Español
Gamereactor
análisis
Final Fantasy XIV: A Realm Reborn

Análisis de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn

Está claro: A Realm Reborn debe de ser uno de los proyectos más caros de la historia del sector.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ

Suma dos ciclos de desarrollo por separado: la versión original del MMORPG que fracasó en todos los aspectos imaginables y esta definitiva, que es efectivamente una reconstrucción completa del título. Es fácil advertir que se ha vertido una enorme cantidad de recursos en el proyecto; los gráficos marcan un estándar que simplemente no estamos acostumbrados a ver en el género. Otro aspecto que asombrará al fan de la serie de toda la vida es lo bien que Square Enix ha aprovechado la larga historia de la franquicia.

En lugar de reinventar la rueda, le han quitado el polvo al sistema de oficios de Final Fantasy V, han creado ciudades que podrían salir directamente de Final Fantasy VIII, IX y XII y han cargado el disco hasta el borde con todos los elementos que esperamos encontrar en una entrega de la serie. Esto implica, en parte, enormes pajarracos dorados.

HQ
Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn
Publicidad:

Los Chocobos en A Realm Reborn son un lujo tempranero, pues puedes alquilar una de estas aves para viajar por el mundo y esquivar el posible daño mientras escuchas la clásica música Chocobo por el camino. Hablando de la música, también es de primera calidad, por lo que sumando los dos estímulos de los sentidos, se convierte en todo un placer simplemente disfrutar de las vistas mientras suena la excelente banda sonora. Al mismo tiempo choca que las 'quests' sean de todo menos emocionantes, algo que suele pasar con casi todos los MMORPG al principio. Cada NPC que te encuentras tiene algo que entregar, cierto número de enemigos de los que hay que encargarse o algún tipo de anomalía que hay que investigar y que da pie a una pequeña batalla contra jefe.

Por suerte resulta que Eorzea es un lugar genial para pasar el tiempo, por mucho que las misiones parezcan algo familiares en diseño y estructura, y nos quedaban varias horas por delante en la zona de apertura de Gridania. Pronto estábamos corriendo por ahí, eliminando ardillas malvadas o saliendo en busca de una banda de champiñones problemáticos, mientras que otro personaje nos encargó dar buena cuenta de unas mariquitas asesinas. A lo lejos pudimos ver un grupo de jugadores de alto nivel enfrentándose a un Treant Sapling, un enorme árbol andante que puede vaciar tu barra de vida con sólo mirar en tu dirección. Puede que todo esto suene un poco cursi, pero se sabe vender con esa presentación, y gracias a unos diseños empapados en la mitología Final Fantasy, puedes perdonar los clichés del género y limitarte a disfrutar de la aventura y de la exploración.

La historia que lo engloba todo es, afortunadamente, más interesante que estos elementos tan típicos, desplegando un relato ambientado en la tradición Final Fantasy con cristales vitales y un cataclismo que se aproxima y que amenaza a un mundo que apenas se ha recuperado de la última calamidad. Agruparse para formar un equipo con los amigos y embarcarse en una aventura en este mundo es todo un placer, y Square Enix ha tomado evidentes notas de los MMORPG occidentales cuando diseñaba este 'reboot'. Es un matrimonio feliz entre dos mundos, con adictivos elementos japoneses como el Hunting Log, que consigue que luchar hasta contra el enemigo más corriente sea divertido mientras intentas dar con criaturas concretas al más puro estilo Pokémon.

Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn
Publicidad:
Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn

Es cuando haces frente a los enemigos más complicados con tus amigos cuando el juego se ve realizado por completo. Luchar contra Summons que reconocerás de anteriores juegos de Final Fantasy en épicas batallas es un regalo de Reyes que llega por adelantado para cualquier fan acérrimo de la serie. Y lo mismo pelear contra rivales clásicos como Catctuars o Malboros, algo que cobra un significado completamente nuevo aquí. En pocas palabras, el universo Final Fantasy de repente se siente enriquecido cuando tus compañeros ya no son simples marionetas bajo tu control, sino personas de verdad que hacen todo lo que pueden para asistirte con magia blanca, ataques pesados o generosos suministros de Phoenix Downs.

La progresión no es un sistema que se quede en simplemente subir de nivel a tu personaje; hay instancias dirigidas por la historia para las que tienes que cumplir los requisitos. También existen un montón de funciones y características del juego que se desbloquean completando estas instancias, y si bien no nos convenció una estructura similar en el todopoderoso World of Warcraft, pensamos que es algo con lo que los seguidores de Final Fantasy se sentirán como en casa. Es como jugar Final Fantasy previos en solitario, y un buen cambio de ritmo en contraste con el resto de A Realm Reborn.

Únicamente las deficiencias técnicas -que seguro recibirán parches con el tiempo- separan a este juego que se ha vuelto a presentar a examen durante este septiembre de una nota de recuperación con sobresaliente. La muy ambiciosa meta de cautivar a fans de Final Fantasy y amantes del género ha sido alcanzada. Al final, es una aventura de fantasía que termina con éxito para la compañía; un MMORPG en el que merece la pena vivir desde ahora.

Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn
Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn
Final Fantasy XIV: A Realm RebornFinal Fantasy XIV: A Realm Reborn
08 Gamereactor España
8 / 10
+
Precioso por los ojos y por los oídos, bebe de todo el legado FF, buena historia, genial experiencia con compañeros.
-
Defectos técnicos que necesitan parche, sosa propuesta de quests.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

Contenido relacionado



Cargando más contenido