Análisis de Saints Row: Gat Out of Hell

Gat out of Hell es una expansión independiente para Saints Row IV que lleva a algunos personajes conocidos al Nuevo Hades, un pequeño mundo de 'sandbox' lleno de acción y gobernado por el mismísimo Demonio. En esta nueva aventura, los dos protagonistas, Johnny Gat y Kinzie Kensington, se ven transportados al más allá y deben luchar contra los demonios para salvar el alma del Jefe, después de que este hubiese participado en una sesión de espiritismo que no fue del todo bien y un portal directo al infierno se lo hubiese tragado. ¿Seguís con nosotros? Bien.

Mientras que Saints Row IV era principalmente una expansión enorme para Saints Row: The Third, Gat out of Hell es un entrega más conservadora en términos de ámbito, aunque el mundo abierto en el que podréis jugar está mucho más alterado gracias a la nueva paleta de colores, con lava fundida, zonas rocosas y fuego por doquier.

A pesar de que tiene muy buen aspecto, gracias al buen diseño artístico, en cuanto a estructura no hay nada especialmente dinámico. Las misiones de la historia se han visto reemplazadas por escenas de vídeo que conducen la trama, pero no consiguen sumergir al jugador de la misma forma que lo hicieron otras en SRIV. El tema es sencillo: tenéis que recorrer las cuatro esquinas del infierno (en realidad, son cinco distritos) y ayudar a los personajes a los que no les cae bien Satán para que controlen sus respectivas zonas.

El objetivo de darles el control a los esbirros del infierno está diseñado para atraer la atención del propio Diablo, y la verdadera intención es irritarlo tanto que le dé a Johnny Gat una audiencia en la que él pueda matarlo y salvar a su amigo. La influencia sobre una zona concreta se consigue completando tareas, algunas de las cuales recordaréis como meras actividades y distracciones de los juegos anteriores. Pues bien esas minucias aquí son los eventos principales. En su mayor parte, se trata de variantes rediseñadas de lo que ya vimos en las otras entregas, pero hay un par de modos que aportan cierta frescura (como el modo Salvación, en el que los jugadores tendrán que capturar a las almas que caen al infierno).

Además, la historia en sí es una locura. En cierto punto, la escena se convierte en un teatro musical y hay un montón de bromas bastante decentes que harán que os riais a la par que disfrutáis de la acción. El único problema es que la historia parece hecha con prisa y no nos da tiempo a disfrutar viendo cómo se desarrolla. Sencillamente... ocurre.

Técnicamente, es más de lo mismo y aunque parece más estable que los juegos de la anterior generación de consolas, realmente este título no es un ejemplo de vanguardia. La versión de Saints Row IV para PC es una comparación mucho mejor de esto que las versiones para Xbox 360 o PS3. Nosotros probamos el título en una PlayStation 4 y, aunque los fotogramas por segundo fueron constantes, nunca llegamos a asombrarnos por la fidelidad visual. Planteáoslo así: Gat out of Hell no es Saints Row V y seguramente tendremos que esperar a que salga para ver avances técnicos importantes en la serie.

Dicho todo esto, el estudio de Saints Row nunca ha sido de tirar la casa por la ventana en cuanto a acabado visual: más bien, se trata de una serie que se basa en comedia caótica y en acción ridícula. Al respecto, Gat out of Hell continúa con la tradición, a pesar de no ser tan gracioso como su predecesor. Ese diálogo divertido y lleno de quejas sigue estando presente y las armas son tan ridículas como os las esperáis: entre nuestras favoritas están la silla de ruedas con ametralladoras giratorias y la calavera Shakesperiana que lanza proyectiles (¡ay, pobre Yorick!).

Hay un montón de habilidades especiales para desbloquear, y mejorar y no tardaréis en acceder a buena parte de ellas. La verdad es que vienen muy bien para sentirse superpoderoso y, con el buen repertorio de habilidades devastadoras que tienen, Johnny y Kinzie incluso pueden volar con alas angelicales. Si acaso, la progresión es demasiado rápida y pronto sentiréis que tenéis el poder suficiente para enfrentaros con casi cualquier cosa que el juego os eche delante (consejo de amigo: si queréis sacarle el máximo a la expansión, ponedlo en modo difícil desde el principio).

Por eso, la relativa facilidad para progresar implica que puedes pasarte el juego en unas 6 ó 7 horas (algo más si queréis completar todas las actividades y conseguir todos los objetos coleccionables). No hay demasiada historia, lo cual es una pena porque lo que ofrecen es muy fresco y divertido. En términos de estructura, la experiencia está muy limitada y, aparte de un par de misiones interesantes, le falta ese toque dinámico que podíamos ver en los niveles de su predecesor. Básicamente, el título representa un retoque de actividades y distracciones antiguas metidos dentro de un nuevo 'sandbox'.

De todas maneras, es una forma divertida de pasarse un par de tardes. Si os hacéis con el juego como parte de Saints Row IV: Re-elected, entonces se puede recomendar como expansión, pero si os lo compráis de forma independiente por 19,99€, puede que la compra no sea tan fácil de justificar. Si lo juzgamos por lo que es y por lo que ofrece, Gat out of Hell es una aventura limitada, pero divertida en un mundo abierto. Si estáis buscando algo de acción absurda, no dudéis en echarle un ojo, pero no esperéis una obra de arte ni mucho menos algo que os vaya a entretener durante mucho tiempo.