Análisis de Robocraft Infinity

Tras casi un año en el que los usuarios de PC han podido disfrutar de la experiencia de enfrentar a sus robots a muerte, ha llegado la hora de que los jugadores de Xbox One puedan jugar a Robocraft Infinity. La premisa básica es bastante simple: creas un robot y a patear culos metálicos. Si alguna vez has visto una pelea de robot en alguna película ya sabes cómo van, son intensas y sorprendentemente entretenidas. Pero aquí encontramos algunas diferencias. No esperéis humo, cuchillas afiladas, pintura amarilla para avisar como señal de peligro ni pequeñas y compactas máquinas de matar.

Sí que encontraremos violencia y explosiones, pero no al nivel que algunos os podríais imaginar. Más que un panorama apocalíptico a lo Mad Max lleno de ingenieros locos, este juego nos trae una experiencia divertida que nos recuerda a Overwatch. ¿Pero entonces, qué es Robocraft Infinity?

Obviamente, el aspecto, cómo funcionan tus creaciones y que tipo de armas utilizan depende todo de ti. Al empezar te darán un robot para principiantes (además de uno con ruedas, otro que parece un pollo gigante y un tercero estilo mecha), algo de dinero y un rápido tutorial del sistema de construcción, y a jugar. Nosotros le cambiamos un poco el aspecto a nuestro robot para que estuviese más chulo, le añadimos cañones láser y quedó que ni pintado. Dimos una vuelta en primera persona alrededor de nuestro robot y gracias a un sistema de ganchos le colocamos la parte nueva. Más allá de que algún componente se pierde y que la cámara a veces va demasiado rápida, no hay mucha queja acerca del apartado de construcción. Muy accesible y fácil de entender.

El combate es similar al de muchos otros juegos. Duelo a muerte por equipos de cinco contra cinco y, a diferencia de otras peleas de robots que hayas visto en las que se enfrentan dos robots en una zona pequeña, aquí tendremos una zona bastante grande en la que podremos movernos. De hecho, a veces nos da la impresión de que el mapa es demasiado grande y esto provoca que entre pelea y pelea haya momentos en los que no pasa nada. Otra decisión que no entendimos del todo es el sistema de emparejamiento, el 'matchmaking'. En nuestra primera partida (jugamos con el robot de inicio al que le habíamos incorporado uno o dos cañones láser), nos tocó enfrentarnos a un aterrador tanque armado con lo que parecía ser un cañón antiaéreo. Nosotros no habíamos llegado a desbloquear nada parecido y obviamente nos tocó ir a recoger los tornillos que quedaron de lo que antes era nuestro querido robot.

Esto nos hace pensar que el sistema de emparejamiento no tiene en cuenta la experiencia (o al menos no todo lo que debería) y esto, obviamente, es un problema ya que si hay algo que te quite las ganas de jugar es recibir una paliza tras otra de jugadores más avanzados tecnológicamente. Si no te gusta partir con una desventaja de entrada, te alegrará saber que hay atajos para desbloquear los componentes más preciados. Hay cajas de suministros, pero no afectan tanto al juego como pasaba en otros juegos como, digamos, Star Wars Battefront II. De hecho, es un elemento más bien positivo y, teniendo en cuenta lo lenta que es la progresión, siempre serán una tentación, algo que no nos sorprende teniendo en cuenta el modelo de negocio.

Después está el polémico tema de la necesidad de estar conectado a internet. Al fin y al cabo, se trata de un título online, por lo que es obvio que para jugar tendrás que estar conectado. Pero también está la opción de jugar contra la máquina perfeccionar tus habilidades, por lo que si no quieres jugar contra otros jugadores, puedes no hacerlo. Pero aun así, tienes que estar en línea solo para abrir el juego. Es una pena, ya que tiene un modo offline y sería un buen detalle poder jugar a él sin tener que estar conectado. Aun así, hoy en día, es un problema menor que no afecta a la mayoría de jugadores. Durante nuestra experiencia online no tuvimos prácticamente ningún problema, ni al conectarnos a la partida, ni que nos echara del juego, tan solo algunos momentos de espera mientras nos conectábamos, pero que no iban a más. Un problema que sí vimos fueron las caídas de imágenes por segundo, que en un juego intenso y competitivo como este puede marcar la diferencia entre ganar o perder.

En otras palabras, tiene puntos buenos y malos. ¿Te gusta construir robots en un mundo en el que el único límite es tu imaginación? ¿Tienes ganas de medir tus creaciones contra otros jugadores con la misma pasión por los robots? ¿Tienes paciencia o no te importa pagar un poco más por acelerar la progresión? En ese caso, Robocraft Infinity es un título al que deberías echar un vistazo. En cuanto a la necesidad de estar siempre conectado, son gajes del oficio, así que esperamos que tengas una buena conexión.