Análisis de Defiance 2050

De las cenizas de Defiance, el shooter que Trion Worlds lanzó en 2013 apoyándose en la serie de televisión del mismo nombre de SyFy, llega Defiance 2050. A medio camino entre remake y remasterización, toma el título original de hace un lustro para reconstruirlo desde cero y le meto funciones nuevas y muchísimo contenido. Ha pasado mucho tiempo desde que se estrenó la primera versión en Xbox 360 y PS3, un título que logró reunir un buen grupo de seguidores apoyándose en su concepción online masiva y en su popularidad televisiva, pero no captó al público mayoritario. Con todo eso y apoyándose en el hardware actual, su estudio confía en que sea la mejor versión hasta la fecha.

El mundo abierto de Defiance está salpicado de multitud de misiones, tanto principales como secundarias, así que nunca falta un objetivo o algo que hacer. El problema es que muchas de esas actividades son bastantes tediosas por la repetición. La mayoría no son más que abrir fuego frente a oleadas de enemigos clónicos o completar objetivos aleatorios, como apagar unos generadores o defender a un personajes PNJ. Parte de la tensión proviene de los puntos de experiencia porque no da la sensación de que haya mucho que perder en caso de fracasar, ya que puedes resucitar unas cuantas veces y morir del todo solo implica volver al último punto de guardado. Esto hace que cuando te pones a jugar rara vez completas más de un par del tirón, y poco a poco vas perdiendo el interés por volver.

Manejar las armas es sencillo, casi instintivo para quienes hayan jugado a shooters en tercera persona habitualmente. Tenemos la opción de llevar dos configuraciones de armamento distintas con las que ir abatiendo a enemigos en busca de ese loot que van soltando, equivalente al nivel del personaje. Y no es del todo complicado, porque la IA petardea tanto que incluso habrá enemigos parados de espalda que no se enteran de nada. De hecho, la máquina también lo pasa mal cuando tiene que enfrentarse a grupos grandes de jugadores, enviando a sus unidades de acá para allá de forma confusa, sin saber a quién atacar. Lo bueno es que jugar a Defiance 2050 con amigos es bastante divertido y como tiene una comunidad bastante fiel, de momento nunca falta gente.

El mundo alienígena postapocalíptico en el que nos mete sí está bien construido. Refleja vitalidad gracias a todos esos jugadores moviéndose por ahí en busca de bajas y de recompensas. Es imposible no pensar en un título posterior pero más popular como Destiny tanto por su estructura como por su planteamiento, pero Trion ha logrado dotar a su juego de personalidad propia con sus puentes rotos, esa tecnología alien y una especie de setas gigantes que casi te hacen pensar en Morrowind. No llega a ese nivel de detalle de juegos sandbox RPG como Fallout 4, por poner un ejemplo, pero eso es mucho pedir y al menos sí logra ser atractivo. También nos ha encantado lo fácil que es viajar de forma rápida de una parte a otra, a partir de un toque del D-pad.

Trion World ha contado desde el primer momento que el juego ha sido rehecho desde el principio, que no es una remasterización, pero su aspecto visual dista mucho del que han alcanzado otros juegos de estilo semejante en el presente. Se anticuado, las animaciones de los personajes son feas y la resolución de las texturas es baja. También se queda muy escasa la distancia de dibujado y la consecuencia es que más de una vez te encuentras con pop-in de personajes más cerca de lo que esperabas, sobre todo al conducir rápido, con fatídico resultado. También hemos sufrido bastantes fallos técnicos, como que los marcadores del mapa no aparecen o incluso que nos hemos llegado a caer del suelo hacia la nada. El trabajo de sonido también es mediocre a consecuencia de una actuación de voz seca y de unas melodías electrónicas repetitivas acompañando a las batallas. No es fácil haber estado jugando a The Division y tener que volver a esto.

Y para rematar la faena nos hemos topado con problemas de conexión. De poco ha servido que haya pasado por una beta a una semana del lanzamiento, hemos visto de expulsiones del servidor a problemas de lag para la IA, por eso nos hubiera gustado tener también algo offline con lo que poder entretenernos en casos como este. Al menos tenemos la esperanza de que el estudio siga invirtiendo en el proyecto y vaya limando estos fallos, debe ser su prioridad número uno, pero la mala impresión ya se la ha dejado a mucha gente.

No hemos mencionado todavía el modelo de negocio, pero hay que tocarlo porque influye mucho en la forma de entender y valorar el juego. La distribución es free-to-play, acompañada de micropagos. Por suerte, no transmite la sensación de ser un sacacuartos y casi todo lo que se puede comprar son elementos estéticos o algunos consumibles que se pueden conseguir durante la propia partida. Trion Worlds ha realizado un buen trabajo equilibrando la propuesta de gameplay básico, igual para todo el mundo, y a lo que se puede acceder pagando. Defiance 2050 es desde el principio un juego completo, que puedes bajarte y probar a coste cero sin quedarte pensando si hay algo que te dejas por el camino.

Si ya tenía rivales duros por el género, en este terreno de los shooters free-to-play se encuentra con otro gran competidor como es Warframe, muy trabajado y asentado tras años de evolución. Con ese estilo visual añejo y esos fallos de servidores y la falta de ideas en el gameplay, es complicado ponerlo por encima de esas otras propuestas. Pero ese mundo tan bien creado, esa fama que arrastra y el hecho de que se puede descargar gratis son motivos para dedicarle al menos un par de días, a ver si os dice algo.