Análisis de The Last of Us: Left Behind

Si eres sensible a los 'spoilers' (aunque son muy, muy suaves), te lo puedo resumir así: Left Behind es una excelente expansión que resulta tan pulida, bien escrita y bien interpretada como The Last of Us (análisis aquí) en su día, y si te encantó el juego principal, lo que es bastante probable, deberías conectar hoy mismo a la PSN y hacerte con este DLC. No te decepcionará.

Ya que nos hemos quitado eso del medio, vamos a ponernos manos a la obra. Para los que no lo saben, Left Behind es el primer y único paquete descargable para The Last of Us que aporta contenido para jugar en solitario. Tanto los anteriores como los DLC que están por llegar son únicamente multijugador, pero Left Behind nos propone unas tres horas más para extender la magnífica historia del juego de base.

Left Behind sucede entre los capítulos Otoño e Invierno del relato de The Last of Us, en parte como 'flashbacks' al tiempo antes de que Ellie conociera a Joel, antes de que descubriera su inmunidad al hongo parásito que convierte a la gente en unas monstruosidades parecidas a zombis y que arrasó la civilización tal y como la conocemos. Jugamos en la piel de Ellie todo el rato, y desde el punto de vista del sistema de juego, esta expansión pisa sobre terreno bien conocido. Todo funciona como estamos acostumbrados.

Pero la historia es un caso completamente distinto. Nos encontramos a Ellie cuando todavía está alistada en la escuela militar (algo bastante común en el post-apocalíptico universo del juego, parece ser), antes de que su vida se derrumbara y tuviera que huir de Boston escoltada por Joel y Tess. En otras palabras, cuando todavía era inocente. O al menos tan inocente como uno puede ser en un mundo en el que las necesidades básicas escasean y lo que queda más allá de los muros de la ciudad está infestado de monstruos, tanto humanos como ya mutados, que quieren matarte.

También conocemos a Riley, la mejor amiga de Ellie. Las dos tuvieron una grave discusión, de esas que pueden arruinar una amistad, y no se han visto en meses. Pero una noche cualquiera, Riley aparece de repente, en parte para arreglar su amistad, en parte para contar a Ellie que se ha unido al movimiento de resistencia de las Luciérnagas. E insiste en que salgan a explorar, pues tiene algo que quiere enseñar a Ellie.

Para Naughty Dog lo fácil habría sido sacarse de la manga una rápida historia derivada y haberle espolvoreado una buena ración de secuencias de acción refritas, pero no. Se han tomado su tiempo y han montado un capítulo que en algunos sentidos puede parecer aparte, pero que en todos los aspectos rezuma el altísimo nivel de calidad y de cuidado que hizo que The Last of Us fuera tan memorable.

El equilibrio entre las escenas actuales, en las que Ellie busca con ahínco suministros médicos, y los 'flashbacks' a su (relativamente) feliz pasado, es admirablemente elegante. Hay escenas de acción, para lidiar tanto con los infectados como con los bandidos (o ambos), pero su número es comedido y están tan bien repartidas que nunca parecen el factor dominante ni terminan cansando.

En su lugar, la historia de Ellie y Riley es el centro de atención, y se cuenta con toda la empatía y compasión que Naughty Dog puede reunir. Con esta trama podemos conocer a Ellie de formas que no lo habíamos hecho antes, y la química entre las dos chicas irradia a través de la pantalla de tal manera que formar parte de su aventura se convierte en una pura delicia. Es tal la alegría, la amabilidad y sobre todo el humor que no puedes evitar sonreír o incluso reírte con ellas.

Donde, por ejemplo, la reciente expansión Grito de Libertad de Assassin's Creed IV no tenía el mismo acabado ni la misma fascinante historia que su juego de partida, Left Behind está tan bien hecho como The Last of Us. Naughty Dog llega a atreverse a experimentar con la fórmula establecida en algunos puntos, también con geniales resultados.

Por lo tanto, como decía al principio, si eres uno de los muchos fans de The Last of Us, deberías descargar Left Behind inmediatamente. La expansión rebosa calidad y está a la altura del altísimo listón que dejó su juego de base. Naughty Dog son los reyes de la experiencia de juego de estilo cinematográfico, un estudio que tiene una habilidad única para crear personajes creíbles y humanos con los que empatizamos, con los que nos reímos y lloramos. Left Behind lo vuelve a confirmar sin vacilar.