Análisis de VRFC Virtual Reality Football Club

VRFC tiene algo a su favor, y es que se trata del primer intento de crear un juego de fútbol auténtico en Realidad Virtual. No es el primer juego con un balón de fútbol VR, porque ya hay otras experiencias como Headmaster, pero en ese caso solo se limita a remates de cabeza. Estamos ante un título que intenta trasladar un partido completo al terreno simulado, una gran idea que podría ser un exitazo. El problema es que, por usar el estilo futbolero, se es un gol en propia puerta.

Esto no es fútbol, es una imitación confusa y destartalada que recuerda ligeramente a este deporte, pero que nunca consigue trasladar una sensación ni parecida a lo que significa jugar un partido en el mundo real. VRFC se juega en primera persona y requiere el uso de dos mandos PS Move. Cada uno de ellos es un pie, así que partimos de la idea de que las botas están en las manos y que no hay que mover las extremidades inferiores. ¿Intuitivo? Todo lo contrario. Para correr tienes que mover los brazos como si estuvieras haciéndolo de verdad y antes de que preguntéis ya os adelantamos que no, que al menos este juego no provoca el mareo y las náuseas de otros títulos VR. Por suerte hay varias opciones de configuración de los movimientos del personaje para ajustarlo a vuestro aguante. Aquí va otro punto a favor de Cherry Pop Games, y van dos.

Nos quedamos en que los pies son las manos, ¿cierto? Para pasar hay que 'patear' el balón. Después, hay varias técnicas un poco más avanzadas, como intentar darle potencia o precisión. Incluso hay un botón para mantener la visa centrada en la bola y otra para correr más o menos de una forma contextual a su posición. ¿Y esto es intuitivo? No, es horrible. Correr es lo único que es un poco natural, pero el resto ni funciona bien ni tiene sentido. Hemos intentando dar un poco de efecto a la bola pegándole por el lado, o elevarla desde abajo y rara ha sido la vez que la respuesta física tenía relación. Es cierto que con el tiempo y la costumbre coges bastante el truco a estas mecánicas, pero una vez que superas esa barrera llega la de verdad, la inoperatividad técnica.

¿Cuántas ligas y torneos puedes jugar? Ninguna. VRFC ofrece unos tutoriales y algunos retos para un jugador solitario, y nada más. No hay equipos reales, ni estadios, algo que se puede entender con su presupuesto, pero tampoco una estructura de torneo en la que pasar el rato. La única forma de competir en es un modo online para 10 jugadores. El juego hace dos equipos de cinco más un portero controlado por la IA que parece que está en un futbolín. Cuando pita el árbitro empieza el caos, un desastre que llega a ser hasta divertido en cuanto se pierde el sentido del ridículo, pero nunca por intención propia. Por si fuera poco lioso de por sí, hay que añadir el detalle de que no hay fueras de banda, el balón rebota en los laterales como en un futbolín, así que tampoco hay pausas, ni colocación, ni estrategia alguna.

Y ya que estamos, gráficamente también es desastroso. El modelado de los jugadores y de las jugadoras es lo más básico y simple que hemos visto en mucho tiempo, quizá desde los Mii de Wii (y aquellos tenían su encanto al lado de estos), y el estadio, el único, no tiene categoría de tal. Así que tienes un puñado de elementos que no funcionan demasiado bien y por un precio que no tan, tan barato, 19,99 euros.

Sinceramente, aunque sea mucho menos ambicioso, nos lo hemos pasado mejor con Headmaster, y eso que también tiene lo suyo. VRFC Virtual Reality Football Club es sencillamente un intento fallido de crear una experiencia de fútbol real, porque ni lo ha logrado en jugabilidad, ni en sensaciones, ni en opciones, ni en recreación. Agradecemos a Cherry Pop Games el intento y estamos seguros de que si en el futuro alguien hace un juego de fútbol VR de verdad será todo un bombazo, pero esto no lo es.