NOTA: este es un análisis dedicado a la versión mejorada de Wii U. Lee aquí el análisis del Ninja Gaiden 3 original si no lo conoces.
Como resultado, Ninja Gaiden 3: Razor's Edge se acerca bastante más a sus predecesores. El control de Ryu es algo más preciso, hay más armas para elegir y no tienes acceso a todas las técnicas desde el principio, sino que vas mejorando poco a poco. El karma recolectado se invierte en puntos y dinero, vuelve la colección de escarabajos dorados y el número de Quick Time Events (combinaciones prefijadas de botones) se ve reducido.
Todo esto son buenas noticias, y por supuesto hay que respetar el hecho de que Team Ninja haya tenido en cuenta todas las críticas en lugar de insistir en que sus soluciones eran las mejores posibles. El principal problema de Ninja Gaiden 3: Razor's Edge es que sigue siendo, en esencia, Ninja Gaiden 3. Da igual lo mucho que haya trabajado Team Ninja en mejorar el juego: siguen quedando problemas difíciles de ignorar.
Aun así, está claro que los cambios introducidos son para mejor. El juego se siente más Ninja Gaiden que antes, algo que se deja notar ya en las primeras batallas del juego, en las que queda patente que los enemigos son mucho más listos.
Han salido con verdadera sed de sangre, sabiendo con se convertirán en confeti de carne humana si fracasan. Son más agresivos y luchan hasta el último aliento. Que no te sorprenda si un enemigo aparentemente derribado tira de la anilla de una granada y se lanza contra ti en un ataque suicida. O si un rival partido en dos se arrastra hacia ti como si el corte sólo fuera un rasguño, al más puro estilo Monty Python.
Aún más hay que destacar que Ninja Gaiden 3: Razor's Edge es mucho más sangriento que su predecesor, algo que sugiere que Nintendo también puede cumplir con este tipo de contenidos. Quizás sea el mejor indicativo de que también procuran captar a la audiencia más dura, y no sólo contar con juegos para todos los públicos.
A diferencia de muchos otros juegos multiplataforma lanzados ya en versión Wii U, Team Ninja no ha metido con calzador un montón de cosas dedicadas al Wii U GamePad. Es algo que hay que aplaudir. En lugar de eso, la subpantalla presenta una lista de ataques disponibles, una elección completamente lógica. Ya no hay que pausar el juego y bajar por los menús para recordar cómo se realizaba cierta maniobra.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Llegar a un jefe con poca vida en la barra significa muerte sí o sí. Cuando reapareces, tu vida sigue reducida. Este es un elemento que parecía pasado de moda diez años atrás, por lo que me habría gustado que Team Ninja lo reconsiderara.
De la misma manera, algunas acciones in-game están enmascaradas como los omnipresentes QTE, pero sin que aparezcan las pulsaciones necesarias en pantalla, lo que lleva a muertes y confusiones innecesarias. Finalmente, la escalada utilizando los cuchillos es una mecánica complicada sin razón aparente, aunque fuéramos mejores escalando que el propio Ryu Hayabusa.
Gráficamente se trata además de un trabajo que queda ligeramente por debajo del visto en PlayStation 3 y Xbox 360, con texturas inferiores y ningún filtro de suavizado de bordes, y con una tasa de imágenes que va a tirones cuando pasan demasiadas cosas a la vez. Team Ninja no ha conseguido arreglar la testaruda cámara del original, por lo que la frustración vuelve cuando los enemigos que no aparecen en el marco interrumpen las cadenas de combo con una descarga inevitable de sus lanzacohetes.
Y con todo, Ninja Gaiden 3: Razor's Edge es, sin ninguna duda, la mejor versión de Ninja Gaiden 3. Es más reminiscente de los dos juegos anteriores, pero tampoco cambia la experiencia como para subir nota. Hace casi un año la versión original recibió un 7 de notable bajo, mientras que el juego de Wii U roza el 8. Está claro: si buscas una buena aventura de acción y combate para tu nueva consola, Ninja Gaiden 3: Razor's Edge es bastante recomendable.
NOTA: este es un análisis dedicado a la versión mejorada de Wii U. Lee aquí el análisis del Ninja Gaiden 3 original si no lo conoces