Análisis de Teleglitch: Die More Edition

Como un Doom, pero desde vista cenital y con estilo aleatorio rogue-like. Así podríamos resumir Teleglitch, aunque nos quedaríamos un poco cortos. Para empezar, es difícil. Bastante difícil. Para algunos quizá demasiado, pero este juego está hecho para los que buscan un severo desafío.

Cada partida empieza igual, con el personaje del jugador abandonando su escondite. Obligado a salir por la falta de comida, escondido por un incidente ocurrido en la base científica, tirado en un planeta distante (Medusa 1-C) sin ayuda en camino. Un experimento sobre teletransporte ha salido terriblemente mal, y ahora la base está invadida por mutantes y bestias, nuestros anteriores compañeros son zombis deseando hincar el diente a nuestros cerebros y llenarnos de plomo. Tenemos que salir de aquí, aunque sea lo último que hagamos.

Desde la misma pantalla de título, todo el juego tiene una meditada presentación 'low-fi', completamente adrede. No se puede ver ni rastro de florituras o realismo por ningún lado. Cada kilo de grasa ha sido tallado. Teleglitch es tan plano como implacable. Los gráficos espartanos ponen de su parte en una atmósfera generada por la falta de banda sonora, también adrede. La ausencia de música afila la labor de los efectos sonoros y mantiene una frialdad agobiante constantemente. No hay una melodía que tararear, un ritmo para seguir adelante, sólo unas ruinas desérticas por explorar y unos escenarios emergentes por contemplar.

Lo primero que te encuentras en tu viaje es una lata, uno de los muchos materiales necesarios para la artesanía. Es un sistema sencillo, pulsando C puedes ver qué ítemes de tu inventario se pueden combinar, y con un clic fabricas el nuevo objeto. Si encuentras suficientes latas las puedes convertir en planchas, y con dos planchas te puedes hacer la pieza de una armadura. Las armaduras son muy útiles para absorber los impactos que seguro te alcanzarán, por tanto esenciales si quieres avanzar en los niveles más avanzados. En tu lucha por seguir adelante, otros ítemes se pueden combinar para dar lugar a mejor equipamiento y armas más poderosas. Todo este proceso es crucial para sobrevivir. Quizá puedas esquivar y apuñalar a los primeros rivales, pero los adversarios que te encuentras más adelante requieren mayor potencia de fuego.

En nuestra excursión por la estación generada aleatoriamente, encontramos múltiples terminales que ofrecen bocados de la historia, explicando la situación y aportando un contexto a la situación. Algunas terminales también revelan puntos de interés en el mapa, mientras que otras son interruptores que abren enormes compuertas. Pero lo más bienvenido que te encontrarás son cofres y cajas repletas de equipo, si bien hacerte con su contenido puede ser complicado si te persigue una panda de mutantes cabreados. Los que encargaron el juego en su día antes del lanzamiento recibieron una opción Random Starting Gear, con la que empiezan con una asignación aleatoria de equipamiento en lugar de la simple combinación de cuchillo y pistola. Nunca tuvimos acceso a esta ventaja y nos habría gustado, así que resulta frustrante que algo que cambia tanto las partidas no esté a disposición de todos los jugadores desde el principio.

Una vez más, el principio de cada partida es lo mismo; abandonas un área pequeña mediante un pasillo repleto de mesas y escombros. Pasa esta y otra sala y encontrarás el verdadero negocio de tu intento de escapada. Aquí encontrarás la primera oleada de enemigos mutantes. Vas armado únicamente con los susodichos pistola y puñal, de modo que ahorrar munición es primordial para sobrevivir más allá de los dos o tres primeros niveles. Pinchar a los enemigos es una forma de ahorrar balas, pero también es un riesgo. Encontrar los pequeños recovecos para esconderte y golpear desde lejos también ayuda, pero éstos sólo aparecen en algunas de las zonas secretas que esperan tu descubrimiento.

Hay otras formas de despachar a los enemigos aparte de dispararles en toda la cara. Las consecuencias del experimento fallido han dejado roturas en la realidad desperdigadas por los niveles, y si puedes tentar a los enemigos hacia "el vacío" desaparecerán para siempre, aunque lo mismo te pasará a ti si no tienes cuidado. Es un método atractivo para deshacerse de los enemigos porque no requiere gastar munición, pero el riesgo es muy alto.

Gracias a la aleatoriedad, cada uno de los niveles es completamente único, aunque todos resultan vagamente familiares después de un rato. Cada intento produce una nueva disposición de salas, pero por mucho que la estructura cambie, la familiaridad comienza a florecer. El objetivo del juego es cruzar la base y finalmente escapar. Sin embargo, debido a la intensa dificultad del juego, los jugadores pasarán mucho tiempo topándose con paredes de ladrillo (o directamente con mutantes) durante los primeros niveles. Pasamos la mayoría del tiempo jugando a estas misiones. Una vez has alcanzado el nivel 5, puedes empezar el juego en el nivel 3 después de tu siguiente muerte, de modo que la progresión a largo plazo se consigue alcanzando diversos puntos de apoyo.

Los enemigos que te encuentras escalan en dificultad rápidamente, así que no pasa mucho hasta que los aparentemente peligrosos mutantes de los primeros niveles parecen cachorritos en comparación con los oponentes más duros que llegan con los siguientes niveles. Los zombis bobos que cargan en número pronto dejan paso a guardias armados y rivales mucho más letales. En un momento puedes sentirte confiado, con una barra de salud casi llena, botiquines y muchos explosivos y munición en la recámara, y al instante siguiente puedes estar, en pocas palabras, más muerto que un dodo.

Para los que busquen un reto en condiciones, Teleglitch merece vuestra atención indudablemente. Dominar los sistemas de juego es necesario para progresar. Lleva tiempo comprender cómo funciona, y algo más hasta que puedes aprovecharte de las situaciones y explorar el lugar con relativa seguridad. El enfoque rogue-like provoca una experiencia semi-repetitiva, pero por el contrario los mapas aleatorios alivian el aburrimiento. Esta Die More Edition contiene aún más niveles que el original, inteligencia artificial mejorada y más ítemes para descubrir por el camino.

Es un juego que seguro enganchará a los de la vieja escuela, a aquellos que gozan de un desafío casi masoca y a los que no les importa volver a la pantalla de carga de forma regular. Los que prefieran una experiencia más tranquila y pausada, una narrativa bien cuidada, una mano que agarrar cuando las cosas se ponen feas... este juego no es para vosotros. Es brutal, implacable y coleccionista de muertes. Si sólo con leer la última frase no has salido corriendo, por el precio que cuesta merece una prueba como poco.