Análisis de The World Ends With You -Final Remix- para Nintendo Switch

The World Ends With You es uno de esos juegos que merecían una nueva oportunidad. La obra de Square Enix se estrenó hace más de una década en Nintendo DS, pero pasó bastante desapercibido, con unas cifras de ventas bastante discretas a nivel mundial, y no tardó en caer en el olvido entre el gran público. Sin embargo, dejó una huella imborrable entre quienes lo pudieron jugar, que aplaudieron la aparición de los personajes en Kingdom Hearts y que siguieron pidiendo esa segunda oportunidad para un título que no corrió la suerte que se merecía. Tal fue así, que el juego llegaría a móviles hace unos años y ahora se estrena en Nintendo Switch en la adaptación más ambiciosa hasta la fecha.

Las claves de su éxito radicaban, sobre todo, en los aspectos más artísticos. Para empezar, los apartados visual y sonoro del juego son una maravilla. Su estilo anime, con arte de Tetsuya Nomura, presenta un diseño muy particular que se amolda de maravilla a la historia que nos quiere contar. Por su parte, la banda sonora de Takeharu Ishimoto nos ofrece abundantes temas de música j-pop que funcionan a la perfección y que se antojan tan pegadizos que nos descubrimos tatareándolos incluso cuando no estamos jugando. Todo esto es fundamental para sumergirnos en una historia que se desarrolla en el distrito comercial de Shibuya, en la ciudad de Tokio.

El apartado artístico se convierte así en un pilar clave para sostener la historia del juego, tan interesante e inolvidable que se hace corta. A pesar de que estamos hablando de una partida de en torno a 30 horas de juego (o más de un centenar, si queremos conseguir todos sus secretos), nos quedamos con ganas de más y es ahí donde la propia capacidad de diversiónnos anima a revisitar capítulos concretos para encontrar más secretos que añaden profundidad al argumento.

TWEWY nos pone en la piel de un joven amnésico que se ve involucrado en un juego que se desarrolla en Shibuya durante una semana. Cada día de la semana se nos asigna una misión y un tiempo límite que tendremos para cumplirla, puesto que si los participantes del juego no consiguen cumplirlas podrían acabar perdiendo la vida. La participación es obligatoria desde el momento en el que no podemos salir del distrito de Shibuya, e incluso habrá zonas concretas a las que no podremos acceder porque una barrera invisible nos lo prohíbe hasta que cumplamos una serie de requisitos. Con este planteamiento tan sencillo pero intrigante, el juego nos va presentando nuevos personajes y la trama se va complicando poco a poco, con abundantes giros argumentales y sorpresas.

Full-HD en la TV, pero mejor táctil y portátil

Todo esto se mantiene inalterado en esta versión para Switch y, de hecho, luce mejor que nunca gracias a la buena adaptación general del apartado visual a las pantallas de alta definición. Hay detalles que no quedan del todo bien, como la reutilización de algunos iconos de objetos excesivamente pixelados que afean un poco el acabado general de la producción, pero en general sigue siendo una delicia audiovisual. Sin embargo, el sistema de juego no se ha adaptado del todo a la consola híbrida de Nintendo. Hay dos sistemas de juego: uno de esos se basa en los sensores de movimiento de los Joy-Con; el otro, jugando en la pantalla táctil.

El problema es que el sistema de juego con los mandos Joy-Con es prácticamente imposible de disfrutar. Solo se usa uno de los mandos (los dos tan solo si se juega en cooperativo) y, en cierto modo, la premisa del juego es bastante sencilla. Tal y como ocurría en Nintendo DS, la idea es trazar los ataques en pantalla para usar los diferentes pines de ataque que tendremos a nuestra disposición. Sin embargo, el juego no responde bien a nuestras indicaciones y se vuelve una pesadilla jugar con Joy-Con, sobre todo a medida que tenemos más pines y las opciones se multiplican al tiempo que los enemigos se van complicando.

Por suerte, para eso tendremos la opción táctil jugando directamente en la pantalla de Switch, que funciona mucho mejor y resulta bastante satisfactorio. El otro problema es que se ha descuidado a nivel de interfaz el uso de esta opción y, aparte del posible engorro de no poder jugar en pantalla grande y solo en modo portátil, el juego te obliga a desconectar los Joy-Con de la pantalla y a sincronizarlos con el juego para, posteriormente, cambiar al sistema táctil desde dentro de la partida. Si tenemos la consola en suspensión, se borra el que estamos jugando en táctil y nos obliga a volver a conectar los Joy-Con para luego desconectarlos de nuevo. Son pequeños detalles engorrosos que lastran un poco este sistema de control que, a todas luces, es el único recomendable para disfrutar del juego en Switch a día de hoy.

TWEWY por fin en español

Otra de las novedades de esta versión es que, por fin, el juego se ha traducido al castellano. Esto permitirá a todos los usuarios disfrutar completamente del argumento del juego, puesto que la carga de texto es importante. Dista del nivel de las traducciones a las que nos tiene acostumbrados Square Enix últimamente (como Dragon Quest XI u Octopath Traveller) y peca de ser un poco más conservadora, sobre todo tratándose de jóvenes en Shibuya, ya que había margen para intentar jugar más con el lenguaje juvenil, pero no se puede negar que consigue su cometido al transmitir el mensaje adecuadamente y sin errores.

En definitiva, The World Ends With You sigue siendo una pequeña joya dentro de la industria del videojuego, con una historia muy interesante y un apartado técnico maravilloso, tanto en lo visual como en lo sonoro. Además, esta versión para Switch por fin llega en castellano, algo muy necesario para un título de estas características. Sin embargo, el sistema de juego no funciona adecuadamente, hasta el punto en que solo se debería jugar en formato portátil y táctil, perdiendo por tanto el lujo televisivo. Una pena que no se haya cuidado un poco más el sistema de juego, ya que todo lo demás va de maravilla. No obstante, esperamos que no falte algún parche que solucione estos problemas y permita disfrutar plenamente de un juego que ahora puede descubrir todo el mundo. Se lo merece.