Análisis de Los Sims 4 y las cuatro estaciones

Los Sims son una franquicia con mucho pasado y no decimos esto solo porque ya tenga casi 20 años a sus espaldas, que también, sino porque EA y Maxis no han dejado que descanse en todo este tiempo. Desde que apareció Los Sims 4 en septiembre de 2014 al juego base se le han ido sumando más y más expansiones y actualizaciones que multiplican el número de opciones de personalización y de diseño disponibles. El 22 de junio marcó el inicio de un nuevo camino, Los Sims 4 y las cuatro estaciones. En este mes de vida ya se ha ganado el derecho a ser considerada una de las mejores expansiones de esta entrega y vamos a intentar ver por qué.

The Sims 4: Seasons que es como se llama en inglés, incorpora la partición del año ficticio en las cuatro estaciones que conocemos en los climas templados para diferenciar en cada una de ellas lo que se puede hacer y lo que se puede vestir en función del tiempo. No hay una gran diferencia con las expansiones de estaciones de las entregas anteriores en concepto, pero esta vez hay mucho más que un simple cambio de la meteorología.

Una vez que está instalado en tu PC o tu Mac, porque a consolas no ha llegado, te da la opción de retomar la partida guardada en Los Sims 4 por la estación que prefieras y de configurar algunas variables, como escoger el número de días que dura cada una (con un máximo de 28) o deshabilitar ciertos efectos atmosféricos. Pero si queréis seguir nuestro consejo, dejadlo todo activado para descubrir de verdad las diferencias que hay en un ciclo completo. Como es habitual, cada temporada está marcada por unos eventos y sucesos que encajan con esa época del año en la cultura occidental, y completar estas actividades, que por normal general es cuestión de horas, da como resultado mejorar mucho el humor de nuestro personaje.

Por ejemplo, en primavera se abre la posibilidad de organizar unas fiestas en casa que se parece mucho a San Valentín. Puedes invitar a ese Sim con el que tu avatar ha estado tonteando o está en una relación y junto a él tratar de conseguir unos objetivos. Es muy importante cumplir con lo que se pide para que se pueda considerar que la festividad ha terminado bien, como por ejemplo que la noche acabe con un gran beso. Son como micromisiones encadenadas que van construyendo el espíritu y van definiendo el rollo para el resto del día y de la semana.

Hace tiempo que Los Sims 4 contempla la llegada de las Navidades en invierno, así que en este caso Maxis ha tenido que redoblar esfuerzos para marcar la diferencia. En esta ocasión, las fiestas vienen acompañadas por muchos accesorios y elementos decorativos para las casas, tanto interiores como exteriores, y actividades en las que darlas salida. Ahí tenemos la opción de hacer muñecos de nieve en las puertas de las casas o de jugar a tirarse bolas. Y lo mismo para el resto de ocasiones, como por ejemplo, nadar en la piscina y bucear en el mar durante el verano. Hay mucho que hacer y, lo más importante, el resultado influye mucho en el estado de ánimo del personaje, sobre todo si este es optimista o pesimista. Ha quedado bien porque aumenta el interés por hacer las cosas y la intriga por el resultado.

No podía faltar en esta expansión una nueva profesión para ampliar el repertorio y el estudio ha encontrado una que encaja muy bien con el paso del tiempo, la jardinería. Ahora los jugadores pueden explorar su pasión por las plantas y desarrollar su sabiduría en la botánica y crear arreglos florales con los que sacar un dinero. En cuanto a los más pequeños, también han añadido actividades como participar en los Scouts, con sus correspondientes medallas por cumplir sus retos.

Pero como no todo es bueno, también hay que saber que los cambios de temperatura y las lluvias traen consigo los resfriados. La norma que rige aquí es la del sentido común, es decir, que hay que mantenerse calentito en invierno y no pasar demasiado calor en verano, porque incluso se puede coger una insolación el pobre Sim. Vestir la ropa adecuada siempre ha sido una ventaja, y para eso tenemos las nuevas prendas de temporada con las que poner a cada personaje al gusto. El nuevo paraguas es imprescindible.

Una de las limitaciones de Los Sims 4 es que no permite ir por ahí libremente y esto es aún más duro en Las cuatro estaciones. Es muy frustrante recordar que en la tercera entrega podíamos ir por ahí y ver peleas con bolas de nieve en una esquina o tirarte a un charco en busca de refresco y en este apenas puedes explorar un trozo de tu vecindario o las zonas delimitadas. Vale que los tiempos de carga sean breves, pero corta el ritmo tener que estar pasando de un punto al otro en transiciones. El otro punto negativo es el precio, porque por mucho que nos haya gustado lo que trae, los 40 euros que piden por él, más la obligación de tener el juego base instalado, es una exageración.

Así que estamos ante el dilema de tener ante nosotros una expansión bien estructurada, con mucho contenido, actividades variadas y unos objetivos que invitan a hacerlo todo frente a un precio por el que parece que iba a ser incluso mucho más que esto. Los Sims 4 y las cuatro estaciones sirve para pasar un rato divertido y para entender mejor el estado de ánimo de tu avatar, pero quizá merezca la pena esperar a que baje de precio.