cara. Hace casi 15 años, le dimos al primer juego una puntuación decente, pero ¿cómo se comporta este viejo título actualizado a la actualidad?
Una cosa es cierta: Space Marine es un shooter sólido en el que la pistola de perno canta y los orkos espaciales son despachados a un ritmo constante. La profundidad se compensa con el gore, como es típico en el sombrío universo W40K. "¡WAAAGH!", gritó el orko al recibir una bala en la cabeza.
Vale la pena señalar que se trata de un remaster, no de un remake, así que quienes ya conozcan la versión de 2011 no encontrarán muchas novedades. Sin embargo, los recién llegados obtendrán actualizaciones gráficas y de usabilidad, junto con todos los DLC lanzados anteriormente.
La acción comienza con el ataque de los orkos al mundo forja de Graia, hogar de enormes máquinas de guerra Titan Invictus. A medida que la situación empeora, se despliega la Ultramarines para hacer frente al problema, liderada por la Captain Demetrian Titus controlada por el jugador. El comportamiento inusualmente organizado de los orkos levanta sospechas de inmediato, y pronto entran en escena otros enemigos además de los brutos de piel verde.
La historia principal avanza como un tren blindado y, naturalmente, incluso puedes montarte en uno. En Ultramarines tienes acceso a un arma cuerpo a cuerpo, cuatro armas a distancia y granadas. Se recoge nuevo equipo a un ritmo constante, pero no puedes llevarlo todo a la vez. Los jugadores deben elegir qué armas se adaptan a su estilo de juego.
De vez en cuando, el ritmo se adereza con un paquete de salto que sólo se puede utilizar en determinadas secciones. Saltar y aplastar a los enemigos con un ataque en picado es bastante fácil.
Titus Tiene un escudo y una barra de salud. El escudo se regenera automáticamente tras una breve pausa, pero cualquier daño que lo atraviese requiere una solución más directa. No hay paquetes de salud; en su lugar, te curas realizando ataques de ejecución a los enemigos aturdidos.
Ejecutar estos movimientos finales requiere cierta planificación. Los enemigos más pequeños son fáciles de aturdir, pero al activar la ejecución se desencadena una llamativa animación que dura varios segundos. Esto es genial, pero te deja expuesto a los ataques enemigos. Por tanto, las ejecuciones se utilizan mejor sobre enemigos aislados o separados.
Para los veteranos de Soulsborne, el combate puede parecer rígido: no hay botón de bloqueo, e incluso la tirada de esquivar es bastante lenta. Esto hace que sea fácil verse abrumado por enjambres de enemigos, lo que a menudo provoca muertes rápidas incluso en dificultad normal.
De hecho, casi todas las muertes que sufrí se debieron a un exceso de confianza en el cuerpo a cuerpo. Tras varios intentos, renuncié al hacha de poder y me centré en el combate a distancia. La munición suele ser abundante, siempre que no te centres en usar el lanzagranadas u otras armas pesadas.
Otro ajuste a mitad del juego fue abandonar el mando y pasar a apuntar con el ratón. En los juegos de combate cuerpo a cuerpo, el mando suele ser la mejor opción, pero a pesar del asistente de puntería, usar el ratón hizo que el juego fuera notablemente más fácil. Sospecho que los desarrolladores no pretendían esto, pero la pistola de cerrojo estándar es sorprendentemente eficaz cuando puedes disparar a la cabeza desde detrás de una cobertura.
Disparar es divertido, pero el torpe combate cuerpo a cuerpo resta valor a la fantasía de poder que es fundamental en juegos como éste. La espada de cadena tiene un aspecto impresionante, pero no se siente poderosa cuando turbas de orkos abollan tu armadura. Te abruman con demasiada facilidad, lo que hace que las armas cuerpo a cuerpo sean menos viables. Además, siempre hay que acabar con los enemigos encaramados en lugares elevados con disparos a distancia.
Los gráficos se han retocado, pero el marketing se ha equilibrado claramente con las promesas. Sí, la resolución 4K está disponible, y las animaciones de los personajes se han mejorado indudablemente, pero el mundo sigue pareciendo anticuado. Esto era impresionante en 2011, pero hoy los efectos visuales parecen casi retro.
Por otro lado, se ha mejorado la usabilidad: el HUD se ha rehecho por completo, y los controles se sienten sólidos tanto con mando como con teclado. Aun así, hay pequeños detalles que revelan la edad del juego: por ejemplo, no puedes cambiar los controles o los ajustes gráficos en mitad de la partida: debes volver al menú principal. El cambio de armas con el mando también resulta extrañamente tosco.
La historia es la típica de Warhammer: no hay una razón más profunda para el conflicto, pero a pesar de la actitud estoica y machista de los Ultramarines, te encontrarás con grandes emociones, sacrificios y traiciones a cada paso. No estamos hablando de alta literatura, sino más bien de pulp estándar de W40K.
Aunque el combate parece casi físicamente tangible, la campaña empieza a resultar repetitiva a pesar de su duración relativamente corta. Los compañeros de equipo de la IA que te acompañan son en gran medida inútiles, aunque al menos no estorban activamente.
La mayor inversión en el Master Crafted Edition está en sus actualizaciones multijugador. Además de todos los DLC multijugador incluidos, el juego admite ahora el juego cruzado entre plataformas. ¡Es un gran añadido! Sin embargo, debido a la falta de amigos, el modo multijugador no se ha probado en este análisis.
Warhammer 40,000 sigue evolucionando y perfeccionándose. Incluso hoy, muchos shooters tácticos de los 90 siguen siendo experiencias de juego sólidas. Por desgracia, los juegos de acción no han envejecido con tanta gracia. Incluso con la remasterización, Space Marine sigue siendo inconfundiblemente un juego de última generación después de 14 años.
Es una reliquia que merece la pena probar, pero para los que acaban de jugar a la secuela, puede resultar un poco chocante. El juego funciona, pero los jugadores de hoy tienen mejores opciones.