Análisis de Dynasty Warriors: Godseekers

La serie de Dynasty Warriors y los juegos de Musou (incluyendo las licencias basadas en la misma dinámica de juego y Samurai Warriors) están empezando a descontrolarse. Hay demasiados juegos de este tipo en el mercado y por eso está bien que recibamos un nuevo título de Dynasty Warriors que no sea parte de la serie principal ni ofrezca el mismo concepto (aunque sí tiene personajes conocidos, mucho drama y un toque fantástico). Así, Godseekers resulta ser un juego RPG de estrategia que ofrece un combate por turnos, del tipo Fire Emblem. Si querías un título de RPG y estrategia de la serie, esta es la tuya, porque además amplía las ediciones Empire y se centra totalmente en la estrategia por turnos.

La historia sigue a Zhao Yun y a sus compañeros, Lei Bin y Lixia, que son personajes nuevos en la serie. Como suele suceder, está ligeramente basado (y en este caso más ligeramente de lo habitual) en el Romance de los Tres Reinos, pero con la perspectiva de Zhao Yun. Lixia le da un toque distinto, porque sus orígenes y el misterio que la rodea son claves para la trama (está intentando recuperar cinco orbes que utilizó para derrotar a una deidad). Al principio del título, Lixia está en estasis, pero Lei Bin rompe el sello y Lixia decide unirse a él y a Zhao Yun para aprender más de los humanos y recuperar los orbes que han caído en manos de los enemigos. No obstante, la trama no es directa y fluctuará con traiciones, alianzas temporales y, bueno, ese tipo de cosas que te esperas de estos títulos. Si no estás muy familiarizado con la serie original, puede que todo esto te confunda un poco, pero la narración va al grano (quizás porque también sale para PS Vita) y eso ayuda a que los novatos se adapten.

Con respecto a la conexión con la PS Vita, hay que mencionar que Dynasty Warriors no ganará ningún premio por aprovechar la potencia de PS4 a tope. Aunque las escenas de corte prerrenderizadas están genial, los gráficos del gameplay se ven muy normalitos en pantalla grande. No supone un gran problema, porque los gráficos no son algo que se busque en este tipo de título, sino que los mapas se vean bien para poder elaborar un plan con rapidez. Dicho esto, la verdad es que nos esperábamos un poco más en términos de gráficos por el precio que vale. Por eso, el juego pinta mejor en la consola portátil, aunque algunas misiones de la campaña sean un tanto largas. Sin embargo, las misiones secundarias opcionales (que sirven como excusa para subir de nivel y conseguir puntos y objetos), son fantásticas si tienes cinco minutos mientras esperas el bus o el metro.

En muchos aspectos, el componente de estrategia también es bastante directo. Los objetivos suelen ser derrotar a uno, dos o más oficiales y, en general, pese a que puedes aumentar la dificultad, no perderás ninguna partida, porque hay un montón de opciones y no hay permamuerte (al contrario que en Fire Emblem o Xcom). Eso sí, la principal diferencia con estos títulos es que tus personajes difieren en los objetivos de sus ataques. Alguno puede atacar tres casillas hacia arriba, otro tres casillas a lo ancho, alguno solo afecta a una sola casilla enfrente, a los lados o detrás, etc. Por ejemplo, Lei Bin, al que controlarás durante una gran parte del juego, ataca a cinco casillas, en forma de estrella, y por eso es muy efectivo a la hora de cargarse a grupos grandes de enemigos (y en aumentar el medidor de Synchro, del que hablaremos a continuación).

Y aquí viene la mecánica clave y lo que más diferencia a Dynasty Warriors: Godseekers: el ataque Synchro. Este ataque, que ocasiona un daño masivo coordinado, va en línea con las exageraciones absurdas a las que la serie nos tiene acostumbrados. De hecho, un Synchro total (con los cinco personajes) en líneas te permitirá barrer a los enemigos (y en ocasiones podrás matarlos varias veces para cargar el medidor para el próximo turno), lo cual es muy satisfactorio. En general, cargar el Synchro y maximizar su efecto es considerablemente más importante que otras estrategias, como flanquear o proteger a las unidades más débiles.

En sí, no es un título de estrategia en el que tengas que pensar en la defensa, sino, más bien, en maximizar el ataque. Nosotros acabamos personalizando a los personajes y dándoles habilidades que les permitiesen conseguir bonificaciones para cargar los poderes del Synchro. Así, apenas tuvimos que jugar más de un par de rondas, antes de descargar sobre nuestros enemigos los fabulosos ataques Synchro. De hecho, el ataque es tan sumamente fuerte que hasta se podría decir que está un poco desequilibrado, pero si pasas de las misiones secundarias y subes la dificultad, la experiencia todavía puede ofrecerte algún que otro reto. Por otro lado, el simple hecho de poder gastar oro para templar (es decir, mejorar el ataque de) tus armas sin ningún tipo de limitaciones implica que podrás mejorar a tus personajes y su equipamiento y pasarte las misiones con facilidad.

Antes comentamos que la mayor parte de los mapas tienen unos objetivos demasiado básicos, pero hay alguno más complicado que otro, en el sentido de que tendrás que aguantar, escapar o activar un orbe (usar uno de los cinco elementos) en un lugar concreto. En general, siempre da la impresión de que todo está muy guiado.

Tras escribir todo esto, nos quedamos un poco confusos con el título. Está claro que no es perfecto, pero tiene unos elementos muy adictivos, ya sea activar unos movimientos Synchro impresionantes, desbloquear las habilidades y las ventajas de los personajes, desbloquear a los otros personajes (después de que hayan desempeñado su papel en la historia), etc.. Todo esto y mucho más podrás hacer en el juego y la campaña se extiende durante diez capítulos bastante largos, más allá de las infinitas misiones secundarias.

Nos hemos pasado docenas de horas (sí, sí, en plural) con este juego y todavía nos quedan cosas por hacer, trofeos por conseguir y elementos por desbloquear. Si te gustan las telenovelas de Dynasty Warriors, llenas de enemigos que se retiran, de aliados cambiachaquetas, traiciones, guerreros honorables y una mecánica estratégica un pelín desequilibrada, deberías echarle un ojo a este juego, sobre todo si quieres añadir un título de estrategia a la biblioteca de tu Vita.