Análisis de The Disney Afternoon Collection

A pesar de la remontada de los últimos años, en el imaginario colectivo de los videojuegos tenemos una imagen negativa de los videojuegos basados en películas, especialmente cuando van dirigidos al público infantil. Pero en los años 80 y 90 hubo un fenómeno extraordinario de calidad gracias a la colaboración entre Capcom y Disney. Juegos que son recordados con nostalgia por los veteranos y que han aguantado el paso del tiempo con bastante decencia, especialmente su jugabilidad, y por eso alguno incluso ha regresado remasterizado.

Lo que ahora nos ocupa es un caso distinto. El estudio Digital Eclipse ha reunido seis de aquellas obras de NES y las ha publicado en un recopilatorio para Xbox One, PS4 y PC con el nombre The Disney Afternoon Collection. Incluye Chip 'n Dale Rescue Rangers, Chip' n Dale Rescue Rangers 2, DuckTales, DuckTales 2, Darkwing Duck y TaleSpin, que en realidad se corresponden con las series conocidas en español como Chip y Chop, Patoaventuras, Pato Darkwing y Aventureros del aire.

La base son los originales, e incluso se han dejado a propósito algunas imperfecciones como tasas de refresco bajas y su estilo gráfico puro, pero también cuentan con ciertos retoques semejantes a los que Capcom ha incluido en Mega Man Legacy Collection. Aunque estas decisiones pueden considerarse un error por parte del estudio, estamos a favor de mantener la pureza y ajustar solo lo necesario porque transmite el encanto del momento y la realidad de aquella época. Así es como los eran y como debemos recordarlos.

Como ya se sabe, muchos de los títulos de los 80 y 90 eran más difíciles que los actuales. Valga como ejemplo Darkwing Duck, que en estos momentos nos ha parecido un título de acción dificilísimo. Tras muchos intentos solo hemos conseguido terminarlo una vez, y eso que estas versiones traen dos novedades para que puedan jugarlo todo el mundo, una de ellas la opción de guardar en cualquier momento.

Quizá un poco redundante teniendo en cuenta la otra, la capacidad de manipular el tiempo para corregir los fallos cometidos, como en los juegos de Forza. Así que cualquier podemos revertir cualquier muerte con tan solo pulsar el L1 (hemos jugado en PS4) y rebobinar hasta un punto seguro. Hemos intentado usar esta opción lo menos posible, aunque en el monstruo final del citado juego fue totalmente necesario porque es tremendamente complicado. Lo que está claro es que ayuda a evitar muchísimos cabreos por el Game Over.

Si los gráficos no han mejorado y se ven obsoletos y pobres, siempre podemos quedarnos prendados con su música. Las melodías de estos clásicos se quedaron grabadas en nuestras cabezas y con solo escucharlas nos transportan a otros momentos. La banda sonora de Chip y Chop: Rescatadores es sensacional, sin olvidar ese The Moon de Patoaventuras, que sigue siendo uno de los grandes temas de este sector.

No hay contenido nuevo real en ninguno de los títulos, pero tampoco llegan tal cual, y las novedades aportan valor. Los jefes que creó Capcom para estas entregas eran todo un reto, por lo que el nuevo modo Boss Rush era prácticamente una obligación que pone a prueba a cualquiera, muy divertido para unos ratitos de reto. Y Time Attack no hace sino adaptarse a la moda de los speedruns. Para quienes disfruten al máximo también hay un museo en el que deleitarse con las ilustraciones que los equipos usaron en su momento.

Sin embargo, hay algo que echamos mucho de menos en The Disney Afternoon Collection si lo comparamos con el recopilatorio de clásicos de NES, el remix de retos. Es una mezcla entre pantallas retocadas y minijuegos, según se mire, con la que poner a prueba la habilidad en el control de juegos bidimensionales. Podría haber quedado muy bien, porque hay pasajes memorables que merecen ser rescatados.

Como no se puede tener todo, nos conformamos con lo que hay, porque en el fondo es un recopilatorio que ha quedado bien y que es recomendable para quienes tengan ganas de volver al pasado y revivir aquellos títulos tal y como eran, pero sin la frustración del momento. Al fin y al cabo son seis juegos por unos 20 euros, que para comprar en el mercado de segunda mano cuestan mucho más por su escasez. Eso sí, no sabemos qué puede pasar si se lo ponéis a los más pequeños.