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Darksiders III

Análisis de Darksiders III

Seis años de conflicto no han impedido que una nueva Jinete vuelva a poner en marcha el Apocalipsis.

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Seis años ha tardado en volver Darksiders, una serie de juegos muy original que se hizo con una buena legión de seguidores durante la pasada generación por esa forma de contar el Apocalipsis jinete a jinete, entre acción y plataformas. El toque a las mazmorras de Zelda pero con su estilo fue un gran pilar central que el segundo dejó un poco de lado. Esperando ver si vuelve, nos metemos ahora en Darksiders III.

Tras el hack con Guerra y el slash con Muerte, ahora toca tomar el control de Furia, primera protagonista femenina de este reino de terror. Es ligera y acrobática, pero también es poderosa gracias a un látigo hecho de lo que parecen cuchillas y unos poderes mágicos que despuntan especialmente cuando se envuelve en llamas.

La trama se establece desde el primer momento, y gira en torno a la captura de las almas de los siete Pecados capitales, que han quedado libres por culpa de Guerra, aunque él asegura que no ha cometido el crimen del que se le acusa. La jinete viaja siempre acompañada de un vigilante puesto ahí por el consejo que, de paso, da algunas pistas para jugar mejor. Pero antes de partir, el primer jinete advierte a Furia de que tenga cuidado porque alguien está conspirando contra ellos y que busque su corazón.

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Darksiders III

El mundo está siendo arrasado por unas criaturas demoníacas a las que hay que enfrentarse desde el primer momento. El sistema de combate es sencillo, ya que basta con pulsar los botones de ataque normal y especial de diversas formas y combinarlos con saltos y movimientos de esquivar para ir lanzando distintos combos. Si consigue evitar un golpe en el momento adecuado, logra ralentizar el tiempo para machacar mejor a esos rivales, como el tiempo brujo de Bayonetta, por poner un ejemplo. Es el recurso más conveniente para avanzar por la partida, especialmente contra los jefes.

Las sensaciones que transmite son bastantes distintas a las de sus compañeros apocalípticos de los títulos anteriores por ese gracejo en los movimientos y la soltura de un látigo que encaja a la perfección con su ser. Cuando la trama ha avanzado un poco, desbloquea su poder especial de fuego, que cambia por completo su repertorio de ataques y un salto más alto más la opción de caminar sobre lava para llegar a otros lugares. No es la única transformación que ofrece, hay otra en la que se vuelve aún más poderosa, pero no tiene ese factor de exploración que le da el fuego.

En Darksiders III también hay un sistema de progresión más tradicional centrado en las armas. Por el escenario hay ciertos ítems que permiten mejorarlas siguiendo un par de caminos distintos, uno angelical y otro demoníaco. No es un RPG ni pretende serlo, pero sirve para dar más valor a la exploración de los entornos. También hay unos puntos de habilidad que se consiguen al vender almas que sirven para mejorar los niveles de vida, ataque y magia arcana.

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Con lo que os hemos ido constando de las habilidades de Furia y del pasado de Darksiders ya os habréis hecho una idea de cómo es el diseño de niveles. Hay muchas zonas de plataformas y puzles integrados en los escenarios que requieren hacer buen uso de las habilidades, magias y las armas del personaje, importantes para avanzar por el camino principal o para descubrir secciones secretas que pueden tener una buena recompensa detrás. Gunfire Games ha construido un mundo entrelazado por el que avanzar y retroceder, con esos tintes metroidvania, es decir, que hasta que no tengas lo que necesitas no vas a poder pasar por ese camino.

Al final de este laberinto esperan los Pecados capitales, dispuestos en batallas diseñadas con bastante toque narrativo y cinematográfico. Para ejemplo la primera, con Envidia, mitad pájaro, mitad humanoide. Tiene un repertorio de ataques amplio, aunque bastante predecible por su forma, que mezcla golpes físicos y mágicos. Durante la batalla, al alcanzar un nivel de vida concreto, se activa un evento que transforma una pelea abierta en una secuencia en la que el diseño toma el control de los hechos y tan solo hay que seguirlos hasta el final. Aporta espectáculo y no interrumpe demasiado, ya que se pone en marcha cuando ya has hecho tu parte de lucha. Lo malo es que no es hay mucho desequilibrio de calidad entre unas batallas y otras.

Darksiders III

Es una batalla importante porque al terminar, Furia arrebata a Envida un objeto clave en el juego, un talismán en el que atrapar estas almas malignas fugadas. A partir de ese momento, se utiliza como brújula para orientarse por el mapa de juego, dando cierto orden a la partida. Pero Darksiders 3 no es lineal, ya que desde ese momento se pueden ver dónde está el siguiente, el más cercano y el resto de Pecados capitales para tratar de alcanzar el que se desee. El factor metroidvania entra de nuevo en juego, ya que no todo el mapa es accesible tan pronto.

El diseño del mundo es clave para que os guste o no esta tercera entrega y el estudio ha recurrido a todos los trucos habituales para no meter la pata. Un elemento clave es el viaje rápido entre puntos llamados agujeros de serpiente, esenciales para no perder tiempo. Sobre todo porque de vez en cuando hay que visitar a personajes NPC como el mercader Vulgrim o el herrero Ulthane, y el escenario hub del mapa, Haven. Es el último refugio seguro para la humanidad, y hasta él hay que mandar a los humanos vivos que logremos salvar, que funcionan como coleccionables (pero tranquilos, no hay misiones aburridas de guardaespaldas, basta con ponerlos en rumbo).

Darksiders III

Hay un tema que nos ha dejado un poco helados y es el nivel de dificultad. Gunfire Games no te pasa ni una, y ni siquiera al ponerlo en Historia, el más fácil de los posibles, te plantea un camino de rosas. Hay que añadir también que el sistema de checkpoints tampoco es muy agradecido, así que a veces toca repetir pasajes un tanto largos. Puede que la culpa sea de que el sistema de control, antes del parque de día uno, responda un poco torpe.

La parte negativa del título llega cuando nos fijamos en el trabajo técnico. Aunque el mundo y los personajes estén artísticamente bien diseñados, la tercera entrega de Darksiders no tiene un buen nivel visual, con texturas y modelados más propios de principios de la generación que de estos momentos. En ese aspecto es flojo, sobre todo si su intención es competir con los AAA del presente. A pesar de eso ni siquiera corre bien, con caídas de fps y baja resolución incluso en una PS4 Pro.

Teníamos ganas de que volviera y estamos felices de que lo haya hecho, porque Darksiders III nos ha dejado bastante satisfechos. Porque pone ante nosotros un mundo bien diseñado y variado con un montón de enemigos distintos con los que entretenerse utilizando esa fortaleza y esa agilidad acrobática de Furia. Su punto débil es que técnicamente tiene fallos, pero esos, a diferencia de los de diseño, se pueden arreglar con el paso del tiempo y esperamos que el estudio lo haga. Quienes esperaban el retorno de la serie tienen motivos para estar contentos y además sabemos que seguirá creciendo, porque hay DLC en camino.

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07 Gamereactor España
7 / 10
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Buenas mecánicas de combate, movimientos y juego en general rápido y ágil, gran diseño de mundo y niveles metroidvania, sistema de mejoras simple y directo.
-
Una dificultad exagerada para este género, problemas técnicos y de fluidez, gráficamente mediocre.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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