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Top Gun: Maverick

Top Gun: Maverick

Tom Cruise regresa al papel del legendario piloto, y tras haber visto la película tenemos mucho que decir.

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"El futuro se acerca, y tú no estás en él".

Estas palabras resuenan en la cabeza de un Capitán Pete "Maverick" Mitchell (Tom Cruise) al que le está costando adaptarse a los nuevos tiempos. Han pasado 36 años desde la última película y los pilotos de caza son una especie en peligro de extinción. El futuro ya está aquí, le guste o no, pero todavía tiene tiempo para una última batalla. El Almirante Cain (Ed Harris) no se corta, y desde su inmensa mesa de caoba le dice al condecorado as de la aviación que debería estar al mando, y no probando prototipos de vuelo en un programa obsoleto y que pronto será sustituido por los cazas del futuro, los drones, una máquina de guerra más fiable y que no necesita dormir ni comer. Un arma sin emociones.

Tras estrellar un avión de millones de dólares en medio del desierto, parece claro que el destino de este autárquico aviador es enfrentarse a un consejo de guerra y su despido. Sin embargo, justo cuando parece que su final está tan cerca como el de un avión sobrevolando territorio enemigo, se produce un giro de 180º. Maverick recibe la orden de ir inmediatamente al único lugar que realmente conoce, ese que tanto odia y ama a partes iguales. Allá donde los recuerdos perduran mucho tiempo después de haber escapado de las garras de la historia. Isla Norte, donde empezó todo. Sonriendo, sale de la oficina y nos deja una frase que nos dice todo sobre el personaje de Pete Mitchell.

"-A estas alturas deberías ser general de dos estrellas, pero aquí estás".

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"-Estoy donde debo estar, señor".

Top Gun: Maverick

Puede que hayan tenido que pasar 36 años y que una pandemia haya amenazado el despegue tanto de planes como de aviones, pero en el fondo era inevitable.Ya era hora de volver a sobrevolar el peligro a ritmo de Kenny Loggins. Ya era hora de volver a reunir a los mejores pilotos del país en el bar de alguna playa soleada para descartar a los débiles de la manada. Ya era hora de charlar, brindar con una cerveza helada, lanzar unos dardos y cantar Great Balls of Fire. Pero en esta ocasión, como espectador. Ha llegado el momento de que el avejentado maestro pase el testigo a la nueva generación. Ya no están Iceman, Goose, ni Viper. Pero ahora hay nuevos gallos en el corral.

Rooster (Miles Teller), es el hijo de Goose y en seguida se nota que el resentimiento corre aún por sus venas. El tiempo no parece haber sanado ninguna de las heridas y todavía se la tiene jurada a Maverick por lo que le pasó a su padre. También está Hangman (Glen Powell) -todo un regalo de Dios - un hombre que es demasiado bueno para ser verdad, desde el mismo momento de su admisión, y en seguida queda claro que se trata del Iceman y el Maverick de esta nueva generación. Ninguno de ellos lo sabe, pero la razón por la que Maverick está allí es para entrenar a los nuevos reclutas para que sean capaces de realizar una misión con un nivel de dificultad que ni el propio Maverick ha conseguido añadir a su palmarés.

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Tienen que conseguirlo en tres semanas, según el Almirante Beau "Ciclón" Simpson (Jon Hamm). Solo seis de los doce reclutas serán seleccionados para volar tras las líneas enemigas y derribar el objetivo principal, situado en un valle rodeado de escarpadas montañas y misiles, en solo unos minutos. Es una misión suicida, pero si hay algo que Maverick sabe hacer, es no rendirse y hacer que los demás crean en sí mismos, incluso cuando sobre el papel parece imposible.

Top Gun: Maverick

La película recuerda mucho a la original. Incluso se podría decir que es un remake, y no sería del todo mentira: los comentarios ingeniosos, la banda sonora ochentera, el F-14 Tomcat, el bar, las motos y las canciones de Jerry Lee Lewis. Han grabado muchas escenas parecidas, con los mismos ángulos y las mismas sensaciones, y Joseph Kosinski siempre ha apostado por tiempos pasados y viejas glorias, pero debajo de toda esa nostalgia, veréis que muchas cosas también han cambiado.

Ahora contamos con una piloto femenina, Phoenix (Monica Barbaro). Es una más del grupo y no una dama en apuros que necesita ser rescatada; es más, mete mucha más caña que muchos de los reclutas masculinos. El nuevo romance entre Mitchell y Penny (Jennifer Connelly), que ahora regenta el infame abrevadero "The Hard Deck" funciona bastante bien y no resulta raro ni forzado. Hay menos desnudos y las bromas no son tan incómodas. A Iceman, como el propio Val Kilmer, se le nota muy afectado por su enfermedad y duele bastante ver cómo se esfuerza en sus pocas escenas en pantalla, pero al menos lo han retratado con respeto y calidez.

En conjunto, Top Gun: Maverick es mucho más emotiva que su frívola predecesora. Aquí hay espacio para el amor, el amor verdadero. La tristeza y el miedo siguen ahí, pero emplean un humor sutil para disipar la oscuridad que acecha tras sus sonrisas. Es una historia sobre hacerse mayor, sobre el perdón, sobre las segundas oportunidades, pero también estamos ante una película que va de pilotar a velocidades supersónicas y derribar enemigos mediante escenas de acción trepidantes nunca antes vistas.

Top Gun: Maverick

La necesidad...la necesidad de velocidad está mucho más presente. Acompañar a Maverick en la cabina de mando mientras intenta superar a sus reclutas y a sí mismo realizando maniobras de infarto es una experiencia inolvidable. Es difícil no derramar unas lagrimillas al ver cómo el alumno se convierte en maestro. Al igual que su predecesora, es una película muy americana, patriótica y de autobombo, pero Kosinski logra evitar las peores partes con pirotecnia y banderas ondeantes.

El enemigo es, una vez más, totalmente desconocido. Aparecen soldados sin identificación, vistiendo cascos negros y a los que abaten sin dar muchas explicaciones a parte de que suponen una amenaza para los Estados Unidos. Hay implicaciones políticas que en realidad no existen, pero han sido creadas para que Tom Cruise y sus hombres tengan algo a lo que disparar, cosa que se entiende perfectamente dado que Top Gun siempre ha sido un blockbuster ante todo. Busca entretener en el momento, pero esta secuela se arriesga a atravesar el humo de la pólvora y busca tocar la fibra sensible. Me hubiese gustado un poco más de contexto en este aspecto, pero ese es el único inconveniente que he podido encontrarle.

Top Gun: Maverick

Parece increíble hasta qué punto Top Gun: Maverick es capaz de superar a su predecesora. Que 36 años después, y con unas bases tan flojas como las suyas, esta película sea capaz de alcanzar semejantes cotas es, como poco, impresionante. Algunas escenas están realizadas con tal perfección que me hacían olvidar que estaba sentado en un cine, y si hay algo que me gusta en una película, es que se me recompense de esta forma. Y siendo sinceros, ¿no es para eso para lo que vamos al cine? Si decido "sacrificar" dos horas y media de mi vida, quiero una buena recompensa. Quiero sentir que se ha hecho un esfuerzo para proporcionarme la mejor experiencia posible, ya sea un emotivo drama con vistas al Óscar o un escandaloso taquillazo de acción. Quiero sentir que la película ha sido hecha solo para mí, quiero salir del cine sintiendo que me han regalado un recuerdo inolvidable. Esa será mi recompensa y la atesoraré siempre, porque no es algo que suceda muy a menudo.

Top Gun: Maverick

Top Gun: Maverick es esa película, y se debe sobre todo gracias a Tom Cruise. Ya solo el hecho de que siga dando guerra a sus casi 60 años es razón suficiente para impresionarse, pero la verdad es que es un perfeccionista con todo lo que hace. Es una fuerza de la naturaleza, una supernova que parece no agotarse nunca, un superhéroe sin mallas. Incluso me apetece decir que es el último héroe de acción porque exactamente eso es lo que transmite, exudando adrenalina por cada uno de sus poros. Además, está ese asunto de que insiste en rodar sus escenas de acción él mismo, que es alucinante como poco. Hay que admitir que a veces es simplemente una locura y solo me hace pensar si no tendrá ganas de morir o estará mal de la cabeza.

La sensación de encontrarse constantemente entre la vida y la muerte se os subirá hasta la garganta mientras asistís a una de las persecuciones más audaces de nuestros tiempos envuelta en fuerzas G. Podéis pensar lo que queráis sobre Tom Cruise, pero algo que no se le puede negar es que siempre se entrega al cien por cien, y si no fuese por el amor incondicional que este hombre tiene por su profesión, me atrevería a decir que esta habría sido otra de esas secuelas mediocres que tendrían que haberse quedado solamente en una idea.

09 Gamereactor España
9 / 10
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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